El acoso escolar, o lo que en los últimos años denominamos ‘bulling’, es un hecho que siempre ha estado presente en todos los colegios. Muchos niños han pasado por esta pesadilla alguna vez en su vida, pero últimamente los padres somos mucho más conscientes, y nos preocupamos de llevar a cabo las pautas para detectar el acoso escolar en nuestros hijos, y hacer todo lo posible por evitarlo o erradicarlo a tiempo.
Es muy duro saber que nuestro hijo está siendo acosado, pero somos los padres los primeros que podemos darnos cuenta de ello, y los que debemos actuar cuanto antes para evitar que los pequeños sufran. Para estar preparados, existen unos tips que nos pueden ayudar a detectar el acoso escolar, ya que se repiten en la mayoría de los niños, y pueden ser nuestra señal de alarma para empezar a ponernos manos a la obra y ayudar a nuestros hijos, tengan la edad que tengan. ¡Vamos a conocerlos!
Detectar el acoso escolar en los niños; claves y pautas
El acoso escolar puede darse en niños de cualquier edad, y puede conllevar desde insultos, burlas, o que sus compañeros le ignoren y le hagan el vacío, hasta malos tratos físicos, palizas y otras agresiones.
Estos son los síntomas de alerta que más se repiten y que tenemos que estar pendientes para detectar el acoso escolar:
– El niño no quiere asistir a clase; se hace el enfermo, le cuesta levantarse por las mañanas cuando antes no le ocurría…
– Sufre del ‘síndrome del domingo por la tarde’; el día antes de volver a clase se nota mucho más apático y más triste
– No quiere salir a jugar con sus amigos ni salir de casa por las tardes
– Es mucho más irritable, tiene cambios de carácter y está mucho más nervioso; es una forma que tienen los niños de expresar que algo en su entorno les molesta, no necesitan hacerlo con palabras, su propia actitud lo hace por ellos
– Sufre de dolor de cabeza y de tripa de forma frecuente; todo ese sufrimiento psíquico se traduce de forma habitual en dolores físicos. Puede que el niño no se encuentre mal por otro motivo que no sea el sufrimiento que tiene cada día en el cole
– Tiene golpes y morados poco habituales; los niños se caen y se golpean ellos mismos de forma frecuente, pero si un niño tiene demasiados golpes y heridas, puede que no sólo se las haya hecho él en su última caída
– Pierde el dinero, pierde sus juguetes favoritos o cualquier objeto, y le pasa de forma frecuente; puede que no sea un niño despistado, sólo que otros compañeros le estén extorsionando
Una vez que hayamos creído detectar el acoso escolar en un niño, debemos mostrarnos abiertos al diálogo con él, abordar el problema preguntándole al pequeño de forma discreta, y dándole la confianza que necesita para que nos cuente qué le pasa. Es normal que el niño no nos lo cuente de primeras, puede que tenga miedo, pero si le hacemos entender que sus padres están para ayudarle a que no vuelva a pasarle más, se animará a dar el paso.
Es muy importante que vayamos poco a poco en este tema, dándole a nuestro hijo toda nuestra protección, pero siempre siendo racionales y educados. El primer paso es hablar con los tutores, que ellos puedan controlar la situación y que hagan de intermediadores con los niños que le causan molestia a nuestro hijo, y con sus padres, para ponerle remedio de la forma más cívica posible.
Todos los casos de acoso escolar tienen solución. Los niños son niños, y al final pueden acabar superando estas dificultades sin guardar rencor a sus compañeros. Lo más importante es que lo detectemos en una primera etapa, antes de que vaya a más, y acabar con el problema nada más consigamos detectar el acoso escolar. En este artículo tienes más información sobre el bullying.