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Cuando un bebé nace de forma prematura, su pequeño cuerpo no está todavía tan desarrollado ni tan protegido como debería, y pueden presentarse algunos problemas en sus primeros días, que además deriven en problemas mayores a medida que el niño va creciendo.
En un principio, los bebés prematuros que nacen y son tratados en el hospital por el doctor, no tienen por qué sufrir ningún tipo de riesgo. No obstante, sí que hay riesgos leves que pueden repetirse en los bebés prematuros, y nunca está de más que los papás estemos preparados para superar si se dan en nuestro bebé.
Bebés prematuros; posibles problemas en sus primeros días
Hoy en día existen tantos medios para ayudar a los bebés prematuros a salir adelante, que el riesgo de supervivencia es mínimo.
Lo que sí puede incrementar en estos bebés son las posibilidades de sufrir algunos trastornos que nos tengan a los papás preocupados los primeros días tras el nacimiento. Aunque son riesgos muy fáciles de superar, cabe la posibilidad de que nuestro bebé también pase por ellos:
– Problemas respiratorios (pulmón húmedo). En el bebé prematuro puede haber un exceso de líquido en sus pulmones, ya que estos órganos no se han formado del todo todavía, y necesitan terminar de hacerlo.
El bebé tendrá problemas para respirar durante un plazo máximo de 3 días, en los que tendrá que estar con respiración asistida, pero en poco tiempo el líquido se habrá reabsorbido, y el pequeño podrá respirar por su cuenta.
– Infecciones. Una infección en un bebé prematuro puede ser muy peligrosa, por lo que siempre se evitará que el niño esté en contacto con cualquier tipo de microorganismo que pueda causarla.
Nada más nacer, al bebé se le toma una muestra para comprobar si hay alguna infección, y acto seguido se aplica un tratamiento leve con antibióticos. Si los resultados del análisis son negativos, el tratamiento se suspende, pero nunca está de más prevenir.
– Ictericia. Aunque en muchos bebés que nacen a término también se puede dar, la ictericia es más común en bebés prematuros, porque su hígado todavía no está bien formado.
La ictericia se presenta como un color amarillento en la piel, cuando no se puede eliminar la bilirrubina de la sangre debido a que le hígado no tiene todavía para hacerlo tan rápido. Para ayudar al bebé a eliminarla se hace un tratamiento de fototerapia, que durará entre 3 y 10 días hasta que la luz consiga convertir toda la bilirrubina y eliminarla de la sangre.
– Problemas para comer. Un bebé prematuro todavía no está preparado para enfrentarse a su primera comida; no tiene el sistema digestivo desarrollado y tampoco sabe cómo tiene que tomar el pecho.
Hay bebés que pueden aprender desde el principio a tomar el pecho, pero si le cuesta, será necesario darle el biberón o ponerle una sonda en el estómago. Tardará más en ganar peso, pero si tenemos paciencia, en pocos días notaremos el gran cambio, y ya no habrá nada que lo pare.
– Problemas para ganar peso. Al no poder comer bien, es más difícil que cojan peso en comparación a un bebé normal. Puede incluso que un bebé prematuro pierda peso en sus primeros días de vida, y es importante que no lo hagan, y que en cambio engorden más rápidamente.
Cuando los bebés prematuros no ganan peso, la mejor solución es la alimentación con sonda. Puede parecernos un poco violenta, pero sin duda es la opción más acertada y segura para que el bebé comience a crecer, y los médicos van a hacerlo tan bien y correcto, que notaremos el cambio en pocos días. ¡No hay que tenerle miedo!
