¿Has oído hablar del nuevo método educativo que se ha puesto de moda entre los niños y jóvenes? Conocida como educación Maker, permite a los aprendices explorar por sí mismos sobre ciertas materias, para comprender y memorizar mejor los conocimientos.
A través de la práctica y la exploración, el método Maker ha demostrado ser más efectivo que otros métodos tradicionales que se centran en la teoría. En los colegios cada vez se opta más por una nueva educación más efectiva, y parecer ser que esta será el futuro para los estudiantes.
Pero, ¿en qué consiste la educación Maker? ¿Qué ventajas y beneficios ofrece, y por qué es mejor que otras? ¿Es posible aplicarla en casa o en el aula de manera sencilla? ¿Cómo podemos los padres y los hijos aprender con ella?
A través de esta guía intentaremos explicar al detalle todo sobre el nuevo movimiento Maker, su definición, el concepto, y cómo aplicarlo a la pedagogía. Toma nota y participa de la nueva educación emergente para ser uno de los primeros.
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¿Qué es la educación Maker?
La educación Maker lleva ya mucho tiempo aplicándose, pero no ha sido hasta hace relativamente poco tiempo cuando se ha ido encauzando para que su evolución sea del todo aprovechable para los padres y educadores.
Esta técnica transforma por completo el aprendizaje, de manera que los niños no memorizan la teoría y los conocimientos sin más, si no que exploran de manera práctica, creando y haciendo diferentes pruebas para afianzar mejor la técnica.
El movimiento Maker tiene su origen real en los años 50 en Estados Unidos, cuando algunas personas interesadas en la mecánica, entre ellas también jóvenes y niños, veían mucho más efectivo el hecho de experimentar para comprender qué pasaba. De ahí nacieron los ‘inventores digitales’ que hay hoy en día.
Poco a poco, el movimiento DIY (do it yourself) fue evolucionando hasta la técnica Maker de la que hablamos en la actualidad. Tal y como el nombre dice, los aprendices son ‘hacedores’, y tienen un espíritu curioso y activo en el mismo aprendizaje para formar parte de las investigaciones y seguir avanzando en la propia materia.
Fundamentos del método Maker
Si te fijas en la educación tradicional, la que todos hemos dado en la escuela, los niños se dedican a ver en los libros la teoría que tienen que memorizar para luego demostrar en los exámenes lo mucho que han aprendido. Pero, ¿de qué sirve esto?
Cuando la teoría no se practica no se puede retener en la mente durante mucho tiempo. Hacerlo con tus propias manos es más efectivo; probar, experimentar, descubrir y comprender es mejor que simplemente saber y trasladar ese conocimiento hasta que se olvida en la memoria.
Es en estos aspectos en los que se centra la educación Maker. Para comprender mejor en qué consiste hay que ahondar en las características del método y así poder aplicarlos en cualquier tipo de aprendizaje.
Autonomía
Lo más importante para que el alumno aprenda a través de la educación Maker es que disponga de total autonomía. Cada uno puede seleccionar qué proyecto le interesa más dentro de cada materia, para que esté totalmente interesado en la investigación que tiene por delante, y de la que será responsable.
Aprendizaje activo
Otro aspecto muy importante e interesante es el aprendizaje activo, ya que no se basa en la teoría, si no en la práctica pura y dura. A través de la experimentación, la creación, la construcción y otras acciones, los conceptos se entienden y se memorizan mejor.
Tecnología y nuevas herramientas
Hay veces que con la experimentación no se pueden hacer algunos proyecto directos. ¡No pasa nada! Con el uso de la tecnología, los ordenadores, programas adaptables a una tablet, y otras herramientas, se puede realizar cualquier tipo de proyecto de todas las materias posibles.
Creatividad
No hay que olvidar que cada alumno tiene su propio punto de vista, y que todos son igualmente válidos. La creatividad es otro fuerte del método Maker, dejando que los niños se expresen libremente y que compartan sus ideas para que, entre ellos, aprendan a resolver cualquier reto.
Desarrollo de habilidades
Habilidades importares para el desarrollo de los niños como el pensamiento crítico, la colaboración, la comunicación, o la experimentación se pueden adquirir más fácilmente con esta técnica. Si además se integran y mezclan diversas disciplinas, el punto de vista será más amplio, así como los beneficios obtenidos.
Aprendizaje colaborativo
Por último, aunque no menos importante, hay que recalcar la colaboración. Ningún científico ha conseguido llevar a cabo su descubrimiento sin la ayuda de otros. Y es que 4 manos hacen más que 2, y esto es un hecho. Está genial que todos colaboren en parejas o en grupo, estimulando la comunicación y algunas herramientas sociales básicas.
Cómo ejercer la educación Maker
Cada vez más escuelas están incluyendo la educación tipo Maker para que los niños aprendan mejor en determinadas materias. Desde las matemáticas, la tecnología, las ciencias o el arte, en realidad es fácil de integrar a cualquier ámbito de la vida y del aprendizaje.
¿Y en casa, cómo podemos utilizarla? Incluso si no eres educador, como padre o tutor, tú también puedes implementar este efectivo método. Vamos a ver algunas recomendaciones:
- Jugar a juegos de mesa que tengan relación con las ciencias o las matemáticas.
- Hacer experimentos de ciencias con productos y herramientas que todos tenemos en casa.
- Usas programas tecnológicos que se pueden instalar en el ordenador.
- Realizar maquetas y puzzles en familia, colaborando entre todos.
- Hacer trabajos artísticos en casa, utilizando diversos materiales.
- Cultivar plantas y hortalizas en casa.
- Acudir y participar en familia en ferias de ciencias.
¿Qué otras ideas se te ocurrirían a ti para hacer de la ciencia el mejor método educativo para tus pequeños?
Aulas Maker
Conocidos en Estados Unidos, su lugar de origen, como makerspaces, o aulas Maker, este tipo de centros de enseñanza son cada vez más abundantes en todos los países. Se trata de escuelas específicas que aplican la educación Maker para que los estudiantes aprendan sobre las materias.
Estas aulas reúne a chicos de más o menos la misma edad y con similares capacidades, para que aprendan de manera colaborativa, o en algunos casos, también individualmente. Proporcionan el espacio y las herramientas adecuadas, permitiendo que ellos mismos elijan su proyecto de manera autónoma.
Si te gusta el método Maker, o si te llama la atención y quieres valorar si incluirlo en la educación de tus peques, puedes buscar una de estas aulas y probar. Como actividad extraescolar es muy popular en Europa y Latinoamérica, y no se descarta que muchos colegios las incluyan próximamente.
De todas formas, la educación Maker se puede realizar fácilmente en casa con diversas técnicas que hemos visto o que puedes adaptar a tu manera. Crea tu propio makerspace en casa y pásalo en grande mientras fomentas la creación de esos pequeños genios en los que se convertirán tus hijos.
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