¿Buscando actividades para niños con discapacidad visual? ¡Llegaste al lugar indicado! Durante la infancia, el 80% del aprendizaje se adquiere a través de la vista. Todos sabemos que los niños aprenden por imitación, de lo que ven a través de las personas que les rodean.
Pero, ¿qué ocurre cuando un peque tiene discapacidad visual? ¿Cómo podemos favorecer su aprendizaje en el aula si tiene una visión limitada? Esto no tiene por qué convertirse en una limitación.
Por suerte, hoy en día existen infinidad de herramientas educativas al alcance de los padres y educadores que interactúan día a día con niños con algún tipo de problema de visión.
Desde una ceguera total, hasta una visión limitante. No hay niño que no tenga desarrollada su capacidad de aprendizaje a través del resto de sus otros sentidos.
Y es que la visión puede ser el sentido primordial para la mayoría de los niños, pero no el único. Los estímulos auditivos, el tacto, e incluso el sentido del olfato y el gusto, son otros medios a través de los cuáles pueden aprender utilizando diferentes recursos. ¡Vamos a ver cómo!
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¿Qué es la discapacidad visual?
La discapacidad o deficiencia visual se considera como la disminución total o parcial del sentido de la vista.
Teniendo en cuenta que una gran parte de la información para la vida cotidiana implica el órgano de la visión, según la definición de la ONCE, los niños que nacen con algún tipo de problema de vista se ven afectados durante su aprendizaje en la escuela.
Existen diferentes niveles de discapacidad visual, haciendo referencia a la limitación total o parcial de la vista. En algunos casos, la discapacidad visual en niños puede manifestarse desde el nacimiento, mientras que en otros se da una pérdida de funcionalidad progresiva.
Niveles de discapacidad visual infantil
Hay varios tipos de discapacidad visual, según el grado de visión que tiene el niño, y también con respecto a la funcionalidad de su sentido de la vista.
Entre ellos distinguimos los siguientes niveles de ceguera, clasificados de más a menos:
Ceguera total
Es la discapacidad visual más limitante en niños, ya que no pueden percibir ningún tipo de estímulo exterior a través de la vista.
Ceguera parcial
Cuando se produce una ceguera parcial, los niños pueden detectar las siluetas de objetos y personas, e incluso percibir luz y movimiento.
Baja visión
Aunque no es una ceguera total, los niños necesitan adaptar algunos objetos para su aprendizaje y su vida diaria. Perciben estímulos visuales, aunque no pueden fijar la vista en objetos pequeños, como por ejemplo en un libro.
Visión límite
Es un tipo de discapacidad menos limitante, que no limita del todo el aprendizaje de la manera habitual en la escuela.
Los niños necesitan adaptaciones de algunos de sus materiales escolares, aunque pueden aprender lectura y escritura según sus capacidades particulares.
Niños con discapacidad visual en el aula
Cada niño es diferente al resto, y tiene sus propias necesidades a la hora de aprender. Según los diferentes grados de discapacidad visual, es posible adaptar el programa educativo a cada peque, sin que la ceguera infantil sea un inconveniente a la hora de desarrollarse.
En el caso de ceguera total, o de otro tipo de discapacidad visual en niños que resulte altamente limitante, los profesionales de la educación le ayudan a desarrollar otros sentidos, siendo el tacto y el oído los más empleados.
Conocida como percepción háptica, poder manipular objetos permite a los niños aprender a moverse en el medio que le rodea, brindándole miles de posibilidades para desarrollarse correctamente.
Hoy en día, la deficiencia visual en educación infantil no presenta ningún reto para los educadores.
La inclusión de los niños en el aula se consigue a través de una amplia gama de materiales y herramientas adaptados al aprendizaje en infantil y primaria, que pone a los niños ciegos al mismo nivel que cualquier otro niño que no tenga ningún tipo de discapacidad visual.
Poner en marcha un buen sistema de inclusión educativa desde edades tempranas es primordial para que los pequeños tengan un correcto desarrollo evolutivo.
La mejor forma de preparar a los niños para el futuro es comenzar a actuar lo antes posible, adaptando el programa educativo a la edad y necesidades de cada individuo.
