Cada vez hay más padres que tienen una preocupación en común: mi hijo sólo come con la tele; y ésto puede llegar a convertirse en un gran problema, porque los pequeños pueden llegar a alimentarse de forma incorrecta, además de crear un hábito que no es nada saludable para su salud ni para su educación.
Sin embargo, ningún niño nace con la necesidad de comer viendo la tele, es algo que aprenden desde pequeños, y los adultos somos los responsables de inculcarles este mal hábito. Pero nada que no se pueda corregir si lo tratamos a tiempo, porque la educación de los niños es necesaria y todo tiene remedio.
Mi hijo sólo como con la tele, ¿el tuyo también? ¡Pues vamos a ponerle solución de forma inmediata!
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Mi hijo sólo come con la tele
La mayoría de padres que se quedan de que ‘mi hijo sólo come con la tele’, han recurrido a darles de comer a los peques delante de la pantalla como un medio mucho más rápido y fácil de mantenerlos sentados delante del plato.
No es un acto para nada criticable, sobre todo hoy en día en que los padres siempre andamos con prisa y no tenemos nunca tiempo que perder; porque hay niños mucho más inquietos que no consiguen mantenerse sentados si no tienen una distracción mientras están comiendo. Pero comer mientras ven la tele es un hecho nada sano para su alimentación o su educación, porque van a estar condicionados para toda su vida si no ponemos solución temprana.
¿Pero qué hacer cuando mi hijo sólo come con la tele?
Un mal hábito que hay que corregir
Los niños pequeños están aprendiendo a comer de forma nada, descubriendo nuevos alimentos, y no pueden centrar toda su atención en ello si están más pendientes de la televisión que de lo que se están llevando a la boca.
Para que los niños aprendan sobre alimentación sana, deben conocer lo que están comiendo, y saber por qué lo toman y qué beneficios les aporta. La alternativa a ponerles la televisión es cambiarlo por el diálogo, acostumbrando a los niños desde pequeños que la hora de comer es un momento para charlar en familia y aprender cosas nuevas e interesantes.
Los padres también tenemos que cambiar nuestros hábitos, y adaptarnos a los tiempos que necesitan los niños para sus comidas. Porque quizás un niño de 2 años necesita más de media hora para comer, y hay que relajarse y dejar que lo haga él solito, aprovechando este momento para hablar con él y disfrutar de un rato tranquilo dejando el estrés a un lado.
Eso sí, no vale con sustituir la televisión con otros estímulos como juguetes o libros, porque acabamos en el mismo dilema. El único estímulo que debe haber en la mesa a la hora de comer es la propia comida y el resto de miembros de la familia.
Si a ti también te preocupa el problema de que ‘mi hijo sólo come con la tele’, tienes que tener paciencia, y empezar a cambiar este aspecto en tu casa. Verás como no es tan difícil, y el ambiente se vuelve mucho más familiar y relajado durante la hora de la comida; un momento para disfrutar con tus hijos y de evitar el estrés del resto del día.