Una parte muy importante del aprendizaje de los niños es trabajar la conciencia fonológica. Además de la vista y el tacto, el medio auditivo es otra de las principales vías a través de las cuáles los bebés adquieren gran parte de los conocimientos, entre ellos el lenguaje hablado.
Como su propio nombre indica, la conciencia fonológica implica el uso de los oídos. Para poder comprender y expresarse correctamente, los niños aprenden su lengua materna, además de otras muchas habilidades que se van ampliando a medida que crecen.
La conciencia fonológica está estrechamente relacionada con el proceso de la lectoescritura. Para poder leer y escribir, el paso previo que tiene dar cualquier bebé es acostumbrarse a los sonidos.
Si bien la mayoría de los bebés adquieren estos conocimientos en la escuela, es posible practicar y reforzar su aprendizaje también en casa.
Vamos a ver por qué es tan importante la conciencia fonológica en los niños y en qué consiste exactamente. Descubre los mejores ejercicios y actividades para preescolar, infantil y primaria, y ponte manos a la obra.
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¿Qué es la conciencia fonológica?
La conciencia fonológica es la capacidad de reflexión que tenemos las personas para poder comprender de manera consciente los sonidos y qué significa cada uno. En relación con el lenguaje, consiste en la comprensión de las palabras habladas, cada una emitida con diferentes tipos de sonidos.
Esta es una habilidad que los niños empiezan a trabajar desde su nacimiento, incrementando la capacidad a partir de la etapa de infantil. No te pierdas cuáles son los trastornos del lenguaje en niños.
Cuando los peques son capaces de comprender qué les dicen los mayores a través de las palabras, su conciencia fonológica va aumentando poco a poco hasta tener una total comprensión del lenguaje hablado y escrito.
La gran mayoría de los niños adquieren esta capacidad de manera natural. No obstante, si existe algún problema en el aprendizaje, como puede ser la dislexia, es necesario dar una ayuda adicional.
Con la finalidad de que todos los niños puedan aprender, reconocer y utilizar los sonidos para comunicarse a través del lenguaje, hay que trabajar la conciencia fonológica de la forma más adecuada. Enseñar y corregir a tiempo previene de múltiples problemas futuros de aprendizaje.
Tipos de conciencia fonológica en niños
Existen dos niveles en los que los niños aprenden a comprender y utilizar de manera consciente los diferentes segmentos y palabras que forman el lenguaje.
A medida que van creciendo y desarrollando su inteligencia, los peques son cada vez más conscientes de la importancia de su uso.
Conciencia silábica
Es la habilidad de comprender las sílabas de una palabra. Al saber que las palabras están compuestas por diferentes sílabas, y que cada una de ellas se expresa con un golpe de voz, es más sencillo aprender a hablar correctamente y a poder leer.
Conciencia fonémica
El fonema es el sonido que tiene una letra en concreto, y cómo la combinación de varias de estas puede dar sonidos diferentes.
Con el simple hecho de cambiar una letra a una palabra, el significado no es el mismo, por lo que la manipulación de los fonemas es una excelente herramienta para el lenguaje.
¿A qué edad empezar a desarrollar la conciencia fonológica?
En las primeras etapas de vida de un bebé, este empieza a comunicarse a través del llanto, con gestos, balbuceos y sonidos que hace con la boca. También comprenden lo que les dicen los mayores, aunque el bebé se guía más por el tono de voz y los gestos que acompañan a las palabras, antes de saber qué significan estas.
No es hasta los 3 años de edad cuando los niños pueden empezar a trabajar la habilidad del lenguaje. En este momento son más conscientes del significado del lenguaje, comenzando por entender las sílabas, para después desarrollar la conciencia fonémica.
Desde edades más tempranas, los niños se dan cuenta de que las palabras están compuestas por sílabas, y son capaces de contarlas para pronunciarlas. Empezando con palabras de una, dos o tres sílabas, es mucho más sencillo.
Más adelante aprenden a cambiar las letras o los fonemas para tener una expresión hablada más completa. Solo así los niños estarán mejor preparados para que durante los cursos de preescolar y a lo largo de la primaria, adquieran la habilidad de la lectoescritura de una forma sencilla.
Cómo trabajar la conciencia fonológica en cada etapa
¿Qué ejercicios de conciencia fonológica podemos practicar en casa con un bebé? Según la edad del pequeño, hay algunas actividades muy sencillas que potencian su comprensión, ayudándole en sus primeros pasos con el lenguaje:
De 3 a 4 años
- Escucha consciente de determinados sonidos para detectar de dónde vienen o a qué corresponden.
- Detectar una palabra concreta dentro de una frase.
- Hacer rimas sencillas con palabras de una o de dos sílabas.
- Decir si dos palabras riman o no, y encontrar otras alternativas que rimen entre ellas.
De 4 a 5 años
- Contar las sílabas en palabras más cortas o más largas.
