A medida que los niños crecen, hay algunos problemas estéticos que pueden padecer a lo largo de su niñez. Las orejas de soplillo son uno de los más frecuentes en niños y adolescentes, constituyendo un motivo de mofa en la escuela o de complejo físico por parte del pequeño que lo sufre.
Nadie debería preocuparse por tener las orejas separadas. No es un problema de salud, tan solo tiene un componente estético. Pero todavía en la actualidad sigue afectando a la autoestima de los más pequeños de la casa, que a partir de cierta edad ya son conscientes de su apariencia.
Las orejas de soplillo en bebés y niños se puede tratar de manera efectiva a través de una operación estética llamada otoplastia. El cirujano recoloca las orejas del niño, de manera que quedan más pegadas a la cabeza, en una posición más armónica.
No obstante, este no es el único tratamiento que se puede realizar cuando un niño tiene orejas grandes o muy separadas. Sin necesidad de entrar a quirófano, hay alguna solución casera o tratamiento sin cirugía que se puede hacer en niños de menor edad o en un bebé.
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¿Qué son las orejas de soplillo?
Se conoce como orejas despegadas, orejas en asa, u orejas de soplillo cuando estas tienen una separación de más de 2 cm de la cabeza. Cuando la parte superior lateral está más despegada de lo normal, se percibe una anomalía física que descuadra el aspecto de la persona que la sufre.
Las orejas despegadas se suelen producir en el momento de su formación cuando el feto se está desarrollando en el vientre materno. Los pliegues de la oreja que se forman en el bebé son escasos o nulos, quedando una concha de la oreja más profunda de lo normal, con el lóbulo superior separado.
En otros casos las orejas crecen durante los primeros años de vida del bebé, separándose poco a poco de la cabeza. La oreja de soplillo se forma alrededor de los 2 a los 5 años cuando el bebé no nace con ellas, dando lugar a diferentes tipos de orejas.
Esto no conlleva ningún problema de salud ni influye para nada en las capacidades de la persona durante su infancia o en la etapa adulta. Pero sí puede afectar negativamente a su aspecto físico, creando un complejo cuando la forma de la oreja difiere mucho de lo se considera ‘normal’.
Otoplastia infantil
La otoplastia es el nombre técnico que recibe la operación de orejas. Es un tipo de cirugía facial que corrige y remodela las orejas grandes, u orejas pequeñas muy prominentes. Con ella se consigue una mejor proporción y posición, resolviendo el problema físico que supone una oreja de soplillo.
Según las necesidades de cada paciente, el cirujano reduce el tamaño de las orejas, las corrige si están muy separadas del cráneo, o remodela el lóbulo si es demasiado grande o si hay alguna diferencia remarcable entre ambas orejas.
En el caso de los niños se suele hacer bajo anestesia general. Mientras que en algunos adultos, según la complejidad de la operación, es posible hacerlo con anestesia local.
Para los más pequeños de la casa es recomendable esperar a los 5 o 6 años de edad para poder intervenir quirúrgicamente unas orejas de soplillo. Hasta este momento las orejas siguen creciendo y formándose, por lo que una operación demasiado temprana podría no dar los resultados imaginados.
¿Se puede corregir las orejas de soplillo sin cirugía?
La otoplastia es una cirugía muy sencilla y segura que reduce el tamaño de las orejas de los niños cuando estos sufren por su aspecto físico. De manera rápida, el doctor consigue mayor naturalidad en el rostro del niño, mejorando la simetría de las orejas.
Esta es una de las intervenciones más frecuentes en niños y adolescentes, debido al bullying que los niños sufren por tener las orejas demasiado grandes o separadas. A partir de los 3 años no habría ningún riesgo para realizarla, ya que lo que se manipula es el cartílago y la piel de la oreja.
Aunque muchos padres recurren directamente a ella para encontrar la mejor solución, no es aconsejable someter a los niños demasiado pequeños a una operación de cirugía bajo anestesia general si no es absolutamente necesario.
Por ello se recomienda esperar al menos a los 7 u 8 años antes de tomar esta importante decisión. Mientras tanto hay métodos alternativos para corregir las orejas de soplillo en niños sin necesidad de bisturí.
