Los problemas de concepción han existido desde siempre tanto en el hombre como en la mujer. Por suerte, cada vez son más visibles, y gracias a ello se han desarrollado diferentes procedimientos asistidos como es el embarazo por fecundación in vitro que logra el objetivo de muchas mujeres y parejas.
Cuando una pareja lleva alrededor de un año buscando el embarazo sin llegar a conseguirlo, tienen la posibilidad de analizar cuál es exactamente su handicap y qué pueden hacer para solventarlo. Técnicas de reproducción asistidas hay muchas. Pero según las necesidades de cada persona, es mejor recurrir a unas u a otras.
La gran ventaja que tiene la fecundación in vitro es que ofrece una elevada probabilidad de embarazo. El proceso es totalmente asistido por profesionales, y aunque también tiene sus riesgos, las ventajas tienen mayor peso.
¿Quieres saber qué es la fecundación in vitro y cómo se realiza el tratamiento FIV? Te contamos todos los detalles.
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¿Qué es la fecundación in vitro?
El proceso de fecundación in vitro, conocido por las siglas FIV, es un tipo de tratamiento de fertilidad que consiste en la extracción de los óvulos de la mujer, fecundándolos en el laboratorio con los espermatozoides de la pareja (o un donante en su caso).
Este proceso se realiza en el exterior del útero, de manera que el control de fecundación de los óvulos es completo, y se puede hacer un seguimiento de la evolución de los embriones que salen adelante.
Estos embriones que se obtienen en cultivo in vitro (en una placa de cultivo de laboratorio), se transfieren finalmente al útero de la mujer, logrando el embarazo. El resto del procedimiento ocurre de manera natural, de forma que el feto crece y se desarrolla en el útero de la futura mamá.
Como puedes ver, el embarazo in vitro aumenta las posibilidades de llegar a término, ya que se hace una selección de los embriones mejor desarrollados. En el caso de que no se tenga éxito a la primera, se puede repetir el proceso hasta lograrlo.
¿En qué se diferencia la fecundación in vitro de la inseminación artificial?
Como ya vimos anteriormente en El Blog de tu Bebé, existen múltiples técnicas de reproducción asistida que se emplean en la actualidad por su alta efectividad. El embarazo por fecundación in vitro es uno de los más éxito consigue cuando la pareja que desea tener un bebé no lo ha logrado a través de sus propios medios.
La inseminación artificial, o IA, es otra técnica de reproducción asistida que se realiza por profesionales expertos. Es mucho más sencilla que la FIV, ya que consiste simplemente en introducir el semen de la pareja o de un donante en el interior del útero de la mujer, permitiendo que la fecundación se produzca normalmente.
Para aumentan la efectividad del tratamiento por IA se hace un control de los días fértiles de la mujer, además de hacer una selección de los espermatozoides más viables.
En cambio, la FIV es un procedimiento algo más complejo, que requiere más estudios, tiempo e incluso una pequeña intervención quirúrgica para la extracción de los óvulos. A pesar de ello, ninguna de estas técnicas duele ni tiene graves molestias en la mujer ni en el varón.
Embarazo por fecundación in vitro
La fecundación o inseminación in vitro puede solucionar múltiples problemas de esterilidad tanto en hombre como en mujer. Previamente a la intervención, es necesario hacer un estudio detallado, con el fin de asegurarse de que el tratamiento será efectivo para el objetivo deseado.
Hay algunos requisitos para fecundación in vitro que deben cumplirse antes de comenzar con el proceso.
Requisitos para realizar la FIV
En el caso de la mujer, sus ovarios deben ser capaces de producir óvulos maduros que puedan ser fecundados. Si la mujer tiene una reserva ovárica menor, y no se obtienen óvulos adecuados, la otra posibilidad es recurrir al embarazo por fecundación in vitro con óvulos de donante.
También es imprescindible que no exista ninguna anomalía uterina que impida la implantación posterior de los embriones. Es importante que una vez que fecundados, los embriones puedan evolucionar en el útero de la futura mamá, avanzando la gestación a un ritmo normal.
En el varón, los requisitos son similares. La calidad del semen debe ser suficiente para una correcta fertilización. De una muestra se extraen siempre los espermatozoides con mayor viabilidad, con el fin de asegurar un resultado más rápido y efectivo.
Otras opciones son la utilización de semen de donante, o incluso recurrir a una muestra anterior de semen congelado si con la edad el varón presenta problemas de movilidad, concentración o morfología en sus espermatozoides.
¿En qué consiste el embarazo por fecundación in vitro?
