¿Qué motivos pueden tener los jóvenes para hacerse daños a sí mismos? Pues aunque no lo creas, encontrarse con un caso de un niño que se autolesiona es más frecuente de lo que imaginas. Sin duda, un gran reto para los padres y educadores que no debemos dejar pasar.
Es normal que los mayores no entendamos los motivos de un niño para hacerse daño. Cuando el sufrimiento mental es tan grande que el pequeño no lo puede soportar, llegar a hacerse diferentes heridas como una forma de castigo o de evadirse de esa realidad que tanto le molesta.
Descubre qué se considera como una autolesión en niños, cómo detectar las causas, y los mejores consejos para tratar estos problemas de manera efectiva. Si conoces a un niño o adolescente que se está hiriendo físicamente, actuar rápido puede salvarle la vida.
¡Haz clic en lo que interese!
¿Qué es la autolesión?
La autolesión o autoagresión es la acción que realiza una persona al hacerse daño a propósito, sin la intención de suicidio. Puede conllevar diferentes formas de hacerse heridas o de provocarse daños en el cuerpo utilizando técnicas muy variadas.
Según los expertos en psicología, un niño que se autolesiona no tiene por qué presentar pensamientos suicidas ni desear morirse. A veces se trata de una manera de pedir socorro o de tratar por sí mismos los sentimientos de ansiedad y frustración que les vienen por otras vías ajenas a sus deseos.
La autolesión puede aparecer a cualquier edad, desde un niño de apenas 2 años, hasta jóvenes de 12 años en adelante. Por supuesto, es más frecuente en adolescentes y adultos, pero nunca hay que descartar cualquier signo que nos indique esto pueda estar pasando.
Cortes y otras formas de autolesión
De manera general, los niños que se autolesionan suelen recurrir a los cortes en el cuerpo. Estos cortes se hacen en zonas como los brazos, las manos, las muñecas, las piernas, la barriga y otras partes. Los cortes pueden ser profundos o superficiales, y más o menos numerosos.
Estos se suelen realizar en partes del cuerpo fáciles de esconder con la ropa o con joyas, aunque cuando llega el verano y no son fáciles de tratar, es posible detectar las cicatrices.
Pero los cortes no son las únicas vías de autolesión. Los niños pueden hacerse daño provocándose quemaduras, rascado excesivo de la piel hasta hacerse heridas, pellizcarse, golpearse la cabeza o incluso darse fuertes tirones de cabello.
En los casos más graves, hay jóvenes que intentan tomar sustancias tóxicas, se dan puñetazos, se rompen los huesos o dañan las articulaciones a propósito, o se introducen objetos en algunas partes del cuerpo o se perforan la piel para auto-infligirse dolor. Las opciones son infinitas.
¿Por qué un niño se autolesiona?
¿Qué puede motivar a un niño que se hiere a sí mismo? ¿Por qué hace esto? Lo cierto es que las causas de las autolesiones en niños o niñas pueden ser muy diversas y totalmente personales para ellos. Hay veces que ni si quiera ellos mismos saben identificarlas, aunque por supuesto, siempre hay algún motivo.
Entre los motivos principales de las autolesiones en niños podemos destacar los siguientes:
- Situaciones de bullying o acoso en el ámbito escolar.
- Malos tratos o abusos por parte de un adulto.
- Sentimientos de ansiedad o depresión.
- Separación de los padres.
- Pasar un duelo, pérdida o cambio importante.
- Presión social o altas exigencias que no se pueden superar.
- Relaciones tóxicas con los amigos.
- Trastornos psiquiátricos.
Al provocarse daño físico, lo que está buscando un niño que se autolesiona es controlar de alguna manera las emociones mentales o el gran estrés por el que está pasando. Cuando sus pensamientos son imposibles de soportar, solo se olvidan de ellos por un momento con en dolor físico.
Saber cuáles son los motivos que llevan a un niño de 5 años a hacerse daño es bastante complicado. Sin embargo, nadie mejor que los padres o personas cercanas a su entorno para saber qué tipos de situaciones límite está viviendo para detectarlas a tiempo antes de que sea demasiado tarde.
