Cuando nuestros bebés se hacen mayores y llega la hora de que empiecen a comer sólidos y a masticar ellos solitos, los padres nos sorprendemos mucho de lo que puede llegar a costar este paso que en un principio nos parece tan simple. Enseñar a los niños a masticar sus primeras comidas sólidas no es tan complicado como los peques nos pueden hacer creer, sólo hay que tener paciencia y llevar a cabo estos trucos para lograrlo.
Enseñar a los niños a masticar
Cuando un niño se niega a masticar, rara vez está causado por algún problema fisiológico que tenga el bebé en su boquita. Más bien esta negación está causada por pereza del niño o porque simplemente se niega a probar un nuevo alimento que cree que no le puede gustar.
Por esta razón, enseñar a los niños a masticar puede resultarnos una tarea un tanto complicada a los padres, pero siempre se acaba consiguiendo. Si lo que quieres es no demorar este paso en el desarrollo de tu bebé, es importante tener mucha paciencia y ser firmes delante del niño.
Por lo general, los niños comen muy bien la pasta y las patatas fritas, y les cuesta más tomar las verduras y la carne cuando tienen que masticarlas. Si son capaces de masticar un alimento, no tienen ningún problema para hacerlo con todos, así que no debe ser una excusa por parte del niño.
Cuando le servimos al niño un plato que no quiere tomar alegando que le cuesta masticarlo, hay que insistir en que se lo tome, y facilitarle la tarea si es necesario cortándolo a trozos más pequeños, por ejemplo, o ayudarnos con un poco de pan o agua, pero nunca cambiar el plato por otro que sí vaya a comerse, porque desde ese momento el niño aprende a negociar, y será mucho más complicado con nosotros que acepte la anterior comida.
A la hora de ponernos firmes para enseñar a los niños a masticar cuando se niegan a tomar un plato, no es necesario gritar o castigarles; es mejor actuar con una buena comunicación y nunca cambiar una comida por otra.
Verás como siguiendo estas pautas, podrás conseguir que tu bebé termine probando esos platos que menos le atraen, variando su alimentación y masticando los alimentos sólidos sin ningún problema.