A lo largo de la etapa de crecimiento del bebé es necesario acudir con frecuencia al doctor para realizar una serie de revisiones. ¿Cada cuánto tiempo tengo que llevar a mi bebé al pediatra? No es necesario esperar a que enferme para hacer un chequeo completo de su estado de salud y su desarrollo.
Si bien muchos papás optan por recurrir a la sanidad pública a la hora de elegir a un pediatra, hay quien busca una mejor atención sanitaria que pueda cuadrar mejor con los horarios y necesidades de toda la familia. Hoy en día es frecuente contratar un seguro de salud para bebés, con diferentes pólizas que cubren todo tipo de intervenciones médicas.
¿Cuáles son los beneficios de los seguros de salud infantiles? ¿Es posible elegir al pediatra que más te guste para tu bebé y solicitar todo tipo de asistencia médica? Te contamos todos los detalles.
Descubre cuándo llevar a un bebé al pediatra tanto para las consultas de revisión habituales como en casos de emergencia cuando se encuentra malito. ¡Toma nota!
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¿Cuándo puedo empezar a llevar a mi bebé al pediatra?
Conocida coloquialmente como ‘consulta del bebé sano’, las revisiones pediátricas en el bebé son fundamentales para hacer un seguimiento completo. Estas visitas al doctor no implican que el niño o la niña se encuentre mal. Su importancia radica en el control de su desarrollo físico y mental.
¿Cómo saber cuándo tengo que llevar a mi bebé al pediatra? Desde el nacimiento el doctor te indicará cuáles son las fechas aproximadas para las siguientes revisiones. La primera consulta se suele hacer a la semana de vida. Ya sea para la vacunación del bebé, controles médicos o estudios complementarios, las fechas varían según las necesidades de cada pequeño.
Si tienes dudas, ponte en contacto con el pediatra de tu bebé. Seguramente te dará cita lo antes posible. En estos primeros meses de vida del recién nacido se producen muchos cambios importantes que deben ser evaluados para comprobar que todo va bien.
A medida que el bebé vaya creciendo, el plazo entre consultas se espaciará cada vez más. Hasta aproximadamente los 2 años del bebé, las consultas serán frecuentes, y los papás tenemos que hacernos responsables de seguirlas el tiempo necesario.
Revisiones pediátricas en bebés sanos
La primera vez del recién nacido en el pediatra, tras los controles que se hicieron en el nacimiento, suele ser entre la primera semana de vida y no más tarde del primer mes.
En este periodo de tiempo, no tiene por qué haber motivos para llevar al bebé a la consulta. La visita consiste principalmente en hacer una serie de pruebas y revisiones para saber cómo se encuentra el bebé, si está creciendo adecuadamente, y en caso necesario, resolver posibles dudas de los papás.
Después de esta primera visita, si el bebé está sano, el pediatra te volverá a citar a los 2 meses, a los 4 meses y a los 6 meses. Las siguientes consultas suelen tener lugar a los 9-10 meses, después a los 12-15 meses, a los 18 meses, y la última revisión a los 2 años de edad aproximadamente.
¿Por qué es importante llevar a mi bebe al pediatra a estas edades? Con el fin de detectar posibles problemas de crecimiento y desarrollo, el doctor evaluará el crecimiento físico y otras pautas madurativas propias de cada edad. También aprovechará para poner las vacunas según el calendario de vacunaciones para que tu peque crezca sano y protegido.
Seguro de salud para bebés
La atención pediátrica privada ofrece muchos beneficios a los papás como es una asistencia más rápida, con horarios más fáciles de cuadrar, más completa, y con excelentes medios. Con una calidad superior, su precio suele ser más elevado. Pero si dispones de un buen seguro de salud para bebés, notarás el ahorro económico.
Un seguro de salud para recién nacidos te permite elegir el que más te guste entre múltiples centros de asistencia médica privados. Otra opción es elegir al profesional que atenderá a tu bebé, basándote en la experiencia del doctor, pero sobre todo en la confianza.
Como ya hemos visto, un bebé necesita de asistencia médica frecuente. Son muchas las revisiones a realizar hasta al menos los 2 años de edad, y esto sin contar con las urgencias cuando está malito.
