El lenguaje oral es la forma de comunicación más habitual para las personas. Desde la infancia es altamente necesario hacer una correcta estimulación del lenguaje para que los niños aprendan a expresarse y comunicarse con los demás.
¿Cómo podemos los padres y educadores hacer una buena estimulación del habla? Pues de la manera más sencilla y efectiva: a través del juego. Hay múltiples ejercicios que puedes poner en práctica para que los niños aprendan a hacer un buen uso del lenguaje.
Descubre con esta completa guía por qué es tan importante la estimulación del lenguaje oral en niños, y cuándo debemos aplicar estos ejercicios. Una buena terapia de lenguaje es esencial sobre todo para los peques que muestran algún tipo de dificultad.
Pero no solo con los niños que precisan de apoyo en el habla. Aplica estas actividades sobre el lenguaje en niños a partir de 1 año, o para peques de entre 2 y 3 años que estén en periodo de aprendizaje. ¡Ya verás qué útiles!
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¿Qué es la estimulación del lenguaje en niños?
El lenguaje es la capacidad que tiene el ser humano de expresar sus pensamientos y sentimientos a través de la palabra hablada. Este se aprende a edades muy tempranas, en las que el niño necesita del apoyo de interlocutor que le enseñe las palabras y sus significados.
Gracias a la estimulación del lenguaje en niños, los peques mejoran su capacidad oral para evitar futuros trastornos del habla o de la comunicación. Es importarte que los niños estén motivados y que tengan diferentes interacciones para ir acoplando poco a poco esta nueva capacidad.
Para ello existe una serie de técnicas y estrategias de interacción que logran la comunicación del bebé o del niño con su entorno. Son varias las fases por las que pasará el niño o la niña para una completa estimulación del lenguaje.
En primer lugar está el periodo prelingüístico, y después la etapa lingüística como tal. Comenzando por balbuceos, sonidos y onomatopeyas, el bebé aprenderá progresivamente nuevas palabras con las que comunicarse.
¿Cuándo estimular el lenguaje?
La estimulación del lenguaje en niños se puede empezar a realizar lo antes posible, en la etapa de bebé. Como ya hemos visto, hay una primera fase conocida como prelingüística, que comprende los primeros 12 meses de vida, en la que los bebés inician el desarrollo comunicativo.
Para trabajar con los juegos y actividades de manera más concreta, los expertos en comunicación infantil recomiendan esperar hasta los 2 años de edad aproximadamente. A partir de los 2 años los niños ya tienen un abanico de palabras bastante amplio, y pueden comenzar a enriquecer su léxico.
Por supuesto, puedes recurrir a la estimulación del lenguaje a edades superiores como los 3, 4, 5 o 6 años. Nunca es tarde para ello. Cuanto más se trabaje en ello, mayor será la capacidad de comunicación de los peques.
Este tipo de ejercicios son especialmente útiles en niños con dificultades en el habla. El síndrome de Down o cualquier discapacidad del desarrollo por trastornos del espectro autista, son solo algunos ejemplos.
Beneficios de la estimulación del habla
¿Por qué es tan importante la estimulación del habla y del lenguaje en niños? La comunicación es imprescindible para los seres humanos, y cuanto antes aprendamos a usarla, mucho mayor manejo tendremos en la etapa adulta.
Una estimulación adecuada en etapas tempranas favorece el desarrollo de diferentes habilidades. También es útil para el desarrollo intelectual de los niños, el desarrollo cognitivo y una adecuada expresión de los sentimientos, ideas y emociones.
Gracias a ella es posible interactuar con el médico físico, natural, cultura y social. Fomenta la identidad propia y la autoestima de las personas, e incluso ayuda a detectar posibles dificultades del lenguaje que, tratadas a tiempo, se pueden mejorar.
Como ves, la estimulación del lenguaje es un tipo de aprendizaje básico para los niños, que cuanto antes se empiece, mejores resultados dará en estas pequeñas personitas que se está formando poco a poco.
Ejercicios para estimular el lenguaje en niños
Las actividades para la estimulación del lenguaje oral se pueden utilizar tanto en casa como en el aula. Vamos a ver diferentes ejercicios que son muy útiles para el aprendizaje en diferentes etapas y edades:
Onomatopeyas
Durante la etapa pre-lingüística, los niños aprenden a pronunciar onomatopeyas antes que palabras. Esta es, sin embargo, una excelente forma de comunicación que se puede trabajar a edades muy tempranas.
El ejercicio consiste en mostrar al bebé diferentes imágenes que irán asociadas a un sonido concreto. Estas pueden ser imágenes de animales, de vehículos, o de cualquier otro objeto que sea fácil de identificar. Enséñale qué sonido hace para que lo vaya asociando a cada uno.
Cantar canciones
Cantar canciones es una excelente forma de favorecer el aprendizaje de los niños incluso antes de que hablen. Recordar ciertas palabras y cómo pronunciarlas es más sencillo cuando van acompañadas de un ritmo divertido en forma de canción.
