El primer día de guardería es un momento muy especial en la vida de todo niño, que en la mayoría de los casos no se suele llevar nada bien. Niños que lloran y padres que lo pasan realmente mal porque tienen que separarse de sus hijos de esta forma tan traumática para muchos; por esta razón, la adaptación a la guardería la tenemos que hacer de forma gradual, incluso varios meses de que llegue el gran día, para que el niño sepa qué es lo va a pasar y no lo lleve tan mal.
Mientras que para muchos niños que ya están acostumbrados a estar sin sus padres rodeados de otros primitos, el periodo de adaptación en la guardería es súper llevadero, hay otros niños que jamás se han separado de su familia, y al no conocer a los otros niños ni a los nuevos profesores, se sentirán solos y abandonados a su suerte.
Hoy vamos a ver algunas recomendaciones para dejar a los niños en la guardería los primeros días sin que se sientan solos, trucos para que adaptarse a la guardería sea mucho más fácil para ellos y para sus padres, y cómo resolver los problemas más frecuentes que se dan cuando dejamos a los niños por primera vez.
Toma nota, porque aunque el periodo de adaptación a la guardería sea cortito en vuestro caso, seguro que con estos consejos lo podréis hacer menos duro y que el sufrimiento para ambas partes sea prácticamente nulo.
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Adaptación a la guardería por pasos
Consejos para la adaptación a la guardería
- Prepárales antes de que llegue el gran día. No esperes hasta el primer día de guardería para explicarle a tu peque qué va a ocurrir a partir de ese momento. Inventa juegos para que entienda en qué consiste la guardería, e incluso ve con él a su nueva guarde para que la vea antes de que llegue el nuevo curso.
- No te muestres triste delante de ellos. Por mucho que te cueste mantener tu entereza en el momento de la despedida, no te pongas triste delante de ellos, porque pueden interpretarlo como que te vas a ir para siempre. Hazle ver lo contenta que estás de que ya sea mayor y vaya a la guardería, y por lo bien que se lo va a pasar y lo mucho que va a aprender. Si te ve animada, seguro que lo ve como algo positivo, y también tendrá ganas de probarlo por sí mismo.
- Ten buena relación con los profesores. Todos los días cuando dejes a tu peque en la guarde, habla con sus profesores, muéstrate amigable con ellos, para que tu hijo vea que es una persona en la que tú confías, y en la que él puede confiar. No te olvides de decirle a sus profesores cuáles son tus trucos para calmar a tu peque, y así podrán utilizarlos ellos también para que el niño se sienta más confortado en sus primeros días.
- Despídete siempre de ellos. Nunca te vayas de las guarderías para bebés dejando a tu hijo en un momento en que esté distraído, sin ni si quiera despedirte de ti. Los niños pequeños pueden ver este gesto como un abandono, sin comprender por qué sus padres han desaparecido y le han dejado solo con gente que aún no conoce. Aunque te dé mucha y tengas que irte viéndole llorar, explícale que te marchas, dale un beso y despídete contándole que vas a trabajar y que en unas horas volverás a por él.
- Pídele que te cuente qué ha hecho cuando salga de la guardería. Cada día, cuando vayas a recoger a tu peque, hazlo con alegría y pregúntale qué tal ha pasado el día y qué ha hecho con sus compañeros y sus profesores. Hazle ver que ir a la guardería es una obligación que tienen los niños al igual que los mayores tienen que trabajar, y que también es el comienzo para aprender mucho y ser la persona que desee en la vida cuando crezca.
- Dales el tiempo que necesiten para su adaptación a la guardería. Hay niños que lo llevan mejor que otros, y mientras que algunos solo lo pasan mal el primer día, hay otros que tienen una mala adaptación a la guardería y siguen llorando varias semanas después, y que cada vez que empiezan el curso, vuelven a pasarlo fatal por la nueva adaptación. Tienes que ser paciente, ya que el tiempo de adaptación a la guardería es diferente, y animarles en todo momento, el tiempo necesario hasta que estén preparados para no llorar y afrontar solitos la nueva situación.
Problemas de la adaptación a la guardería
En ocasiones, aunque sigamos un plan perfecto para que la adaptación a la guardería de nuestro peque sea más llevadera, hay niños que no consiguen superarlo del todo, y necesitan más tiempo y más esfuerzo por parte de sus padres y educadores.
Cuando se producen estos problemas de adaptación, los padres debemos estar atentos para detectarlos según estos signos, y ponerle remedio cuanto antes:
- Está muy dependiente de sus padres. Si el niño ya ha pasado varios meses de guardería, y al salir cada día se muestra muy apegado y dependiente de sus padres, no es normal y es posible que tengamos que actuar de alguna forma para que logre adaptarse definitivamente.
- Su carácter ha cambiado. Si además de ello, el niño se muestra más triste, asustado, tímido, o incluso más rebelde y y desobediente, también puede indicar que no está llevando demasiado bien su etapa en la guardería, y tengamos que poner más de nuestra parte para ayudarle.
- Sufre retrocesos en su desarrollo. Otros niños se vuelven más infantiles porque lo pasan mal en esta etapa, piden más mimos, se hacen pipí en la cama, rechazan la comida que antes tomaban tan bien… y muchos otros detalles que hacen porque lo están pasando mal o porque necesitan más atención de sus padres.
- Está triste durante el día. Hay niños que lo pasan mal y se les nota mucho más triste durante las horas que están en casa; lloran más, no quieren jugar, solo quieren estar en los brazos de sus padres.
- No puede dormir bien durante la noche. La tristeza y el pasarlo mal esta etapa también se puede traducir en una forma de dormir mucho más accidentada, con trastornos en el sueño, pesadillas, que se han pipí en la cama, y mucho problemas que puedan indicar que la adaptación a la guardería no está siendo favorable y que necesitan más atención por parte de sus padres para poder superarlo finalmente.