La personalidad de los más pequeños comienza a forjarse desde su más temprana infancia. Para poder desarrollar todas las fortalezas en los niños, los adultos tenemos la responsabilidad de sacar a relucir esas habilidades innatas que todo pequeñín tiene.
Los niños no nacen con las herramientas que necesitan para enfrentarse a la vida. A medida que crecen van adquiriendo sabiduría, conocimientos sociales, un buen sentido del humor, así como otras emociones y formas de ser. Todo esto determinará lo que serán en su etapa adulta.
Si tú también quieres darle la mejor crianza a tus hijos, cuanto antes empieces, mucho mejor. Sin embargo, nunca es tarde para ponerse con ello. Desde que son bebés hasta que se convierten en adolescentes, los peques absorben todo como esponjas.
Descubre cuáles son las fortalezas de los niños más importantes, y cómo puedes trabajar con ellas para que las desarrollen correctamente. Recuerda que cada peque es diferente, así que te tocará descubrir cuáles son sus mejores capacidades, trabajándolas con esmero.
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¿Qué son las fortalezas de las personas?
Las fortalezas personales son una serie de cualidades y características positivas que tienen las personas. En algunos casos se nace con ellas, pero en la mayoría de ocasiones, su aprendizaje se hace a lo largo de la infancia, una etapa clave en la que los niños forman su personalidad.
Gracias a estas cualidades, cada uno nos diferenciamos de los demás. Son capacidades únicas, que forman parte de la manera de ser, que nos traen felicidad y éxito en diferentes campos de la vida.
Como padres y educadores, debemos tener claro que las fortalezas en los niños no serán las que nosotros queramos. Cada quien tiene las suyas propias, y nuestro único trabajo es ayudar a los peques a que puedan desarrollarlas al máximo.
Hay niños a los que se les da mejor el arte, como la pintura o la música. Otros son unos cerebritos en ciencias, con una excelente capacidad de razonamientos. En cambio los hay que son más humanos, con una sensibilidad única que les hace entender a los demás. ¿Cuál crees que son las fortalezas de tu hijo?
Trabajar las fortalezas desde la infancia
Si aún no tienes claro qué fortalezas de un niño son las que mejor maneja tu peque, no te preocupes, lo irás descubriendo con el tiempo. Estas incluso pueden ir cambiando a medida que se forja su personalidad.
Lo único importante para desarrollar las fortalezas de los niños es que los adultos les demos un buen respaldo. Habrá momentos en los que se equivoquen, que lo pasen mal, e incluso también en los que se sentirán orgullosos de sí mismos. Tanto para lo bueno como para lo malo, ahí debemos estar.
Alentar las fortalezas en un niño o niña tiene múltiples beneficios. Los más peques se sienten realizados, reforzando su autoestima en esta etapa crucial. Asientan poco a poco las bases de su futura personalidad, y se preparan para cuando sean mayores.
Conocer las fortalezas en niños desde la infancia es una excelente guía para sus vidas. Cuando desde bien temprano sabes qué es lo que se te da bien, el camino se irá marcando por su cuenta, y se llenará de más éxitos, logros y satisfacciones. ¡Cuantos más, mejor!
Fortalezas en los niños más importantes
El concepto de las fortalezas en los niños nació de la mano de dos psicólogos, Martín Seligman y Christopher Peterson, creadores de la ‘psicología positiva’. En un principio, los dos autores del estudio determinaron que existía un total de 24 fortalezas personales, y las clasificaron en 6 grupos.
Los grupos eran los siguientes:
- Conocimiento y sabiduría
- Humanidad
- Templanza
- Justicia
- Coraje
- Transcendencia
No vamos a hacer un análisis completo de las 24 fortalezas en los niños que podemos trabajar. Si quieres saber más de ello, puedes encontrar mucha más información en el estudio que hizo la psicóloga Beatriz Vera Poseck (archivo en PDF de 89 KB).
Lo que sí vamos a ver es un pequeño resumen de los consejos que nos dan los expertos para poder trabajar las fortalezas y debilidades de un niño de preescolar o infantil, desde el punto de vista de los papás y los educadores. ¡Así te será más fácil ponerlo en práctica!
Sabiduría
Hay niños y niñas que tienen una mayor capacidad de razonamiento, memorización, y perspectiva para entender cómo y por qué pasan las cosas. En el ámbito del conocimiento y la sabiduría, es una capacidad que todo peque debe desarrollar, pero que a algunos se les dará mejor que a otros.
Ayuda a tu pequeñín a adquirir conocimientos teóricos a través de los libros, documentales y otros medios, desarrollando también la capacidad de aprender de los errores. De esta manera se adaptará mejor a su entorno, siendo una persona mucho más resolutiva.
Empatía
Trabajar la humanidad de los niños es otra responsabilidad de los papás. Saber ponerse en la piel de los demás, ayudar a quien lo necesite, y responder ante el cariño de los demás, es muy importante para todos los seres humanos.
Las personas somos seres sociales, y necesitamos aprender a tener una buena relación con los demás. Desde pequeños los niños construyen poco a poco la inteligencia emocional que les hará adultos con relaciones más saludables.