Juegos para niños con discapacidad visual en el aula
Aunque existen muchas herramientas para los educadores que trabajan con niños que tienen algún tipo de discapacidad sensorial visual, en esta ocasión nos centramos en la parte más divertida: los juegos.
No hay que olvidar que jugar es una parte muy importante del aprendizaje de los niños. Les permite interactuar con el medio que les rodea y aprender de él.
Sobre toco cuando existe minusvalía visual, una manera de ponérselo más fácil y de hacer el aprendizaje más divertido es a través de originales actividades que desarrollen los sentidos de los pequeños, más allá de la vista.
Orientación espacial
A través de este juego, los niños con diferentes tipos de discapacidad visual aprenderán a orientarse en el espacio del aula.
Conocer en profundidad cómo se distribuye un ambiente dónde suelen moverse, como puede ser su casa o la escuela, es imprescindible para que tengan total autonomía en su vida diaria.
Desarrollo
El niño se colocará en la puerta de entrada del aula, preparado para seguir las indicaciones del educador. Este tendrá que dirigirle a los diferentes lugares del aula a través de movimientos que se enunciarán de forma clara y sencilla.
Por ejemplo, para llegar al asiento que ocupará el niño cada día en clase, desde la puerta de entrada se le indicará: da cuatro pasos al frente, gira a la derecha, y camina 3 pasos más.
Practicar este juego a diario le permitirá conocer en profundidad la distribución del aula y de otras zonas comunes como el comedor o los aseos.
Con estas indicaciones, el niño aprenderá dónde están localizadas las cosas, como su pupitre, la mesa del profesor, las mesas de sus compañeros para no chocar contra ellas, los libros y otras herramientas de uso diario que podrán necesitar y a las que accederán por su cuenta.
Juego de equilibrio
Otra actividad importante para los niños con diferentes tipos de ceguera es aprender a mantener el equilibrio. Según el grado de discapacidad visual, el equilibrio natural del individuo puede verse afectado, y por ello es importante entrenarlo.
Desarrollo
Este juego se puede hacer grupal en el aula. Cada niño ocupará su espacio, colocándose de pie en un lugar despejado. El educador irá dando las indicaciones de los movimientos a seguir.
Comenzando por levantar un brazo, después otro, levantar el pie a media altura o levantar la rodilla, cada niño irá haciendo las posturas indicadas. Por ejemplo pueden elevar una pierna hacia delante, o levantar la rodilla para tocarla con el codo contrario. Así hasta aumentar el nivel de dificultad.
En normal que cada niño tenga un nivel de equilibrio diferente. Por este motivo es importante analizar cuáles son las limitaciones y dificultades, para trabajarlas de manera individual durante y después del juego.
Sonidos de animales
Además del sentido del tacto, cuando el campo visual de los niños es limitado, los sonidos son una buena opción para trabajar la discapacidad de la vista.
Para hacerlo más divertido, en lugar de seguir las órdenes del profesor, en niños más pequeños se pueden usar otros estímulos auditivos como los sonidos de animales.
Desarrollo
Este juego es muy sencillo. Consiste en poner diferentes sonidos de animales, colocando varios reproductores en diferentes zonas del aula. Cada niños tendrá asignado un animal en concreto, y tendrá que dirigirse a la zona en la que oiga el sonido de su animal.
Para que no haya confusión, lo habitual es hacer 3 o 4 grupos, escogiendo sonidos muy diferentes entre ellos. Por ejemplo el de un elefante, un ave, un león y un lobo, para después ir subiendo niveles de dificultad con sonidos más complejos.
Los niños, además de desarrollar la capacidad auditiva, también podrán aprender a orientarse siguiendo los sonidos del ambiente que les rodea. Es importante que ellos mismos sepan moverse por el aula sin ayuda, evitando chocarse con el resto de compañeros.
Reconocer objetos
Pasando del sentido del oído al tacto, otro juego para niños con discapacidad visual es el reconocimiento de objetos. Al tocar diferentes materiales, formas y tamaños, los niños desarrollarán este sentido, mejorando sus capacidades futuras.