Método Auri
El método Auri es un nuevo dispositivo que se coloca detrás de la oreja para ir corrigiendo a poco a poco la forma del cartílago en niños. Consiste en un clip que se pone por la noche mientras el niño duerme, combinándolo por el día con una banda transparente.
La función es la de apretar, doblar y estirar el cartílago, corrigiendo la forma de la oreja por completo. Es un tratamiento que dura entre 3 y 6 meses según las condiciones del paciente, obteniendo unos resultados que se mantienen de por vida.
Implante Earfold
Otra forma de pegar las orejas del niño poco a poco sin cirugía, es este técnica mínimamente invasiva que se hace sin anestesia general. Consiste en la colocación de un implante que sujeta el cartílago de la oreja al cráneo, para ir cambiando su forma poco a poco.
En una intervención que solo dura unos minutos se coloca el implante Earfold. Este va sujeto a la cabeza, de manera que arrastra el cartílago hacia la cabeza, dejando una curvatura de lo más natural.
A través de este vídeo puedes ver cómo se coloca el implante Earfold y en qué consiste el tratamiento:
Para saber qué tratamiento es el más adecuado para un niño, e incluso antes de aplicar un corrector de orejas casero, es imprescindible consultarlo previamente con el pediatra.
El uso de cualquier corrector de orejas para bebés y niños pequeños conlleva ciertos riesgos, por lo que no resulta adecuado hacerlo sin supervisión médica.
Otras alternativas para las orejas de soplillo
De manera tradicional se han uso muchos remedios caseros para la corrección de las orejas separadas en niños. Si bien no es efectivo utilizar vendajes en el bebé para que se le peguen las orejas de manera natural, y existen muchos riesgos para la salud al usar pegamento para las orejas, hay alternativas que están muy bien para una oreja soplillo.
Estos son algunos de los remedios caseros para orejas de soplillo que vienen fenomenal para los niños, en el caso de que el problema no sea muy grave y el peque no sufra de ningún trauma:
Corte de pelo para disimular orejas de soplillo
Incluso unas orejas gigantes se pueden disimular con el corte de pelo correcto. Las melenas largas y cortes a media melena que tapan las orejas son muy efectivos para que unas orejas grandes no llamen la atención.
Cuando tu peque empieza a incomodarse por el tamaño de las orejas, pero aún es muy pequeño o no quiere recurrir a la operación de orejas de soplillo, solo tienes que llevarlo a la peluquería para cambiarle su look y que se vea precioso.
Corrector estético para orejas en asa
Existen una especie de pegatinas para las orejas de soplillo que son muy efectivas para disimular la separación en un momento puntual.
Se trata de unas tiras de silicona transparente para pegar las orejas, que se colocan tanto en la cabeza como detrás del cartílago de la oreja.
Pegando una parte con la otra, un niño orejón se ve totalmente cambiado son tan solo un gesto. Están a la venta en la farmacia y a través de Internet.
Consulta a tu farmacéutico cuáles son las mejores láminas de silicona hipoalergénicas para corregir las orejas en asa. Así es como se colocan estas pegatinas para pegar orejas:
Ayuda psicológica para superar complejos
Sea cuál sea el tratamiento a seguir en un niño o bebé con orejas despegadas, la mejor forma de proceder es buscar ayuda psicológica.
Sobre todo cuando el niño o la niña se preocupa por su apariencia física y tiene algún complejo, el tratamiento profesional puede evitar tener que operar orejas de soplillo innecesariamente.
La niñez y la adolescencia son etapas muy complicadas, en las que los peques desarrollan muchos traumas. Sin embargo, en la mayoría de los casos se superan correctamente, llegando a la adultez sin necesidad de pasar por quirófano cuando conseguimos aceptar nuestras particularidades.
¿Te preocupa que tu hijo tenga orejas despegadas? Consúltalo primero con el pediatra. Después de una primera revisión te pueden aconsejar si es mejor utilizar unas simples pegatinas para las orejas de soplillo, o intervenir quirúrgicamente para equilibrar una oreja grande. ¡Limitando el riesgo al máximo!
Muy buen artículo, sólo conocía la cirugía y no los otros métodos que siempre pueden ser una buena alternativa siempre que afecte a la autoestima del niñ@.
Gracias,
Saludos,
Anabel