Cómo ayudar a un adolescente o niño que se autolesiona
Detectar a un niño que se autolesiona es muy importante, ya que es necesario detener este hábito lo antes posible. La labor de los padres, tutores o educadores será la de comprender, apoyar y acompañar al menor durante todo el proceso.
¿Qué hacer en estos casos? Veamos algunas recomendaciones que puedes seguir:
Indaga en las causas
Lo más importante es investigar cuáles podría ser las causas que están llevando al niño a hacerse daño. Muchas veces no funciona preguntar directamente, ya que la tendencia en los jóvenes será negarlo o esconderlo. Por ello tendrás que utilizar otras vías.
Analiza su entorno cercano, si tiene problemas con los compañeros de escuela o sus amigos, si se siente muy presionado por los estudios, o si podría estar dándose algún tipo de abuso. Aunque la causa esté oculta, seguro que hay algún motivo sobre el que se podrá trabajar para superarlo.
Bríndale apoyo
Hazle saber al pequeño que estás a su lado y que te preocupas por su bienestar. Es importante que los niños se sientan queridos y a salvo, sobre todo en una situación límite como esta.
Mantén una actitud positiva sin que te vea extremadamente preocupada, haciéndole ver que serás su referente en todo momento, y que vas a defenderle pase lo que pase. Préstate disponible si en algún momento quiere hacer contigo para contarte cómo se siente.
Potencia la comunicación
Aunque hay muchos niños y adolescentes que se cierran en sí mismos y no quieren tratar los temas dolorosos, no dejes de ofrecerle la posibilidad de comunicarse contigo. Empieza con otros temas no tan directos, manteniendo conversaciones de apoyo en las que se sienta cómodo para hablar de lo que necesite.
Tú también puedes explicarle y charlar sobre el tema poco a poco hasta que adquiera mayor confianza. Mantén siempre un lenguaje amable y amoroso, tratando diferentes temas de psicología que puedan ayudarle a abrirse poco a poco.
Ten mucha paciencia
Este proceso de recuperación en un niño que se autolesiona puede ser muy duro y lento. Vas a tener que desplegar toda tu paciencia. Los cambios no ocurren de un día para otro, y puede haber regresiones. Pero ante todo, no pierdas la esperanza ni los nervios.
Evita regañarle, gritarle o utilizar palabras negativas que le afecten. Puede que tú no entiendas qué está pasando y por qué lo hace, pero ya se siente bastante perdido como para que encima se le reproche algo que no puede controlar.
Sé el mejor ejemplo
¿Cómo va a aprender un niño a manejar sus emociones y el estrés si en tu propio entorno todos están estresados? Como padre o madre, es tu responsabilidad brindar un ambiente relajado a tu pequeño para que se sienta cómodo tratando el problema.
Cuida de tu salud mental para estar fuerte y cuidar de la de tu hijo o hija. Quizás tengas que cambiar algunos hábitos, evitando alterarte por causas externas, manejando correctamente las frustraciones, y controlando el estrés del día a día.
Busca ayuda profesional
Y por supuesto, el mejor consejo que te podemos dar para tratar a un niño que se autolesiona es buscar ayuda de un profesional en salud mental. Los padres, aunque podemos con casi todo, no tenemos las suficientes herramientas como para tratar esos problemas tan graves que llevan a los niños hasta tal punto.
Busca apoyo de un psicólogo especializado para descubrir por qué tu pequeño está sufriendo de esa manera, y cuál es la mejor forma de tratarlo. Las heridas de las autolesiones son las que menos importancia tienen, ya que primero hay que curar los daños emocionales.
Por ello, si estás ante un caso de un niño que se autolesiona y quieres proceder de la mejor manera, no dudes en recurrir a la psicoterapia para tratar experiencias de vida complicadas, que tanto afectan a los niños y adolescentes. Ellos aún no saben cómo defenderse, pero tú sí que puedes ayudarles.