Desarrollo
Para ello, el educador pondrá al alcance de cada niño diferentes objetos comunes. En cada sesión es posible trabajar características como el tamaño, los materiales, las texturas, e incluso asociar de alguna manera el color de cada objeto.
El niño sentado cómodamente frente a una mesa recibirá los objetos uno a uno para analizarlos. Sin que el educador le diga de qué se trata, tendrán que adivinar qué son o de qué materiales están hechos.
Aunque hay otros muchos juegos para niños con discapacidad visual, este es el más sencillo que se puede utilizar desde infantil. Los peques desarrollan la capacidad sensorial y de perspectiva, con el sencillo estímulo de la motricidad fina de sus manos.
Adivinar el oficio
¿Y si elevamos el nivel de dificultad del juego anterior intentando adivinar para qué se utilizan los objetos?
El campo visual de los niños no es ninguna limitación de aprendizaje para ellos con respecto a sus actividades futuras. Y esto conlleva reconocer oficios de todo tipo.
Desarrollo
En cada sesión, los niños aprenderán a identificar una cantidad concreta de oficios. Para ello, seleccionaremos algunos objetos de uso común para cada profesional, que los niños tendrán en sus manos para reconocer de qué se trata.
En esta ocasión, en lugar de tener que adivinar qué es cada objeto, la misión es relacionarlos con una profesión. Por ejemplo, pondremos delante de un niño objetos típicos que usan los médicos, jardineros, bomberos, limpiadores, profesores, cocineros y otros oficios comunes.
Una vez más, la dificultad puede subir, escogiendo en las siguientes sesiones otros objetos que quizás el niño no haya tocado nunca, pero que podría averiguar para qué sirven. Por ejemplo una cinta métrica de costura, o herramientas poco comunes para un oficio más específico.
Carrera de obstáculos
Cuando los niños con algún tipo de discapacidad visual ya tienen un mayor control del espacio, es posible hacer juegos más completos con ellos, con los que aprendan a moverse con total libertad.
En este caso vamos a preparar una especie de gincana, jugando a través de señales y órdenes para moverse por el aula.
Desarrollo
Este juego es más completo, y está recomendado para niños más mayores. Por grupos, a cada chico le tocará hacer una prueba concreta, avanzando en el juego al usar diferentes técnicas de las que ya hemos visto.
Comenzamos por ejemplo haciendo una primera prueba en la que uno de los miembros del grupo tendrá que moverse siguiendo las indicaciones exactas, hasta llegar al lugar marcado. Una vez allí, le dará el relevo al siguiente compañero que tendrá que dirigirse hasta otro guiándose por un sonido.
Este chico llevará en su mano un objeto, que tendrás que dar al compañero, el cuál tendrá que adivinar de qué se trata para pasar al siguiente nivel. Poco a poco se supera una prueba tras otra, hasta llegar al final, proclamándose ganadores el primer grupo que lo consiga.
Acciones educativas para niños con discapacidad visual
Además de estas actividades, es muy importante seguir trabajando el desarrollo de los sentidos de los niños que tienen discapacidad visual.
Una correcta estimulación auditiva, de tacto, y por supuesto también estimulación visual si no se trata de un caso de ceguera total, mejora el aprendizaje diario de los pequeños en el aula.
Poder adaptarse fácilmente al entorno, adquirir buenos hábitos para aprender por sí mismos, y lograr un control de sus movimientos en determinadas situaciones, prepara a los niños para se adultos autosuficientes.
Como puedes ver, la discapacidad visual no tiene límites a la hora de aprender durante la infancia, siempre que se sigan una pautas acordes a las necesidades de cada niño. No dejes que el déficit visual se convierta en un problema en la educación de los más pequeños.
Como dijo Braille «las personas que ven tienen muchos deseos, los ciegos sólo uno». Y ya no digamos nada los sordociegos, con dos deseos entonces, o por lo menos uno. Esto mismo, o muy parecido, se puede decir para las otras discapacidades. O por lo menos para la gran mayoría. Aunque también tienen otros deseos, claro. No debemos ser soberbios los que tenemos la suerte de no tener discapacidades, aunque todos somos un poco discapacitados en cierto modo.