Para ello, escoge canciones infantiles que le motiven, y aprende una divertida coreografía. Repite una y otra vez la canción para aprenderla juntos. Verás como a medida que escucháis más y más y la canción, tu peque pronunciará mejor las palabras, e incluso memorizará la letra para cantarla por sí mismo.
Identificar imágenes
Un ejercicio un poco más avanzado, para niños a partir de 12 meses de edad que empiezan a decir sus primeras palabras, es utilizar imágenes que le sean familiares. Puedes emplear láminas con dibujos, imágenes reales o incluso fotos de personas conocidas.
Ve mirando junto con tu bebé cada una de las imágenes, y pronuncia palabras que vayan asociadas a ellas. Por ejemplo, si hay una vaca que está comiendo hierba en el campo, aquí tienes 3 palabras nuevas por aprender: vaca, hierba y campo.
Nombrar partes del cuerpo
Aprender cómo se llaman las partes del cuerpo es uno de los ejercicios más típicos de los niños de 2 a 3 años. También se puede hacer lo mismo con colores, formas, números, tamaños, o con otras imágenes o características.
¿Cómo se hace este ejercicio? Es tan fácil como empezar nombrando una parte del cuerpo que el niño o niña tendrá que señalar. Por ejemplo, ojos, brazo, rodilla, etcétera.
Cuando ya se las sepa todas, hay que hacer el ejercicio contrario: tocar una parte del cuerpo para que el peque diga cómo se llama. Aumenta la dificultad del ejercicio añadiendo cada vez más palabras diferentes.
Uso de los adjetivos
Después de los nombres, toca trabajar con los adjetivos. Esas palabras que describen los objetos y las personas para hacerlas diferentes al resto.
Comienza aprendiendo los adjetivos más sencillos, así como los contrarios: alto y bajo, grande y pequeño, etcétera. Relaciona cada uno de ellos con un objeto, para que el peque los diferencie y sepa pronunciarlos al verlos en una imagen o en la vida real.
Teatro de marionetas
No hay nada como hablar con los títeres o marionetas en un teatro infantil. A los niños les encanta y les motiva. No se pueden resistir a interactuar cuando se dirigen a ellos de manera concreta.
Crea un pequeño teatro de marionetas en casa. Ponle voz y movimiento al muñeco, y habla directamente con el niño o la niña. Verás cómo se soltará rápidamente y responderá a las preguntas que le hagan estos divertidos personajes.
Veo, veo
El famoso juego del ‘veo, veo’ se puede adaptar a todas las edades. Vamos a ver un ejemplo para niños más pequeños: escoge un objeto que tengas a tu alrededor, y describe cómo es. Por ejemplo: veo un objeto de tamaño mediado, redondo, de color rojo, que sirve para jugar. El niño responderá: ¡pelota!
Para los más mayores que estén aprendiendo las letras o las sílabas, utiliza el juego de la manera habitual: veo una cosita que empieza por la letra P, o por la sílaba ‘Pe’. Echando un vistazo alrededor, el peque tendrá que averiguar que efectivamente se trata de una pelota, o de cualquier otro objeto que tenga cerca y también empiece por P.
Mejorar la pronunciación
Terminamos con un nivel más avanzado para depurar la comunicación oral de los niños. A esas palabras que más le cuesta decir, dedícales un poco más de tiempo para aprender a decirlas bien.
Siéntate de frente con el niño o niña, y mirándole a los ojos, pronuncia las palabras que le resulten más complicadas para que las repita. Trabaja cada semana con algunas diferentes hasta que las domine, aumentando progresivamente la dificultad.
Consejos para una correcta estimulación del habla y el lenguaje
Al hacer uso de los anteriores ejercicios para estimular el lenguaje, hay algunos consejos a tener en cuenta para mejorar el aprendizaje:
- Respeta el ritmo de aprendizaje de cada niño. Cada pequeño tiene sus propias capacidades.
- Utiliza un lenguaje claro y sencillo adaptado a la comprensión del niño según su edad. No utilices diminutivos ni palabras infantilizadas para evitar errores.
- Cuando hables con el niño, hazlo directamente mirándole a los ojos. Esta es otra forma muy importante de comunicación no verbal que complementa al habla.
- No interrumpas al niño cuando esté comunicándose. Sí que puedes corregirle en algún momento puntual.
- Detecta los errores habituales en el habla del niño, y corrígelos a base de repetición constante.
- No respondas por el niño cuando tarde en dar su propia respuesta. Sé paciente y espera a que lo haga por su cuenta.
¿Y a ti, se te ocurre algún otro consejo útil para la estimulación del lenguaje en niños? ¿Qué otros juegos y actividades has utilizado en casa para que tus peques aprendan a hablar y comunicarse como niños mayores? ¡Cuéntanos tu experiencia personal!