Justicia
Tener sentido del juicio, la igualdad, saber defenderse a uno mismo y luchar por los que más lo necesitan, son otras capacidades que se aprenden desde niño. Hay personas que nacen con este sentido de la justicia, pero desarrollarlo se consigue a través de los años.
Algunas de las fortalezas en los niños que corresponden a este grupo son la equidad, la responsabilidad y el sentido del liderazgo. Como bien sabrás, no es lo mismo ser jefe que comportarse como un buen líder. Para que haya justicia hay que saber ponerse al mismo nivel que los demás, porque nadie es más que nadie.
Perseverancia
Entre las 5 fortalezas de un niño más importantes, la perseverancia es altamente destacable. ¿Por qué motivo? Pues porque en la vida nos caeremos mil veces, pero tendremos que levantarnos mil y una vez para seguir adelante.
Los niños que crecen educándose en la perseverancia, la lucha, la valentía y el entusiasmo saben que no deben rendirse nunca. Hay que tener mucho coraje para lograr el éxito en la vida. Y como bien sabes, el éxito es sinónimo de felicidad y se mide a nivel particular, nunca comparándose con los demás.
Autocontrol
Cuando hacemos un análisis de las fortalezas y debilidades de un niño, hay una que suele fallar con frecuencia. Los niños tienen un menor nivel de frustración cuando algo no sale bien o no consiguen lo que quieren. Para que esto no les afecta en la etapa adulta, hay que trabajar la templanza.
El autocontrol es una de las cualidades y fortalezas de un niño clave a lo largo de la vida. Ayuda a saber distinguir cuándo es necesario luchar un poquito más, y cuándo es suficiente y hay que parar. Se aplica a muchos ámbitos de la vida, y enseña a los peques a ser humildes y tener la prudencia justa.
Optimismo
Hay debilidades de un niño con las que no nacen, si no que van adquiriendo en algunos casos. Una de ellas es el pesimismo, ya que si te paras a pensarlo, por lo general los niños son optimistas, y somos los adultos los que tendemos a ver ‘el vaso medio vacío’.
Para evitar que sea pesimista de mayor, enseña a tu peque a ser una persona optimista, a relativizar los problemas, y a ver el lado positivo de todo. Tenderá a ser realista, pero siempre dispuesto a luchar por conseguir lo que desea.
Gratitud
Del mismo modo hay que desarrollar otra de las fortalezas en los niños, el sentido de gratitud. Es cierto que de pequeños no se dan cuenta de la suerte que tienen, por lo que deben aprenderlo de la manera más adecuada.
Un niño que sabe dar las gracias y apreciar lo que se gana por él mismo es mucho más feliz. Se siente más satisfecho, realizado, y por lo general, está más comprometido con los demás y con el medio que le rodea.
Sentido del humor
Por último, aunque no menos importante, queremos destacar otra de las fortalezas en los niños que nos parecen muy interesantes: el sentido del humor. Sin duda, el sentido del humor marca la diferencia a la hora de relativizar las cosas.
No es lo mismo tomarse las bromas a la tremenda, que saber solventar los conflictos y los problemas con un poquito de alegría. Los niños más divertidos, que saben bromear de una manera sana, y que incluso hacen bromas de sí mismos, son personitas más felices que saben disfrutar de los pequeños momentos.
Consejos para potenciar las fortalezas de los niños
Para poder trabajar en las fortalezas de una persona, podemos utilizar ejemplos con los que dar explicaciones, o directamente ponernos manos a la obra. Las acciones, hacer pruebas y errores, e incluso cuando los padres predicamos con el ejemplo, son las mejores vías de aprendizaje de los peques.
Por ello, si te quieres centrar en las fortalezas de aprendizaje de tus hijos o alumnos, no dudes en poner en práctica estos tips que en su momento ya nos dieron los fundadores de este concepto tan importante en el mundo de la psicología infantil:
- Fija unos valores en los que quieras educar a tus hijos y alumnos, y síguelos para lograr tus objetivos.
- Usa recursos variados para poner ejemplos de situaciones en las que los niños se puedan ver reflejados: cuentos, dibujos animados, hechos de la vida cotidiana, etcétera.
- Lleva estos conocimientos a diferentes tipos de juegos o teatrillos con los que practicar.
- Aprovecha para ser el mejor ejemplo para los niños en momentos en los que puedan aprender.
- Analiza los errores y pídele ayuda a los niños para buscar posibles soluciones.
- No siempre tienes que seguir las pautas que marcaste en un principio. Si algo no funciona, nunca es tarde para ponerle remedio y cambiar el camino.
- Trabaja la inteligencia emocional todos los días, aprendiendo más sobre las emociones y cómo expresarlas.
Ante cualquier duda sobre cómo desarrollar las fortalezas en los niños de manera adecuada, los expertos en psicología pueden ayudarte. Recuerda que cada uno tenemos nuestras propias capacidades, y si no sabes ver cuáles son las de tus peques, otro punto de vista externo podría ayudarte a hacer un análisis exhaustivo.