A pesar de que muchas bacterias patógenas son las principales causantes de la mayoría de enfermedades e infecciones en los seres humanos, hay otras que son imprescindibles para el mantenimiento de nuestra salud. Cuando la cantidad de las bacterias que viven en el sistema digestivo está alterada, se produce disbiosis intestinal, que puede afectar tanto a adultos como a niños.
Por todos es bien sabido que para gozar de una buena salud en general, la cantidad y calidad de los microorganismos que colonizan los intestinos debe ser adecuada. En el caso de los niños, cuya microbiota no se estabiliza hasta que no cumplen los 3 o 4 años de edad, hay una mayor vulnerabilidad.
Gracias a estas bacterias beneficiosas, es mucho más sencillo controlar el crecimiento de las ‘bacterias malas’ que podría provocar enfermedades. Es por ello que debemos cuidar la microbiota a través de la dieta o de un tratamiento natural, para gozar de buena salud.
¿Porqué se produce disbiosis infantil? ¿Es posible evitarla para que los niños estén sanos? Descubre qué, cuáles son los síntomas de disbiosis intestinal más frecuentes, cómo se puede prevenir y curar en los más pequeños.
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¿Qué es la disbiosis intestinal?
Se conoce como disbiosis o disbacteriosis intestinal a la alteración de la composición de la flora microbiótica que habita en el interior del intestino delgado e intestino grueso de una persona. Esta puede deberse a una patología, u ocurrir de manera ocasional por diferentes motivos.
La disbiosis puede ser transitoria, volviendo a recuperar la función de la flora intestinal en cuestión de horas o de días. Sin embargo, cuando este problema se cronifica, es necesario actuar, ya que el desequilibrio de las bacterias intestinal conlleva múltiples problemas de salud en el individuo.
Sobre todo en el caso de los niños, la microbiota intestinal no comienza a estabilizarse hasta que no llegan a cierta edad. Esto ocurre alrededor de los 4 años, y hasta entonces, las causas de disbiosis son diferentes a las de los adultos.
Cuando la cantidad y la función de microorganismos que viven en el intestino se ve alterada de alguna manera, los efectos negativos son notables.
Tipos de disbiosis intestinal
Según la variación de la población microbiótica del intestino, se puede hablar de dos tipos de disbiosis intestinal:
Sobrecrecimiento de microorganismos patógenos
En la microobiota intestinal es habitual que convivan tanto las bacterias buenas como las malas. Mientras la población de bacterias buenas sea mayor, las patógenas estarán controladas. Pero, ¿qué pasa si se dispara el crecimiento de patógenos a nivel intestinal?
Al producirse tal desequilibrio entre la microbiota beneficiosa y las bacterias patógenas, el organismo corre el riesgo de enfermarse. Según el tipo de bacteria patógena que se haya desarrollado, puede desarrollarse una enfermedad intestinal u otra.
Disminución de microorganismos beneficiosos
Incluso si no hay un sobrecrecimiento de bacterias patógenas, cuando el nivel de bacterias beneficiosas baja muy por debajo de lo habitual, la función del intestino no es la correcta. Se pueden dar dolores de estómago, acumulación de gases, e incluso diarrea y fiebre en niños.
Esto es muy habitual en los niños pequeños cuya flora intestinal aún se está desarrollando. Por ello los bebés pueden tener malas digestiones, dolores de tripa e infecciones puntuales, que se debe a la regularización de su sistema digestivo.
Síntomas de la disbiosis infantil intestinal
¿Cómo podemos saber si un niño padece de disbiosis para actuar correctamente? Hay algunos síntomas que nos hacen sospechar a los padres de que la actividad de la flora bacteriana no es la adecuada:
- Molestias digestivas
- Episodios de diarrea alternados con estreñimiento
- Hinchazón abdominal
- Digestión pesada
- Gases
- Retención de líquidos
- Cansancio
- Reacciones alérgicas en la piel
- Dolor de cabeza
- Mayor tendencia a padecer infecciones intestinales
Como bien sabemos, la flora bacteriana del intestino tiene una estrecha relación con el correcto funcionamiento del sistema inmune del organismo. Cuando hay un desequilibrio importante, las molestias y los síntomas están relacionados con una bajada de las defensas naturales.
Las consecuencias van mucho más allá de la salud digestiva. Por esto y por otros motivos hay que cuidar la salud de la flora bacteriana de los niños, que aún están en pleno desarrollo.
Causas de la disbiosis infantil intestinal
Hasta aproximadamente los 3 o 4 años de edad, la flora intestinal de los niños no se estabiliza por completo. Mientras tanto, pueden darse episodios de desequilibrios en la microbiota que puedan afectar a la salud del bebé o del infante.
