La pintura y el arte son parte de la educación que un niño necesita para desarrollarse por completo. Desde muy pequeñitos, uno de los juegos favoritos de los niños es pintar con sus propias manos sobre el papel, pero la mayoría de los padres no confiamos en la pintura infantil que podemos comprar en tiendas, ya que algunos no nos aseguran al 100% que no sean tóxicas para los peques.
Para ponerle solución a este dilema, no tienes más que hacer pintura de dedos casera, asegurándote de que es segura si el niño se lleva los dedos a la boca mientras está pintando y se la come, porque tú eres quién saber exactamente qué ingredientes tiene.
Toma nota de la receta, porque te va a gustar mucho la idea, y estoy segura que la pondrás en práctica tantas veces como lo he hecho yo con mis peques.
Hacer pintura de dedos casera para los niños
Para hacer pintura de dedos casera, sólo tienes que seguir estos pasos:
– Pon en una cazuela tres tazas de agua y caliéntala hasta que empiece a hervir.
– Retira del fuego y añade una taza de harina de trigo, la cuál habremos diluido previamente un poco en agua fría. La fórmula perfecta es poner siempre una taza de harina por cada tres tazas de agua.
– Remueve hasta que no quede ningún grumo, y pon la mezcla de nuevo en el fuego para seguir calentando.
– Dejamos hervir un minuto, retiramos del fuego y repartimos la mezcla caliente en varios recipientes dónde haremos los diferentes colores de nuestras pinturas.
– Para cada color de pintura, utilizaremos colorantes alimentarios o pintura vegetal comestible; añadimos unas gotas de cada color en casa recipiente, y removemos bien para que quede homogéneo.
– Dejamos enfriar, pero siempre esta pintura deberá utilizarse un poco tibia, para que no quede tan espesa, siempre asegurándonos de que no está demasiado caliente para las delicadas manos de los niños.
– Se puede guardar en el frigorífico para seguir usando otro día, pero antes de cada uso debemos calentar un poquitín para que quede más líquida.
Como puedes ver, hacer pintura de dedos casera para tus hijos no es nada complicado, y además, es mucho más económico al mismo tiempo que te aseguras de que el peque no corre riesgo si se la mete en la boca. Ahora que ya tienes la pintura, sólo toca disfrutar con tu bebé de los mejores momentos artísticos juntos.