- Detectar qué sílaba es la inicial o la final en una palabra.
- Cambiar el sonido dentro de una palabra añadiendo otra letra.
- Pronunciar las letras de una palabra corta por separado, haciendo los sonidos de cada una de ellas.
De 5 a 6 años
- Pronunciar todos los sonidos de palabras más complejas a partir de 2 o 3 sílabas.
- Eliminar letras de una palabra pronunciándola de la manera en la que correspondería si se quitasen dichas letras.
- Cambiar o añadir nuevas letras en una palabra, pronunciándola con el nuevo cambio.
Actividades de conciencia fonológica en el aula y en casa
Vamos a ver algunos ejercicios de conciencia fonológica muy fáciles de hacer con materiales sencillos. Desde un nivel inicial para niños más pequeños y preescolares, hasta ejercicios que se pueden hacer en adolescentes que tienen problemas de fonología.
En cada una de estas actividades veremos un ejemplo y la mejor forma de adaptarlas a la edad y las necesidades de los peques.
Caja de los sonidos
Uno de los ejercicios fonológicos más sencillos para niños de todas las edades es hacer una caja con sonidos. En esta caja introduciremos letras y otros objetos a partir de los cuales habrá que practicar cada sonido asociado a ellos.
Por ejemplo, puedes introducir letras de plástico, de madera, o hacer unas tarjetas de cartulina con cada una de las letras. El niño sacará una de ellas al azar, para decir palabras que tengan el sonido de dicha letra.
Busca objetos alrededor que tengan la vocal o la consonante que haya salido. También podéis jugar a buscar nombres propios, o cualquier palabra de una temática concreta.
Si en lugar de añadir letras, ponéis en la caja otros objetos como animales de plástico, figuritas, o cualquier otro detalle, el juego consiste en buscar otras palabras que empiecen por la misma letra o sílaba que el objeto elegido.
Libro de los sonidos
De la misma forma que la caja de los sonidos, vamos a hacer un libro formando diferentes fichas con todos los sonidos posibles. Estos pueden ser sonidos asociados a una letra concreta, por ejemplo ‘sss’ para la letra S, o ‘ch’ para el conjunto de las letras C y H al ir juntas.
Cada uno de estos sonidos tendrá su propia página, encuadernándolas todas para hacer un libro. Al jugar, hay que abrir una página al azar, y trabajar los sonidos con palabras u onomatopeyas que lo contengan.
Número de sílabas
Para este juego vamos a escribir una palabra en la pizarra o en el cuaderno. Si el niño la puede leer solito, le pediremos que lo haga despacio, pronunciando bien cada sílaba. Cuando el niño no sepa leer, la pronunciará al adulto también lentamente.
El peque tendrá que contar las sílabas para trabajar su conciencia fonémica. Poco a poco id subiendo el nivel con palabras de más sílabas, o con aquellas que tengan sílabas complejas de varias letras.
Hacer rimas
Vamos a hacer un juego más divertido, enlazando palabras que rimen unas con otras. Escogiendo una primera palabra, hay que buscar tantas como sea posible que rimen con el final de esta.
Otra forma de jugar a enlazar palabras es utilizando la última sílaba de una palabra para encontrar otra que empiece por dicha sílaba. El juego sería por ejemplo: mesa-saco-comida-dama-maceta-taburete, y así sucesivamente.
‘Veo veo’
Un juego de toda la vida que ayuda a los niños a trabajar su conciencia fonológica es el ‘Veo veo’. El juego consiste en buscar algún objeto que esté alrededor, y diciendo por qué letra empieza, los demás tienen que averiguarlo.
Al ‘Veo veo’ se juega así: <Uno de los participantes se la queda y tiene que recitar: ‘Veo veo’, ‘¿Qué ver?’, ‘Una cosita’, ‘¿Y qué cosita es?, ‘Empieza por la letra…’
Si empieza por la letra A, los otros participantes tendrán que buscar a su alrededor objetos cuyo nombre tenga la letra A. El primero que adivine el objeto en cuestión, será quién se la quede la próxima vez, eligiendo otro objeto con una letra diferente.
A través de estos ejercicios para formar palabras, los niños aprenderán a pronunciar mejor, a hablar correctamente y mejorarán su lectura. La conciencia fonológica es un aprendizaje que los padres y educadores damos por hecho en los niños, pero es tanto o más importantes que otras capacidades que se adquieren a edades tempranas.
Que interesante y cuanto podemos y debemos ayudar al desarrollo de nuestros hijos. Unos ejercicios muy sencillos para hacer en casa en cualquier momento, sobre todo ahora en verano, verdad? A veces no le damos la importancia suficiente a este aprendizaje como bien comentas, así que, muy interesante sacar este tema para darlo a conocer. ¡Buen articulo!
Hola Nacho,
Muchas gracias por tus palabras.
Un saludo y que tengas un excelente fin de semana.