El seguro de salud para bebés incluye tanto las consultas de revisiones periódicas, especialidades médicas como oftalmología, dermatología, logopedia e incluso psicología, y por supuesto las urgencias médicas tanto presenciales como por asistencia telefónica. ¡Merece mucho la pena!
¿Cuándo acudir al pediatra de urgencia?
Lo que más tememos los papás, sobre todo cuando somos primerizos, es que nuestro bebé se ponga malo. Esa sensación de impotencia es algo que todos hemos sentido alguna vez, cuando queremos aliviar las molestias y el dolor de nuestro pequeño y no sabemos qué hacer.
Aunque a la primera de cambio nos tiente la idea de ir rápidamente al pediatra, no es necesario salir corriendo en todas las situaciones. De hecho, los médicos recomiendan no sacar al bebé de casa si tiene molestias, a no ser que sea absolutamente necesario, ya que esperar en una sala de urgencias durante horas podría ser incluso peor para él.
Poco a poco te irás familiarizando con las situaciones que requieren de atención médico y las que puedes solucionar tú mismo en casa. Antes de llevar al bebé al pediatra de urgencias, detente a analizar la situación durante unos segundos.
¿Puedes resolver el problema en casa? ¿Crees que tu peque necesita atención médica? ¿Qué síntomas tiene? Vamos a ver cuáles son los principales signos que nos indican cuándo ir al pediatra urgentemente:
Principales motivos de consulta en pediatría
Fiebre
Suele ser el primer y principal motivo por el que he tenido que llevar a mi bebé al pediatra de urgencias. Una fiebre por debajo de 38ºC no es peligrosa, y se puede solucionar en casa a través del uso de antitérmicos como el paracetamol o el ibuprofeno que receta el pediatra en estos casos.
En cambio, si el bebé tiene fiebre elevada, esta se mantiene durante un largo periodo, y presenta otros síntomas como irritabilidad, adormecimiento, manchas o puntitos en la piel, o si simplemente el niño o niña tiene menos de un mes, no lo dudes y corre a ver al médico.
Deposiciones y/o vómitos
Los cuadros intestinales en el bebé son otro motivo de alarma para los papás. Los más leves se tratan en casa de manera natural administrando al bebé mucho líquido. En el lactante, basta con darle el pecho o el biberón de manera habitual, evitando así que se deshidrate.
Cuando los vómitos o la diarrea son muy abundantes, y el bebé no consigue retener nada en el estómago, es un caso grave que precisa de atención médica. Controla que no haya síntomas de deshidratación, ya que en los niños son altamente peligrosos, ¡mucho más que en los adultos!
Dificultad para respirar y síntomas de catarro
Los síntomas catarrales como aumento de la mucosidad, tos, estornudos y dolor de garganta son comunes en los bebés de pocos meses. El sistema inmunitario de los niños aún está en pleno desarrollo, por lo que es normal que pasen por diferentes infecciones víricas y bacterianas.
Un simple resfriado en el bebé no es motivo de consulta médica, pero sí hay que ir al pediatra cuando existe dificultad para respirar, fiebre elevada, decaimiento, mareo, somnolencia, y si estos síntomas persisten más de 3 días.
Caídas y golpes
El último de los motivos frecuentes para llevar a mi bebé al pediatra rápidamente en cuando se da un golpe o sufre una caída. Es normal que los bebés que empiezan a ganar autonomía se caigan y golpeen con frecuencia, pero si son más aparatosos, es importante que los revise un doctor.
Sobre todo los golpes en la cabeza y en los dientes, o cuando se hace algún tipo de traumatismo o herida, precisan de atención médica. Incluso si no has visto que tu bebé se haya golpeado, pero notas sangrado, inflamación, enrojecimiento, hematomas, mareos o pérdida de conocimiento, no lo dudes y llévalo a que lo vea el pediatra.
Con toda esta información, ya sé cuando puedo empezar a llevar a mi bebé al pediatra, y en qué ocasiones es importante ir rápidamente a urgencias. Si todavía te quedan dudas, ponte en contacto directamente con el doctor, o escoge al profesional por lo privado que más confianza te inspire para hacer un completo seguimiento de la salud de tu peque. ¡Tú decides qué es lo más cómodo para toda la familia!
Muy interesante saber esto y saber que el pediatra es nuestro amigo y lo visitaremos muchas veces los primeros años!
Feliz semana!
Saludos,
A. Moreno