Jugar el parte del desarrollo y aprendizaje de cualquier niño. El juego es una herramienta muy interesante a cualquier edad, pero en algunas ocasiones, el uso del juego dirigido ofrece múltiples beneficios cuando se realiza en grupo o con la presencia de algún adulto.
Si bien es bueno dejar que los niños jueguen libremente para desarrollar su imaginación, los juegos dirigidos para niños y adolescentes también tienen sus propias ventajas. Se pueden poner en práctica en el hogar, en el aula, o también en la clase de educación física, con peques de diferentes edades.
¿Cuáles son los juegos dirigidos para niños? ¿Cómo ponerlos en práctica? ¿Qué beneficios ofrecen? Respondemos estas y otras muchas dudas para que tú también puedas hacerlos.
Te contamos la definición del juego infantil dirigido, en qué se diferencia de los juegos libres, y otra mucha información de interés para padres y educadores.
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¿Qué es el juego dirigido?
Los juegos de niños dirigidos, como su propio nombre indica, son un tipo de actividad en los que un adulto o persona responsable es quien va dirigiendo el juego para conseguir una serie de objetivos.
Los juegos dirigidos se suelen hacer en pareja o en grupos más o menos grandes, y sirven para lograr una serie de habilidades que de otra forma no podrían manejar los niños a través del juego libre.
Las actividades de juego dirigido para niños tienen un fin y un objetivo concretos. Estos deben ser acordados y explicados antes de empezar el juego, para que así los peques sepan en qué consiste la actividad.
Lo bueno que tienen este tipo de juegos es que se pueden adaptar a todas las edades. Hay juego para niños de 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 años y también para adolescentes, comenzando para un nivel inicial de preescolar hasta llegar a los niños más mayores.
Juego libre Vs juego dirigido
A diferencia del juego dirigido, el juego libre surge espontáneamente y no sigue unas reglas marcadas. Los niños se dejan llevar por sus impulsos con total naturalidad para pasar un rato divertido y fomentar la imaginación.
Ambos tipos de juegos son usados por los adultos como un medio para que los niños aprendan y poder evaluar ciertas características físicas, emocionales y sociales. Son excelentes herramientas educativas que deben usarse al mismo tiempo en niños de todas las edades.
Cuando dejas a los niños jugar libremente, sin reglas y sin la intervención de un adulto o tutor, es más fácil conocer la respuesta libre de cada niño. Es una excelente forma de motivar a los niños a que inventen y creen su propio entorno de forma intuitiva. No te pierdas tampoco en qué consiste la técnica pomodoro para niños.
Sin embargo, tiene sus desventajas en comparación a los juegos infantiles dirigidos. Al no tener finalidad, los niños tienden a repetir patrones similares, falta organización por su parte, y puede llegar a provocar extenuación o aburrimiento.
Beneficios del juego dirigido para niños
El juego libre tiene muchas ventajas, pero así mismo las tiene el juego infantil dirigido. Para poder comprender mejor qué son los juegos dirigidos y qué beneficios ofrecen en educación, es necesario conocer todo lo que pueden ofrecer:
Organización
Una de las mejores características del juego dirigido es que cuenta con pautas y reglas establecidas que los niños deben seguir. Es el adulto el que se encarga de controlarlas para llegar a un objetivo concreto.
Gracias a los juegos dirigidos, los niños aprenden, superan los errores y mejoran las habilidades entrenadas. Cuando las reglas ya están fijadas, es mucho más sencillo seguir el juego, y no se pierde el tiempo ni hay lugar para la dispersión.
Corrección de errores
Otra ventaja que tienen los juegos dirigidos es que el adulto que dicta las normas y controla el juego puede detectar los errores y corregirlos más fácilmente. Por ello es muy importante la figura de esa persona responsable que está en todo momento supervisando la participación de los jugadores.
Asegurándose de que los niños sigan las reglas correctamente se evitan discusiones y el juego se desarrolla más fluidamente. A diferencia del juego libre, hay menor margen de espontaneidad, pero mayor concentración por parte de los niños.
Mantenimiento del interés
Cuando hay que seguir unas reglas y lograr un objetivo, el interés es mayor. Los niños se mantienen concentrados en todo momento para jugar lo mejor posible, centrándose en la competición contra el resto de jugadores o en la participación dentro del grupo.
Las normas del juego dirigido son una ventaja sobre el juego libre que carece de ellas. Lo mejor de todo es que estas pueden ser flexibles, e incluso cambiarse en cualquier momento según las necesidades de cada grupo o de la edad de los niños.
Unión del grupo
El juego en infantil está para unir y sociabilizar a los más pequeños. Con el juego dirigido se mejora la interacción entre los niños, la convivencia, y se potencia el desarrollo de las habilidades sociales.
