Los psicólogos se refieren actualmente como sobreprotección infantil, no al hecho de dar un exceso de cariño a los niños, sino más bien a no dejarlos crecer, a actuar siempre por ellos en cualquier situación, evitando que tengan su propia autonomía.
Muchas veces los padres sobreprotegemos a nuestros hijos sin darnos cuenta de que no les estamos ayudando, sino que estamos impidiendo que se hagan mayores y aprendan a vivir su propia vida. Vamos a ver cuáles son los síntomas que denotan la sobreprotección infantil, y sobre todo, por qué no es sano para la educación de nuestros hijos que siempre actuemos por ellos y no les dejemos crecer de la forma más adecuada.
¡Haz clic en lo que interese!
Sobreprotección infantil; cómo saber cuándo nos estamos pasando
La sobreprotección infantil tiene más que ver con cortar la autonomía del pequeño. Por ejemplo, cuando les seguimos dando de comer cuando ya debería manejar los cubiertos por sí mismos, cuando les vestimos de pies a cabeza y en realidad tienen edad para al menos ponerse algunas prendas ellos solos…
Son pequeños gestos que los padres hacemos sin darnos cuenta, pero a medida que se van haciendo mayores, estamos dificultando su aprendizaje.
Sé que en la mayoría de los casos, para los papás es muy difícil adaptarnos a las diferentes etapas de los niños, ya que ellos crecen rápido, pero nosotros continuamos con los mismos patrones; pero debemos hacer un esfuerzo para no sobreprotegerlos y dejarlos crecer a su ritmo.
Errores de los padres sobreprotectores
Algunos gestos que siempre cometemos los padres sobreprotectores son:
– Dices la edad del niño en meses en lugar de en años. Lo normal es que una vez que el niño haya cumplido los dos añitos, empezamos a hablar de su edad en años, y no en meses. Tu hijo ya no es un bebé, y hay que asumirlo.
– Tomas todas las decisiones por él. Por ejemplo en cosas tan sencillas como la ropa que se va a poner. Llega un momento en que el niño puede elegir algunas cosas sencillas; nosotros podemos aconsejarles, pero siempre es mejor que escoja él para que empiece a tener sus propias preferencias.
– Hablas por él cuando alguien le hace una pregunta. Es un error muy común en los padres, en algunos casos no lo podemos evitar, pero cuando el niño ya tiene edad suficiente para hablar y expresarse correctamente, es necesario que lo dejes a él mismo responder cuando alguien le pregunta. ¡Déjalo que se exprese!
– Lo llevas en cochecito todavía. En ocasiones puede ser por motivos de comodidad cuando pasamos el día fuera y sabemos que nuestros peque no aguantará muchas horas caminando, pero si para ir a la esquina a comprar el pan también cogemos su cochecito, no le estamos dejando que camine por sí mismo y desarrolle su aparato locomotor de la forma más correcta para su edad.
– Nunca ha sufrido ninguna caída, ni se ha hecho ninguna herida, ni ha estado malito. Lo más normal en un niño pequeño es que salga, juegue, se caída, enferme con algún pequeño resfriado. No se trata de que esté lleno de heridas y de que siempre esté enfermo, pero sí de que dejemos que su propio sistema inmune sea quién actúe, y que no sean sus padres su única protección.
No te pierdas este vídeo de Youtube de cómo la sobreprotección crea niños con baja tolerancia a la frustación:
Ahora que ya sabes cómo detectar la sobreprotección infantil, procura que estos pequeños detalles no influyan en el desarrollo educacional de tu hijo. Ya sé que es difícil, pero él también tendrá que crecer algún día y valerse por sí mismo, y será un orgullo mayor para sus papás.