10 lugares en Europa de inspiración para películas de Disney

¿Te gustaría conocer lugares de Europa que han sido de inspiración para películas Disney? ¡Llegaste al lugar indicado!

Aunque los cuentos y las películas infantiles que se hacen de ellos son fantasiosos, lo cierto es que en muchas más ocasiones de las que creemos, se inspiran, para unas u otras cosas, en elementos reales, ya sean historias vividas, personalidades o espacios. 

Nosotros nos centramos en este último ejemplo para mostrarte algunos lugares dentro de Europa que fueron inspiración en películas de Disney y demás dibujos, por si quisieses hacer un precioso viaje a uno de los lugares que enriquecen las historias de este gran creador de contenido animado.

Lugares en Europa inspirados en películas de Disney

Sintra, Portugal

El castillo de Blancanieves es uno de los que más se detallan, en cuanto a interiores, en las películas.

Y lejos de haber tomado las referencias de fortalezas y demás, muchos de los espacios donde la chiquilla canta o se desahoga se crearon con el pueblito de Sintra, situado en Portugal, como referencia clara. Antiguo pero colorido y un poco misterioso, sirvió a la perfección.

Alcázar de Segovia, España

Pero si vemos el castillo de la princesa desde fuera está más que claro que el diseño de este se basó (y más que eso) en el Alcázar de Segovia, una de las construcciones más bellas (y a la vez, olvidada) del país. Y es que la malvada bruja madrastra de la chiquilla parece que se hubiese llevado el castillo consigo, pues es prácticamente un calco de nuestra querida edificación.

De este también se dice que se tomó de referencia para diseñar el castillo donde la Cenicienta baila con el príncipe. Eso sí, en esta película el dibujo del castillo es muchísimo más sencillo y se parece mucho menos al Alcázar que el de Blancanieves.

Por cierto, el castillo de la princesa del zapato de cristal es muy diferente en el parque de atracciones de Orlando, resultando especialmente pomposo y, seguramente, el que más difiere respecto a las películas.

Castillo de Neuschwanstein, Alemania 

Es un castillo fortaleza construido por placer, en un momento de la historia en el que este tipo de defensas ya no resultaban necesarias estratégicamente.

Así, su fortaleza no hace más que añadir belleza y armonía en el paisaje bávaro de lagos y montañas en el que se enmarca, en el desfiladero de Pöllat, en los Alpes, muy cerca del emplazamiento de otro castillo, el de Hohenschwangau.

La inspiración es clara si has visto la película La Bella Durmiente, especialmente la torre donde la princesa duerme.

Pero es que, más allá de en esta, donde la residencia real aparece unos cuantos segundos, puedes disfrutar de su recreación en el parque DisneyLand Paris, donde sí se pueden apreciar perfectamente los parecidos, así que no lo dudes si vas por la zona en hacer una visita al castillo neuschwanstein de las películas de Disney.

Château de Chambord, Francia

Es una edificación espectacular, casi tanto como el castillo del príncipe Adam, más conocido como “Bestia”. De marcado estilo renacentista, es un castillo gigante que requiere de, al menos, dos horas, para visitarlo.

A diferencia de la ficción, la enorme edificación se encuentra en el Valle del Loira, construido de hecho, junto al agua. Si recordamos la película, el castillo maldito de “La Bella y la Bestia” está bastante escondido. De hecho, el padre de Bella llega a él por error tras haberse perdido y sin saber que existe siquiera.

También vemos, más adelante, que volver resulta muy difícil. Tanto es así que los habitantes del pueblo ni lo recuerdan y no queda a la vista a pesar de ser tan impresionantemente grande.

Riquewihr, Francia

Las referencias en esta película no terminan en el castillo francés. El tan alegre y pintoresco pueblo de Bella tiene su base clara en Riquewihr, un pequeño lugar en la Francia del norte, concretamente en Alsacia.

Este cuenta con muchas edificaciones antiguas, de hasta el siglo XIV, y mantienen un estilo gótico germánico puro. Tanto es así que su centro histórico es lugar protegido para no perder una muestra tan clara y bien conservada de este. Muy destacados y bien representados en la película animada son los tejados y, sobre todo, los postigos construidos en madera, que dan un aire aún más encantador.

Hay que decir que esta zona de Francia cuenta con muchos pueblecitos del estilo, como Colmar o Eguisheim, por lo que fácilmente la ficción puede representar elementos de unos y otros. Sin duda, es una región preciosa para descubrir una manera de vivir diferente en un entorno más que encantador.

