La mentira es una de las herramientas más antiguas que utiliza el ser humano para conseguir un beneficio propio que no lograría diciendo la verdad. Es un instinto que muchos niños pueden aprender de forma muy temprana, y con el tiempo puede acabar volviéndose en su contra. Cuando las mentiras en los niños son demasiado frecuentes, llegamos a un comportamiento nada sano para el niño; por esta razón, es siempre mejor prevenir que curar, actuando a tiempo con nuestros hijos.
¿Pero cómo actuar cuando el niño comienza a decir mentiras? ¿Cómo podemos frenarlas y lograr que el niño abandone esta fea costumbre?
La clave está en premiar la honestidad, y hacerles ver que se pueden conseguir mejores cosas siendo sinceros que a través de la mentira. Vamos a ver cómo lograrlo.
Mentiras en los niños; cómo actuar para frenarlas
Como siempre se ha dicho: ‘las mentiras tienen las patas muy cortas’, y más si se tratan de las inocentes mentiras en los niños, que casi siempre las acabamos pillando rápidamente.
Es inevitable que un niño recurra a la mentira de vez en cuando, pero si queremos educarlo de forma adecuada, debemos evitar que recurra siempre a ellas, potenciando la honestidad por encima de todo.
Hay que hacerle entender al peque que lo más fácil no siempre es la mejor opción, y que muchas veces es mejor reconocer un error cuanto antes que esconderlo con una mentira para que luego se descubra y las consecuencias sean peores.
Los padres tenemos 2 herramientas muy útiles para ayudarnos a frenar las mentiras en los niños:
– Por un lado, potenciar la honestidad del pequeño; premiarle cuando sea sincero (si lo merece), o hacerle ver que las consecuencias de sus actos son siempre mejores cuando no esconde la realidad con mentiras.
Por ejemplo, si ha hecho una trastada y nos cuenta la verdad, el castigo debe ser mucho menor, o perdonado si procede, ya que si nos hubiera dicho una mentira, estaríamos decepcionados con él por haberlo hecho mal y encima haber mentido. Todo ésto hay que explicarlo al niño, para que pueda entenderlo siempre por sí mismo y conocer las consecuencias en todo momento.
– Por otro lado, para potenciar directamente que el niño rechace las mentiras, podemos recurrir a las historias y los cuentos de toda la vida que educan en contra de las mentiras en los niños.
‘Pedro y el lobo’ y ‘Pinocho’ son dos de mis favoritas; historias que conocemos desde pequeños y que ahora podemos contar a nuestros hijos.
* Por supuesto, si queremos que nuestros hijos no aprendan a utilizar las mentiras a diario, nosotros tampoco debemos hacerlo con ellos ni delante de ellos. No mientas a tu hijos ni les hagas partícipes de tus mentiras, por muy inocentes que te parezcan, porque son conductas que ellos aprenden y verán como normales a lo largo de su vida.
Las mentiras en los niños se pueden evitar si ellos mismos se dan cuenta de que a su alrededor nadie miente, y lo verán como una actitud mala que no intentarán reproducir para su bien. Con el tiempo van a aprender que la mentira no es buena, ni para sus padres ni para ellos mismos.
Gracias por los consejos !! Me gusta mucho tu blog
Hola,
muchas gracias por tu comentario.
Un saludo 🙂