La incontinencia urinaria en el embarazo es un trastorno que afecta a muchas mujeres, incluso después de haber dado a luz. Aproximadamente el 50% de las mujeres tienen dificultades durante el embarazo, y un 30% de las mamás recientes todavía pueden tener problemas de incontinencia.
Es un problema que se suele resolver solo en los 3 primeros meses después del parto, pero si queremos ponerle solución cuanto antes, nosotras también podemos poner de nuestra parte para evitar estas molestas pérdidas de orina. Vamos a ver cómo evitar la incontinencia urinaria durante el embarazo y en el post parto a través de unos sencillos ejercicios para ejercitar los músculos de la vejiga, y otras formas de actuación para estos casos.
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Incontinencia urinaria; ¿por qué se produce?
Debido al aumento del tamaño y el desplazamiento del útero dentro del vientre materno, junto con los cambios hormonales, se favorece en la mayoría de mujeres la pequeña pérdida de orina durante el embarazo.
Es un problema que se va acusando a medida que avanza el embarazo, ya que el mayor peso del bebé oprime la vejiga cuando va creciendo, haciendo más difícil que podamos controlar la micción. También la producción de orina es mayor a causa de los cambios hormonales, lo que nos hace tener que ir al baño prácticamente cada 20 minutos.
En el parto también pueden producirse daños en los músculos del suelo pélvico, los que sostienen al aparato urinario de forma directa, que pierden fuerza y no pueden aguantar la orina como antes, favoreciendo que se produzca la incontinencia. Nada que no se pueda solucionar con un buen entrenamiento para volver a fortalecer estos músculos.
Prevención y recuperación de la incontinencia urinaria
La primera medida que mejores soluciones nos dará ante este problema es hacer un entrenamiento para fortalecer los músculos del suelo pélvico. De esta forma vamos a conseguir que sean más fuertes para que retengan la origina de forma eficaz, sin que se produzcan pérdidas.
Tenemos que aprender cuáles son los músculos que hay que entrenar, identificarlos y aprender a contraerlos. En los cursos de preparación al parto nos pueden enseñar cuáles son exactamente estos músculos, cómo detectarlos y entrenarlos de forma específica.
También podemos hacer en casa ejercicios Kegel, aunque siempre al principio vamos a necesitar la ayuda de un profesional para que nos enseñe a detectar los músculos correctos.
Después del parto, es importante seguir con estos ejercicios como forma de rehabilitación. Pero en caso de que el daño sea muy grave después de haber dado a luz, podemos considerar con nuestro médico la posibilidad de someternos a un tratamiento quirúrgico para curar de forma efectiva cualquier problema de incontinencia urinaria.
Eso sí, no dejes demasiado tiempo de margen si ves que no puede solucionar tú sola el problema, porque cuanto antes actúes, mejores serán los resultados. Y tú, ¿habías tenido incontinencia urinaria en el embarazo?