Una actividad bastante frecuente hace algunos años, y que hoy en día tememos bastante más hasta el punto de querer evitarla a toda costa, es la extirpación de las ‘anginas’ en niños. Lo que conocemos por ‘anginas’ no son más que unas amigdalas hipertroficas, cuando este órgano sufre un crecimiento exagerado en los niños, provocándoles problemas a la hora de respirar, y sobre todo durante el sueño.
El crecimiento anormal de las amigdalas es más frecuente en bebés y niños de lo que podemos llegar a pensar, pero tiene fácil solución. Es importante siempre acudir al médico para diagnosticar y procurar un tratamiento efectivo, pero tampoco está de más que los papás sepamos a qué nos enfrentamos cuando nuestros peques pasan por este momento.
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Amigdalas hipertroficas, ¿por qué aparecen?
Las amigdalas hipertroficas aparecen en niños que han sufrido varias infecciones de forma recurrente. En esta zona de la garganta se encuentra gran cantidad de formaciones linfoides, que suponen una primera barrera defensiva ante los gérmenes que penetran en el cuerpo del pequeño por esta vía, y una vez que se han visto activadas por una infección, puede que se queden en alerta durante mucho tiempo, manteniéndose su forma inflamada.
Cuando las amigdalas están inflamadas, el niño tiene menor hueco en la garganta. Además de sufrir dolor al tragar sólidos y líquidos, también puede tener más dificultades a la hora de respirar, sobre todo durante la noche, cuando los niños tienden a respirar sobre todo por la boca.
Un niño que sufre de amigdalas hipertroficas puede tener una nutrición poco adecuada por no querer comer debido al dolor, y puede tener alteraciones respiratorias, alteraciones del sueño, y cansancio crónico que le dificulte el crecimiento físico y el desarrollo mental.
Por esta razón, los médicos siempre recomiendan que las ‘anginas’ sean extirpadas en los niños que sufren una inflación constante.
¿Qué beneficios tiene la extirpación de las amígdalas? ¿Es peligroso?
En términos médicos, la extirpación de las amigalas se llama amigdalectomía, y se recomiendo sobre todo por dos razones:
- amígdalas demasiado grandes que dificultan la respiración del niño
- infecciones recurrentes que no cesan con el uso de antibióticos
La extirpación de unas amigdalas hipertroficas se recomienda en niños a partir de los 3 años, cuando no entrañan ningún riesgo para los pequeños, o bien en niños menores cuando es necesario una intervención de urgencia que determinará el doctor.
Para nada es una operación peligrosa. Es una intervención muy rápida, sencilla y segura, y permite al niño que pueda tener una vida normal, sin riesgo a que su sistema inmune se vea mermado, ya que se reactivarán otros órganos inmunológicos como soporte para evitar infecciones en los niños. No debemos tener miedo si a nuestro niño le van a intervenir de una amigdalas hipertroficas, porque será mucho mejor pasa su salud y bienestar.
Yo estoy operada, y mi peque mayor también. Lo operaron con 4 años por otitis de repetición. La verdad es que está genial ahora y ha pasado un invierno estupendo.
Tengo un hijo de 5 años que no come casi nada sólido y tiene amígdalas hipertróficas y quisiera saber si puede ser por este motivo que el niño sea reticente al sólido.
Un saludo.
Hola Miriam. No sabría decirte exactamente si es un motivo o no por el que tu peque no quiere comer sólidos. Efectivamente, puede ser que le duela o le moleste la garganta al tragar; pero tendría que verle un pediatra para saberlo con exactitud. ¿Lo has llevado ya a un especialista? No dudes en ir en persona para que le hagan un diagnóstico.