Château de Chillon, Veytaux, Suiza

Mucho menos espectacular visualmente es este castillo del siglo X que se encuentra en Suiza pero que, si te fijas bien, resulta ser el dibujo del calco perfecto que es el castillo del príncipe Eric, el cual Ariel descubre cuando lo salva y lo deja en la orilla para visitarlo después a escondidas

Lo más destacable de este, además de lo austero que se ve (desde fuera) es que está en la orilla del lago Lemán, a nada, metros. Eso sí, en la peli lo sitúan junto al mar, tanto que el oleaje rompe, en ocasiones en las faldas del pequeño montículo rocoso donde se erige. De hecho, los exteriores de costa tienen inspiración en Italia.

Por supuesto, también es meritorio y digno de conocer lo útil que fue esta construcción, que cambio varias veces de manos y que hizo las veces de faro, almacén para artillería y prisión. A final del siglo XIX se pasó a considerar monumento histórico.

Plaza de San Marcos, Venecia, Italia

Aunque Aladdin se sitúa en Marruecos y la ciudad y, especialmente el castillo del sultán, están claramente inspirados en Agra y el Taj Mahal respectivamente, es indudable que la plaza veneciana de San Marcos tuvo representación en la película a la hora de esbozar la ciudad a nivel general.

Y sobre todo, en vistazos lejanos, en algunas arquitecturas particulares y, por supuesto, en el mercado.

Salzburgo, Austria

Tanto Salzburgo como las zonas aledañas quedan representadas, sin casi disimulo en The Sound of Music. Esta no es una película de Disney pero sí se tomó como ejemplo a la hora de que el musical, ahora sí del artista, La Novicia Rebelde.

Tiene una arquitectura variada y todo su centro histórico se declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad, por lo que, sin duda, es un lugar digno de visita para maravillarse con la cantidad de recursos históricos que posee. Monasterios, abadías, cementerios, palacios, museos y pasada la decena de festivales culturales.

Mont Saint-Michel, Francia

Normandia cuenta con cantidad de espacios naturales y de construcción por el hombre que son, sencillamente, espectaculares, más de cuento que los propios paisajes-ensoñaciones de la ficción. 

Tanto es así que a la hora de crear el castillo de Rapunzel en la película Enredados no hubo el más mínimo atisbo de duda a la hora de hacer prácticamente un calco de la fortificación que se encuentra en el montículo, y no sólo eso, sino de todo él, incluyendo su orillado y el hecho de estar rodeado por agua.

Alpes Suizos

Puede que no lo supieses pero la serie de animación Heidi también es de Disney. Nos extraña porque nos tienen acostumbrados a películas más bien, especialmente hace años, de cuando data la animación.

Sea como sea, queda más que de manifiesto que los Alpes suizos no sólo inspiraron el paisaje protagónico de la serie sino que en esta se habla expresamente de la ubicación.

Así mismo, aunque tanto el palacio como la ciudad donde se desarrolla Frozen están claramente inspirados en el norte europeo tanto paisajísticamente como en estilo, las aventuras de Ana transcurren en una cordillera, para la cual sirvió de modelo la zona suiza de los Alpes.

Sin duda, aunque gran parte de la magia de los cuentos se da en la mente de los creativos, nuestro continente (y todo el planeta en general) ayudan, y mucho, a que la mente de los niños se nutra de belleza traída del emplazamientos reales que, de hecho, puedes visitar.

 Conclusión 

Estos hermosos lugares en Europa que sirvieron como inspiración para películas de Disney nos muestran cómo la magia de la ficción puede encontrar su raíz en la belleza de la realidad.

Desde los castillos en España y Alemania que evocan los cuentos de princesas hasta los pueblos encantadores de Francia que cobran vida en la pantalla, Europa ha proporcionado un telón de fondo mágico para algunas de nuestras historias favoritas.

Si planeas viajar a estos lugares con un bebé, es esencial tener en cuenta algunas consideraciones adicionales, puede ser una experiencia maravillosa, pero requiere una planificación cuidadosa. Asegúrate de llevar contigo todos los suministros esenciales para tu bebé, como pañales, biberones, ropa extra y una silla de paseo cómoda.

Además, investiga con anticipación sobre las comodidades disponibles en cada destino, como instalaciones para cambiar pañales, áreas de descanso y restaurantes que sean amigables para los niños. También es importante ajustar tu itinerario para que se adapte al ritmo de tu bebé, con tiempo suficiente para descansos y siestas.