Cuando todos estos requisitos se cumplen, es posible proceder a realizar un embarazo por fecundación in vitro que logre excelentes resultados. La operación in vitro requiere de varios pasos que veremos a continuación:
Preparación
Tras un primer estudio del estado de la mujer, se escoge cuál es el mejor tratamiento o técnica que se adecué al paciente. En el caso de que haya algún problema de fertilidad, se evaluará la posibilidad de utilizar un óvulos o espermatozoides procedentes de un donante.
Estimulación ovárica
Durante la primera fase del tratamiento, se administra a la mujer una medicación hormonal a través de inyecciones subcutáneas. Esta medicación estimula la producción de óvulos, que se irán extrayendo para aumentar el número de óvulos de buena calidad.
El tratamiento de estimulación tiene una duración de entre 8 y 11 días según el tratamiento, iniciándose en los primeros días del ciclo menstrual. A lo largo del proceso se hace un control de los folículos ováricos a través de ecografías, hasta que los óvulos alcanzan el tamaño adecuado.
Extracción de óvulos
Una vez que los óvulos han madurado, se programa con antelación la punción folicular o extracción de óvulos. Consiste en una intervención sencilla que se realiza bajo sedación, de apenas 15 a 20 minutos de duración.
Se realiza la punción de los ovarios, extrayendo el líquido de los folículos. En este líquido se encuentran los óvulos, que se seleccionarán en el laboratorio posteriormente.
Obtención de espermatozoides
Al mismo tiempo se realiza una recogida y preparación del semen, que puede ser de la pareja o de un donante. Existen diferentes técnicas de extracción, por masturbación, aspiración o biopsia testicular, según se estime por el personal médico.
De esta muestra se seleccionan los espermatozoides con mayor capacidad de fecundar y dar lugar a un embrión sano.
Fecundación
En el laboratorio, con las dos muestras obtenidas, se hace la fecundación in vitro como tal. Este proceso consiste en fusionar el óvulo y espermatozoide, creando un reservorio con más de una unidad.
Son varios los embriones que se obtienen tras la inseminación, los cuáles se mantienen en el laboratorio durante 3 a 5 días para controlar su evolución, y finalmente ser transferidos al útero.
Transferencia de embriones
El último paso es la transferencia de los embriones seleccionados, con una intervención rápida, indolora, y sin necesidad de sedación. Simplemente se introducen en el útero materno el embrión o embriones que han sido seleccionados en el laboratorio por su elevada capacidad de éxito.
¿Cuántos embriones se implantan en una fecundación in vitro? En España se recomienza hacer una transferencia de un solo embrión para evitar los riesgos del embarazo múltiples. Sin embargo, en determinados casos está permitido transferir un máximo de 3, siendo lo habitual 1 o 2 como mucho.
Post tratamiento
Los embriones sobrantes que no han sido implantados se conservan por vitrificación para un posible uso posterior.
Tras dos semanas tras las FIV, se realiza la prueba de embarazo con un test de beta-HCG en sangre, confirmando si la transferencia embrionaria ha sido exitosa.
En caso contrario, se puede volver a repetir el proceso más adelante, utilizando los embriones conservados, o volviendo a obtener una muestra.
Probabilidades de lograr un embarazo por fecundación in vitro
El embarazo por fecundación in vitro es uno de los que mayores probabilidades ofrece dentro de las técnicas de reproducción asistida. No obstante, en el procedimiento influyen múltiples factores, ya que cada caso es diferente.
Si bien el éxito se puede medir en diferentes rangos, como son la probabilidad de embarazo, la probabilidad de parto, y la probabilidad de nacimiento de un niño sano, en las encuestas generales se considera esta última. No todos los embarazos por fecundación in vitro llegan a término, lo que es necesario tener en cuenta en todo momento.
Por lo general, en mujeres menores de 35 años, entre el 40 y 50% de las pacientes consigue un resultado óptimo a través de la FIV. A medida que avanza la edad de la mujer, las probabilidades disminuyen.
Alrededor del 10-15% de las mujeres mayores de 40 logran un embarazo por fecundación in vitro que llega a término, sin ningún tipo de complicación para la mamá o el bebé. En comparación a otras técnicas de reproducción, esto se considera una elevada tasa de éxito, y por ello cada vez más mujeres y parejas recurren a la FIV para ser padres.
muy interesante, siempre es importante saber sobre estos procesos, conozco a varias que están pensandolo a la vista de sus problemas para concebir de forma natural!
A. moreno
Muchas gracias por tu comentario.
Que tengas un excelente comienzo de semana 🙂