Cada es más común que los bebés vayan a la guardería antes de empezar con la escolarización obligatoria de nuestro país. Ir a la guardería es decisión de los papás, no tenemos por qué llevar a nuestros bebés si no queremos; pero la realidad es que para muchos padres que trabajan, la mejor forma de mantener a los niños cuidados y atendidos todo el día, es llevarlos a la guarde cuando son lo suficientemente mayores como para quedarse solitos.
Ir a la guardería tiene sus ventajas y desventajas para todos los niños, las cuáles, si tenemos la posibilidad de decidir si nuestro hijo va a la guarde o se queda en casa con sus papás o su familia, hay que barajar antes de tomar la gran decisión, ¡porque no todo es tan blanco ni tan negro! Y vamos a ver por qué.
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Ir a la guardería… o no, ¿qué se pierde el niño?
Si piensas que para tu bebé no es necesario ir a la guardería, no te preocupes, porque no va a repercutir de forma negativa en su educación ni sociabilización. El niño no será menos sociable cuando empiece la educación preescolar, ni irá más retrasado educativamente con respecto a sus compañeros que sí han ido a la guarde, ni si quiera cogerá el primer día todas las enfermedades del mundo.
Sí que es cierto que el niño que se queda en casa y no va a la guardería desde pequeño, coge muchas menos enfermedades que son tan comunes entre los bebés y se transmiten fácilmente cuando están con más niños.
Se dice que los niños que más enfermedades cogen de pequeños, están más inmunizados para el resto de sus vidas, pero los niños que se quedan en casa también están expuestos a enfermedades, y su sistema inmune se está reforzando igualmente, así que no hay peligro.
Puede que en la guardería los niños empiecen a aprender las letras, los números, los colores… pero en casa también podemos aplicar diferentes juegos para que nuestro hijos aprendan. Los niños que se quedan en casa cuyos papás deciden no ir a la guardería, aprenden también de otras situaciones de la vida cotidiana, y cuando empiecen la educación preescolar estarán exactamente al mismo nivel.
Por otro lado, una de las mayores preocupaciones de los padres, es que sus hijos no aprendan a socializar con otros niños, y por ello deciden que acaben yendo a la guarde.
No tienes que preocuparte por la socialización de tu hijo a edades tan tempranas, porque también lo aprenden en el entorno familiar y con la gente que le rodea en su día a día: sus primos, hermanos, otros niños del parque, incluso con los adultos. Sin embargo, el mejor ejemplo de socialización serán sus padres, así que si quieres que tu hijo sea abierto, muéstrate abierto tú también con adultos y otros niños, y tu hijo te imitará encantado.
¿En qué casos es más aconsejable ir a la guardería?
Hay papás que trabajan en casa, o que simplemente están en casa todo el día y se sienten culpables de enviar a sus hijos a la guardería cuando en realidad podrían quedarse con ellos y disfrutar de su presencia todo el día. Pero cuando tener a tu hijo a tu lado todo el día, sin ninguna ayuda externa, se convierte en una carga que no puedes soportar, no tienes que sentirse mal de mandarlo a la guardería cada día, o de vez en cuando.
También hay niños más difíciles que otros, más hiperactivos, impulsivos, o que toleran menos las frustraciones y andan todo el día de morros, agotando hasta el exceso a sus papás. En estos casos, ir a la guardería puede ser un buen remedio para el niño, dónde aprenden lo que es la disciplina en conjunto, a cumplir la normas de grupo, al mismo tiempo que los padres pueden descansar unas horas que nunca vienen mal.