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Cuando los médicos hablan de un líquido amniótico teñido, quiere decir que el líquido del interior de la placenta presenta un color amarillendo, verdoso u oscuro, debido a la presencia de lo que denominamos ‘meconio’, u heces que el bebé expulsa antes del parto.
Este color en el líquido amniótico es más común de lo que creemos, ya que se encuentra presente en el 30% de los partos, y no tiene por qué ser peligroso si se detecta a tiempo y se realiza el tratamiento adecuado en el hospital.
Líquido amniótico teñido, ¿cómo actuar?
El líquido amniótico teñido aparece cuando el feto todavía en el interior del útero expulsa el contenido de su intestino, que contiene generalmente restos de sangre deglutida, y otras secreciones intestinales del bebé.
Esto se suele producir en el mismo momento del parto, una vez que la madre ha llegado al hospital y comienza a dar a luz, y incluso en casa cuando empieza a romper aguas.
Podemos detectarlo cuando rompemos agua y vemos que el líquido que aparece es de color más oscuro, en este caso debemos acudir rápidamente al hospital para impedir que ocurra cualquier posible daño en el bebé.
En otras ocasiones, el líquido amniótico oscuro puede incluso detectarse antes de la semana 40 del embarazo, siendo poco probable que ocurra antes de la semana 32, pero sobre todo cuando el parto sobrepasa la fecha estimada para el nacimiento del niño.
Cuando el doctor detecte la presencia de un líquido amniótico con color oscuro fuera de lo normal, precisará una monitorización inmediata del feto y de la madre.
Esto no quiere decir que tenga que realizarse una cesárea inmediata, pero sí se necesitará un mayor control de que el bebé se encuentra en buen estado hasta que la mamá dé a luz y ambos se encuentren completamente seguros.
Ahora que ya conoces en qué consiste el líquido amniótico teñido, podrás saber qué procedimientos tendrás que seguir en el hospital, y estar segura de que tu bebé no corre ningún riesgo, ¡así que tranquila, que todo va a ir bien!