La salud de la microbiota infantil depende de múltiples factores desde el nacimiento del bebé. Entre los más importantes destacan:
- Tipo de nacimiento; ya sea por parto o por cesárea
- Nacimiento a término o de forma prematura
- Tipo de alimentación; con leche materna o a través de fórmula infantil
- Dieta durante el proceso de introducción de nuevos alimentos
- Tratamientos médicos y consumo de antibióticos que afectan a la flora intestinal
Al igual que en los adultos, la alimentación y el consumo de determinados medicamentos son las causas más frecuentes de disbiosis intestinal en niños. A ello hay que sumarle la genética, y por supuesto, otros factores condicionantes en el nacimiento del bebé.
La disbiosis podría tener otras causas en niños como algunas enfermedades autoinmunes o la exposición a contaminantes ambientales, que empiezan a aparecer cuando el bebé crece. Los factores son múltiples, pero en la gran mayoría de los casos es posible intervenir para re-establecer el equilibrio de la flora intestinal del niño.
Riesgos de la disbiosis en bebés
Cuando un niño tiene problemas intestinales recurrentes, existe un mayor riesgo de que desarrolle enfermedades autoinmunes o alergia. Estos niños además tienen un sistema inmune comprometido, y podrían sufrir de más infecciones que otros bebés que gozan de una microbiota intestinal saludable.
Según estudios recientes, los niños que han tenido algún tipo de disbiosis intestinal podrían desarrollar enfermedades en su etapa adulta como la colitis nerviosa o el síndrome de intestino irritable.
Todos estos factores influyen en el desarrollo completo del sistema gastrointestinal de los pequeños, que no maduran de una manera adecuada si la microbiota no hace su trabajo.
Tratamiento de la disbiosis en niños
Cuando el equilibrio de la flora intestinal se rompe, es necesario volver a recuperarlo. ¿Cómo se consigue esto? Muy sencillo: aportando nuevas bacterias beneficiosas y el alimento que necesitan para crecer y desarrollarse.
Una gran ventaja que tiene la flora intestinal es que se recupera rápidamente. Las bacterias son de rápido crecimiento, y si el medio en el que se encuentran es el idóneo, crecerán y se duplicarán en cuestión de días.
Los alimentos fermentados son los mejores para reponer estas bacterias de manera natural. Los mejores para los bebés y niños pequeños son los yogures y otros alimentos con probióticos.
Además de los probióticos, una dieta rica en prebióticos es un excelente tratamiento para la disbiosis intestinal.
Los prebióticos son el alimento que necesitan las bacterias beneficiosas del organismo, y los encontramos en alimentos como las hortalizas, verduras, frutas, cereales enteros y legumbres, además de otros productos específicos para bebés enriquecidos en prebióticos que aceleran el proceso.
La dieta para la disbiosis deberá ser rica en antioxidantes como las vitaminas A, C y E, el selenio, y grasas de buena calidad como los ácidos grasos omega 3. Consulta al médico la posibilidad de suplementar la dieta del bebé antes de recurrir a cualquier tipo de producto de parafarmacia.
Cómo prevenir la disbiosis intestinal infantil
Por mucho cuidado que tengamos los padres, es imposible que los bebés no caigan enfermos de vez en cuando. Pero si está en nuestras manos evitar algunos de estos problemas de salud, ¿por qué no poner de nuestra parte para ello?
Como ya hemos visto, las principales causas de la disbiosis intestinal infantil se debe a la dieta y a los medicamentos. Por ello hay determinadas pautas a poner en práctica para prevenirla en la medida de lo posible:
- Siempre que se pueda, es recomendable recurrir a la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad como mínimo. En caso de que no se pueda, una fórmula con probiótico infantil es muy útil para enriquecer la microbiota del bebé.
- Al comenzar con la alimentación complementaria, recurre a alimentos lo más naturales posibles, libres de químicos.
- No te olvides de incluir en la dieta del bebé alimentos fermentados ricos en probióticos como el yogur.
- Evita los alimentos procesados ricos en azúcares, harinas refinadas y grasas.
- Al administrar un tratamiento antibiótico a un bebé, hazlo siempre bajo las indicaciones del pediatra, y pídele que te recete algún probiótico para restaurar el equilibrio de la microbiota.
- No extremes la higiene de tu bebé hasta el punto de evitar que cualquier tipo de microorganismo entre en contacto con él. Hay bacterias que son buenas y muy necesarias para que su salud esté en equilibrio.
Si tienes cualquier duda sobre la disbiosis intestinal en tu bebé, consúltalo con su pediatra para actuar correctamente. A través del doctor aprenderás más sobre la importancia de los probióticos que ayudan a establecer una correcta salud intestinal en niños y adultos.
Buenos días,
un gran artículo, siempre se conoce lo típico como que tomar antibióticos afecta a la flora y hay que tomar probióticos, pero que afecte hasta el tipo de parto es muy interesante conocerlo.
Muchas gracias,
Saludos,
A.Moreno