A medida que los niños aprenden el lenguaje como forma de comunicación con otras personas, pueden detectarse algunos problemas en el habla que se irán solucionando poco a poco. Uno de los que más llama la atención es la dislalia en niños, o la dificultad para pronunciar algunos sonidos al hablar.
Con 2 o 3 años de edad, los peques ya tienen cierta autonomía para hacerse entender por otros niños y por los adultos. Por supuesto, cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje, pero unos años después, su capacidad comunicativa debería ser completa.
¿Qué pasa si un niño no puede pronunciar algunos sonidos? ¿Tu peque todavía tiene problemas para hacerse entender cuando habla? No te alarmes, los trastornos de articulación son más comunes en la edad preescolar de lo que puedas imaginar.
Descubre todo lo que debes saber sobre la dislalia infantil, qué otros trastornos existen como la disartria o la disglosia, y cuáles son sus causas. Te contamos cuándo y a quién acudir, y cuáles son los tratamientos más efectivos. ¡Toma nota!
¡Haz clic en lo que interese!
¿Qué es la dislalia?
La dislalia en niños es un trastorno del lenguaje que afecta a la capacidad que tienen los peques para articular ciertas palabras o sonidos. Por lo general, genera una mala pronunciación que no correspondería a su edad, fácilmente detectable por la familia o los educadores.
Hasta los 5 o incluso 6 años de edad, es normal que un niño o una niña tenga ciertos problemas de pronunciación, ya que aún está desarrollando la capacidad del habla. Pero a medida que crecen, el lenguaje madura y la capacidad fonológica se completa del todo.
¿Qué pasa si un peque se hace mayor y todavía nos cuesta entenderle cuando intenta comunicarse? Como ya vimos en El Blog de tu Bebé, el desarrollo del lenguaje en los niños tiene su propio tiempo de desarrollo:
La dislalia en niños tiende a desaparecer sin necesidad de realizar ningún tratamiento, a no ser que haya otro problema subyacente. En todo caso, los padres y tutores podemos ayudar a los peques a que aprendan a pronunciar correctamente.
Causas de la dislalia en niños
Dentro de los trastornos evolutivos del hablar (TSH), la dislalia o dificultad para pronunciar los fonemas suele ser fácil de tratar. La edad adecuada para detectarla es entre los 4 y 8 años, actuando correctamente para que este trastorno fonológico no se mantenga hasta la edad adulta.
El primer paso será siempre detectar cuál es la causa que lo produce y que afecta negativamente la precisión articulatoria de ciertos sonidos. Entre los motivos más frecuentes podemos destacar:
Evolutivas
Durante el proceso de aprendizaje del lenguaje, el niño puede tener problemas al pronunciar una palabra, sílaba o sonido. Esto es parte del desarrollo, y suele mejorar sin ninguna intervención.
Funcionales
Conocido específicamente como disartria, se trata de un trastorno de la ejecución motora del habla. Cuando los músculos de la boca, del rostro o del sistema respiratorio tienen dificultad para moverse, afecta de forma directa al habla y la pronunciación.
Audiógenas
Cuando hay algún problema auditivo, es normal que los peques tengan una distorsión en el aprendizaje del ritmo del habla. Esto es lo que se conoce como dislalia audiógena. La dislalia por acusia o la dislalia por otitis son fáciles de detectar y de tratar con ayuda médica.
Orgánicas
La disglosia es otro trastorno del habla que tiene relación con factores orgánicos. Si hay alguna malformación en la articulación de la mandíbula o en los órganos periféricos del habla, aparecen problemas de pronunciación muy complejos de tipo orgánico.
Psicológicas
En algunos casos aislados, el problema de pronunciación puede derivarse de un trastorno psicológico. Un trauma infantil, problemas familiares, acoso, problemas de socialización, e incluso trastornos afectivos, podrían ocasionar dislalia en niños de 4 a 5 años que están aprendiendo a hablar.
Tipos de dislalia infantil
En base a estas causas, podemos diferenciar dos tipos de dislalia en niños principales:
Dislalia funcional
También conocida como dislalia evolutiva, y siendo la más frecuente, es un trastorno pasajero en niños que tienen problemas en la pronunciación de fonemas como la R o la S. Se debe principalmente a que los órganos implicados en la pronunciación aún no están desarrollados del todo. Cuando estos se desarrollan, y con un poco de práctica, la dislalia desaparece.
Dislalia orgánica
Debido a problemas orgánicos, aparece una dificultad en el habla que impide la pronunciación correcta. En este tipo de dislalia englobamos anomalías del sistema nervioso, malformaciones relacionadas con las disartrías y disglosias, y problemas en el aparato fonador.
Síntomas de dislalia en bebés y niños pequeños
¿Cómo saber si mi hijo tiene dislalia? Hay algunas señales que podrían ayudarnos a detectar este problema a edades más tempranas, con el fin de actuar a tiempo cuando sea necesario:
- Habla ininteligible
- Dificultad a la hora de pronunciar algunas palabras o sílabas
- Omisión de algunas sílabas o fonemas mientras habla
- Distorsión de sonidos en el habla
- Sustitución de unos sonidos por otros
- Cambio del orden de los sonidos en una palabra o frase
- Dificultad para distinguir determinados sonidos cuando escucha
De 7 a 8 años ya se debería haber alcanzado una madurez articulatoria en el habla, y los niños y niñas tendría que hablar correctamente. Si estos persisten, sería necesario actuar.
De todas formas, cuando un niño de 4 a 5 años no es comprendido por su círculo cercano de personas cuando habla, o si tiene demasiados errores en el habla, es igualmente recomendable buscar ayuda de un especialista para realizar el correspondiente diagnóstico.
¿A quién acudir cuando un niño no habla?
Si desde la familia o la escuela hay alguna sospecha de la presencia de dislalia en niños, lo más adecuado sería acudir a un profesional para diagnosticarla y tratarla.
El tipo de profesional dependerá de la raíz del problema. Desde un médico para el tratamiento de una disfunción orgánica, hasta la participación de un psicólogo infantil o un logopeda.
Tratamiento de la dislalia infantil
No te preocupes, la dislalia no es un trastorno grave y tiene cura. Es conveniente corregirla rápido y a una corta edad para que no provoque problemas en posteriores etapas de la vida.
Acudir al logopeda es lo más habitual para niños entre 3 y 6 años. En función de cada caso, la técnica empleada por el especialista será individualizada. El tratamiento suele consistir en ejercicios y juegos para mejorar la articulación mandibular y mejorar la musculatura de lengua, labios y músculos relacionados con la respiración.
Estos mismos ejercicios se pueden seguir realizando en casa de una forma divertida, jugando y cantando canciones para que el tratamiento sea incluso más efectivo en un menor margen de tiempo.
Por su parte, la dislalia en niños que tiene una raíz orgánica se deberá tratar con una operación quirúrgica. La presencia de vegetaciones, un frenillo corto, o incluso un problema de maloclusión dental, son los más habituales y fácilmente corregibles.