Cómo controlar los ataques de ansiedad en niños

Al igual que en los adultos, también pueden darse ataques de ansiedad en niños, en los cuáles los pequeños pierden el control de sus emociones, expresando sus miedos de una forma que le pueden afectar tanto en el terreno físico como emocional si no conseguimos controlarlos.

Los niños no tienen las mismas herramientas que los adultos vamos aprendiendo con la experiencia para afrontar estos ataques, y es muy importante que desde el principio les enseñemos a canalizar estos miedos.

No son tan comunes los ataques de ansiedad en niños como lo pueden ser en los adultos, pero en el caso de que nuestro peque tenga un ataque de pánico de algún tipo, debido a un estímulo exterior que le aterroriza, ellos también deben saber cómo manejar la situación si no queremos que estos miedos les acompañen a lo largo de toda su vida.

Hoy vamos a ver en qué consisten exactamente estos ataques en niños, los sintomas de un ataque de ansiedad que se presentan en los peques, por qué se suelen dar y cuándo pueden aparecer, y que hacer ante un ataque de ansiedad para que no se convierta en un hecho traumático para el niño.

Si tú también te preocupes por que tus hijos sufran crisis de ansiedad que les puedan afectar, toma nota de todos los detalles, y aprende a controlarlos con ellos. Crearás un refuerzo que le serán de gran ayuda incluso en un ataque de ansiedad en su vida adulta.

¿Qué son los ataques de ansiedad en niños?

Un ataque de ansiedad puede recibir muchos nombres diferentes, como ataque de pánico, crisis de angustia, y otras muchas terminologías que vienen a significar lo mismo.

Consiste en una situación en la que la persona que la sufre nota una cantidad de emociones que no puede controlar, como sensación de ahogo, elevación del pulso, pensamientos de pérdida del control de su mente y su cuerpo, e incluso sensación de que se está volviendo loco o de que puede morirse en cualquier momento.

Es una situación muy angustiosa, que ese momento supone una gran preocupación que no puede controlar la persona que la sufre, aunque desde fuera no se vea tan grave, porque realmente no lo es. Pero al no poder controlarla, porque su cuerpo y su mente se han colapsado, reviste una gran gravedad.

En el caso de los niños, las crisis de panico pueden ser incluso más graves, ya que los pequeños no tienen las herramientas necesarias para poder controlarlas, llegando a un estado límite en el que el pequeño puede sufrir mucho.

¿Por qué se producen los ataques de ansiedad en niños?

Aunque no es frecuente ni normal que un niño sufra ataques de pánico, hay determinadas situaciones en las que pueden tener reacciones exageradas que se escapen a su control emocional. Hoy en día, las causas más habituales de los ataques de ansiedad en niños pueden ser:

• Enfrentarse a una fobia, frente a algo a lo que el niño siente verdadero terror
• Separación de los padres, desencadenando un episodio de ansiedad ante alguna situación, como la despedida de algunos de sus padres
• Forzar a un niño a relacionarse con otras personas, cuando siente fobia social y no está preparado para esta situación

• Rechazo a ir a la escuela, forzando demasiado la situación y terminando por que el niño pierda el control
• Casos de bulling o de maltrato infantil por parte de un familiar o amigo
• Acumulación de ansiedad a lo largo del día, desencadenando una situación de descontrol en el niño que sufre el ataque de ansiedad

Síntomas de los ataques de ansiedad en niños

Los ataques de pánico en niños pueden ser similares a los que se dan en los adultos. De todas formas, no todas las personas los manifiestan de la misma forma; mientras que algunos adultos y niños se quedan petrificados ante una situación que le supera, otros pueden enfadarse, llorar, o incluso llegar a hacerse daño a sí mismos o a las demás personas que les rodean.

En los niños, los síntomas de las crisis de angustia más frecuentes pueden ser:

• Pensamientos irracionales y de miedo atroz
• Sensación de ahogo o de que se va a morir
• Temblores
• Desmayo
• Taquicardia (aceleración del pulso)
• Sudoración fría
• Escalofríos en el cuerpo
• Hiperventilación y dificultad para respirar
• Sensación de mareo, dolor de tripa y nauseas
• Hormigueo y entumecimiento en extremidades

Estos síntomas suelen durar tan solo unos minutos, hasta que el niño vuelve a recuperar el control de sí mismo, se tranquiliza, y los síntomas remiten. Sin embargo, en casos más graves, y en niños que aún no saben controlar sus emociones, algunos síntomas pueden durar horas, e incluso repetirse de forma recurrente si el niño está sometido a un gran estrés.

Tips para controlar los ataques de ansiedad en niños

Cuando un niño está sufriendo ataques de pánico y ansiedad, es preferible dejar al principio un poco de espacio físico para no agobiarle. En estos primeros momentos, en lo que el ataque está en su mayor fase, hay dos cosas que podéis hacer juntos:

1. Ponte a la altura de tu hijo, de rodillas o un poco agachado, y mírale de una forma relajada a los ojos para tranquilizarle. Háblale suavemente, y si es posible, pon tus manos sobre sus hombros para darle un poco de contacto físico que le pueda tranquilizar.
2. Justo después, pídele que respire contigo suave y profundamente, cogiendo y soltando aire por la nariz. Cógele de las manos, y respira tú mientras le repites calmadamente que te siga con la respiración. Al principio no te hará caso, pero verás como poco a poco se va calmando y repite lo que tú estás haciendo.

Una vez que la situación está un poco más controlada, y el niño no se siente tan intimidado, llega el momento del contacto físico. Dale un abrazo fuerte, cogiendo a tu pequeño en brazos y rodeándole lo máximo posible, que se sienta protegido. Háblale de forma suave y tranquilizadora, para que se sienta de nuevo a salvo.

Puede que al principio se resista a que lo abraces, pero verás como poco a poco se tranquiliza, mientras respira profundamente contigo, dejándose querer y proteger por la persona que más le aprecia en el mundo.

Si a tu hijo le suelen dar ataques de ansiedad de forma frecuente, es muy importante que encontréis el problema que los está causando. Una vez localizado, podéis ensayar la forma de rebajar los ataques, mientras el niño se va recuperando de esa ansiedad que tiene acumulada.

Puede ser un proceso largo, porque tanta ansiedad en un cuerpo tan pequeño es difícil de eliminar, pero al final el niño aprenderá a controlar sus ataques, y se sentirá mejor consigo mismo, mucho más fuerte para afrontar esas situaciones que tanto le cuestan.

Tratamiento psicológico para controlar los ataques de ansiedad en niños

Cuando en casa no podéis controlar los ataques de angustia que sufre tu hijo, es el momento de acudir a un profesional experto en ataques de ansiedad en niños para aprender a hacerlo de una forma más efectiva.

Un psicólogo infantil puede encontrar la raíz del miedo en el niño, y dar las pautas a toda la familia para tratarla y acabar con ella, así como la forma de controlar los ataques de pánico que suele tener el pequeño. Vivir con este miedo en el cuerpo no es sano para los niños, porque al final un problema mental se puede convertir en un problema físico, que implique variaciones en el desarrollo y crecimiento de los niños.

El niño debe comprender que el problema que está sufriendo está solo en su mente, y no en su cuerpo, aunque cuando sufre estos ataques sienta que se va a morir. Solo combatiendo los ataques de ansiedad en niños, los pequeños pueden aprender a controlar su mente, y acabar por erradicarlos por completo para vivir más tranquilo y saludablemente.