Si bien el adulto va acompañando a los niños durante la sesión de juego, son los participantes los verdaderos protagonistas que deben unirse para conseguir el objetivo. Es aquí donde nace el compañerismo y no hay lugar a la discriminación o las desigualdades.
Múltiples alternativas
Incluso si las normas vienen ya marcadas, cualquier juego está sujeto a posibles cambios durante el transcurso de la sesión. Hay infinidad de alternativas de juego dirigido que se pueden cambiar fácilmente para adaptarlas a las necesidades de los niños.
Las actividades dirigidas son aptas para practicar en el parque, en el patio de la escuela, en una clase de educación física, o incluso en una fiesta de cumpleaños infantil. Como adulto o director de la actividad puedes inventar muchos tipos de juegos dirigidos, marcando las reglas por tu cuenta o con la ayuda de los jugadores.
Ejemplos de juegos dirigidos para niños
Vale, ya sabemos cuál es la definición de juego dirigido, pero ¿a qué juego con los niños para fomentar todas estas características del juego infantil? Vamos a ver algunos ejemplos muy divertidos y fáciles de hacer, con los que seguro que triunfarás:
Simón dice
Con la ayuda de un adulto que dirige el juego, los niños tiene que hacer los gestos que se le van indicando. Estas indicaciones tienen que ir acompañadas de la frase completa ‘Simón dice…’. Por ejemplo, una indicación puede ser ‘Simón dice da un salto a la pata coja’.
Los niños tienen que estar muy atentos a las indicaciones. Si el director del juego no dice la frase completa, y por ejemplo dice ‘Tócate la nariz con la mano derecha’, al no ir acompañado de la expresión ‘Simón dice…’, los niños no tendrán que hacerlo. Quedarán eliminados los que se equivoquen el realizar la acción cuando no corresponde o no hacerla bien.
Gallinita ciega
Uno de los juegos favoritos para niños de cualquier edad. Uno de los participantes tiene que vendarse los ojos, y dentro del patio o de una sala tendrá que atrapar a alguno de sus compañeros guiado por las indicaciones del adulto.
El resto de niños tienen que intentar tocarle, llamarle, pero también evitar ser atrapado. Cuando uno de ellos sea pillado por la gallinita ciega, pasará a ser quien se vende los ojos para intentar atrapar a otros compañero.
El escondite
Otro de los juegos dirigidos más clásicos, en el que uno de los participantes cuenta de espaldas hasta 20 mientras que los demás se esconden. Cuando hay un adulto que dirige el juego, puede ir indicando al niño que tiene que buscar a los demás si se está acercando o no al lugar indicado.
Tanto los niños que se esconden como el que busca tienen que desarrollar múltiples habilidades. Hay muchas normas para cumplir, como por ejemplo, los escondidos pueden salvarse si consiguen llegar al lugar donde el buscador cuenta de espaldas, y así no ser el siguiente que se la quede.
Es uno de los juegos de patio más populares para niños pequeños, ¡muy recomendado!
Palabras encadenadas
Un juego muy sencillo que puede ir subiendo de dificultad según las capacidades de los niños. Consiste en ir diciendo palabras uno por uno, para que el siguiente continúa con la última letra o sílaba de la palabra anterior.
Por ejemplo, comienza el adulto con una palabra, y dice ‘perro’. El siguiente jugador tiene que decir una palabra que empiece por la sílaba ‘ro’, como por ejemplo, ‘ropa’. La siguiente palabra puede ser ‘paloma’, seguido de ‘maniquí’, ‘quiosco’, ‘comida’, ‘dátil’, y así sucesivamente.
Juego del pañuelo
Terminamos con uno de los juegos que son un clásico al que todos hemos jugado alguna vez. El juego del pañuelo consiste en hacer dos equipos. Cada equipo se pondrá a cierta distancia, otorgándole un número a cada uno de los miembros.
El director del juego se coloca justo en el centro con un pañuelo colgando. Deberá decir un número, y el niño de cada equipo a que corresponda el número dicho tiene que ir corriendo a atrapar el pañuelo. Quien lo atrape tendrá que correr al sitio donde está su grupo antes de que el otro jugador le robe el pañuelo. Gana el que consiga llegar con su grupo con el pañuelo en la mano y sin ser pillado.
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Ahora que ya sabes qué es el juego dirigido y los múltiples beneficios que ofrecen estas actividades para los más pequeños, no dudes en ponerte manos a la obra. Elige los juegos favoritos de tus hijos o tus alumnos, y sé el mejor anfitrión dirigiendo el juego de la forma más divertida.