La forma de criar a los niños ha cambiado mucho a lo largo de las generaciones. Dejando a un lado la autoridad de los padres como primera norma familiar, la crianza respetuosa comienza a abrirse paso entre las nuevas corrientes para educar a los hijos.
Hay quién piensa que la crianza respetuosa consiste en dejar a lo niños a su libre albedrío sin ningún tipo de norma u obligaciones.
Nada más lejos de la realidad. Los pequeños necesitan límites para aprender a ser niños respetuosos. Pero también tienen derecho a participar en la creación de las normas, de forma que les resulte más fácil comprenderlas y seguirlas.
¿Sabes en qué consiste la crianza respetuosa? ¿Desde qué edad comenzar con la crianza respetuosa? ¿Se puede aplicar en las pautas de crianza para adolescentes? Vamos a ver todos los detalles.
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¿Qué es la crianza respetuosa?
La crianza respetuosa es una forma de educar a los niños que tiene que ver con los valores que los propios padres practican a diario dentro de la familia. No se puede esperar que un niño se convierta en la mejor persona del mundo si los padres no predican con el ejemplo.
El objetivo de este tipo de crianza es fomentar una forma de vida basada en el amor, la empatía, la igualdad entre todos los miembros de la familia y el respeto.
Consiste en comprender que cada persona es diferente, y que los niños tienen sus propias necesidades, las cuáles deben entender y cubrir los adultos responsables.
Para lograr que los niños se conviertan en personas respetuosas, hay que proponer límites razonables, con sentido, y adaptadas al momento madurativo en el que se encuentran los pequeños.
Esto es algo que choca con el modelo tradicional de crianza, en el que los padres tienen toda la autoridad frente a los menores dentro de la familia.
Una gran ventaja que ofrece la crianza con apego o respetuosa es que resulta totalmente flexible. Cada núcleo familiar, e incluso cada niño tiene sus propias necesidades, que van variando con el tiempo a medida que se hace mayor.
Objetivos de la crianza respetuosa
Este modelo educativo que se enfoca en la crianza de una persona respetuosa tiene varios principios básicos. Para la crianza de niños, lo más importante es evitar poner límites desde la represión, impartiendo una educación más asertiva en la que ellos se sientan partícipes.
¿Cuáles son las bases de la crianza respetuosa? Para que entiendas mejor qué significa y cómo ponerla en práctica, recuerda estos conceptos básicos:
Igualdad
Una de las pautas de crianza positiva más destacables es la horizontalidad dentro de las relaciones familiares. Esto quiere decir que el adulto no tiene más autoridad que el niño, si no que lo trata como un igual, con sus propios derechos y opiniones.
Los niños, como personas que son, tienen los mismos derechos que los mayores. Los padres no son los únicos que deben opinar con respecto a una decisión importante, ni los niños deben simplemente obedecer. Todos pueden intervenir, sobre todo en temas que les afectan directamente.
Empatía
Todos hemos sido niños alguna vez, y nos hemos sentido limitados por la autoridad de los adultos. Es por esto que los padres deben esforzarse en comprender cómo se sienten sus hijos, poniéndose en su piel para saber qué es lo mejor para ellos.
Presentar empatía con los niños estrecha y refuerza los lazos familiares. Cuando los niños tienen conexión con sus padres se sienten más protegidos y seguros, confiando plenamente en su criterio y siguiendo sus directrices.
Disciplina positiva
Muchos métodos de crianza novedosos se centran en la disciplina positiva, dejando a un lado las regañinas y los castigos. En el caso de la crianza respetuosa, no se trata de castigar o premiar por una conducta, si no de establecer límites eficaces y metas fáciles de alcanzar.
Cuando los pequeños saben lo que deben hacer, y se les explica perfectamente cómo llevar a cabo sus actividades desde el amor y el respeto, lo convierten en su rutina. No hay que olvidar tampoco que los niños tienen un criterio diferente, y que los adultos a veces podemos aprender de ellos.
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El apego y la crianza respetuosa
A menudo se confunde la crianza con apego con el actual concepto de crianza respetuosa. Aunque ambos son un modelo educativo que prioriza el amor y el respeto entre los miembros de la familia, no significan exactamente lo mismo.
La teoría del apego establece un fuerte vínculo del niño o niña con sus padres, ofreciéndole la seguridad y empatía que los pequeños necesitan en esta etapa de gran vulnerabilidad.
Hay quién lo considera algo inadecuado para una correcta educación de los niños. No obstante, está demostrado que aportar un vínculo seguro durante la infancia ofrece una mayor estabilidad psicológica.
La crianza con apego es similar a la crianza respetuosa, pero va mucho más allá de la técnica educativa. Implica dormir cerca del bebé, cargarlo en brazos, no permitir el llanto, y otras formas de estar directamente con el bebé de manera equilibrada.
En cambio, la crianza respetuosa es cercana pero al mismo tiempo impone límites y libertades individuales. Ambas combinadas aporta múltiples herramientas beneficiosas para los niños que los convertirá en adultos más responsables y respetuosos.
Pautas para una crianza respetuosa
Como ya hemos indicado, cada familia es diferente y tiene sus propias necesidades a la hora de educar a los niños. La crianza horizontal o respetuosa es fácilmente adaptable a cualquier situación siempre que se sigan una serie de pautas:
Gestión de las emociones
Demostrar que eres capaz de gestionar tus emociones es el mejor ejemplo para tus hijos, y para que estos puedan conectar más fácilmente contigo.
Habla con naturalidad de las emociones positivas y negativas, explícales a tus peques cómo manejarlas, y tendrán una mayor confianza en el momento en que necesiten tu ayuda. Descubre las mejores actividades para trabajar las emociones pinchando aquí.
Empatizar con los niños
Ten en cuenta que tus hijos tienen su propia personalidad, y por supuesto también su criterio personal. Ponte en su lugar e intenta comprender cómo se sienten en todo momento. Prioriza sus necesidades y no tu propia comodidad.
Respetar su desarrollo
Permite que tus hijos crezcan y se desarrollen a su ritmo, no tengas prisa por nada. Cada niño tiene su propio proceso, y desarrollan determinadas habilidades que pueden no ser las que esperabas. Respétalo y dales tu apoyo para explotar al máximo su potencial.
Establecer límites juntos
Haz unas normas de convivencia para la familia con la colaboración de todos los miembros. Los niños deben participar también en poner los límites y reglas, conociendo cuáles son sus derechos y responsabilidades. Así les resultará más fácil comprenderlas para ponerlas en práctica correctamente.
Explicar en lugar de regañar
Los niños a veces hacen travesuras para medir nuestros límites. Otras veces se equivocan sin querer; y no pasa nada. En lugar de regañarles o castigarles cuando hagan algo incorrecto, explícales por qué no deben volver a repetirlo. Cuando conocen las verdaderas consecuencias ellos mismos se harán responsables de hacer lo correcto la próxima vez.
Elogiar a los niños
A todos nos gustan que nos feliciten cuando hacemos las cosas bien. ¡No te cortes y hazlo con tus hijos! Tan importante como explicarles qué han hecho mal, es reforzar las buenas conductas para que se sientan animados a progresar. Basta con tener una bonitas palabras y gestos de amor, para que los niños se sientan más seguros de sí mismos.
No te olvides que para que tus hijos crezcan en un buen ambiente de crianza respetuosa, los adultos deben esforzarse por tener un buen clima dentro del hogar. Comienza por respetarte a ti mismo y a tu pareja, para convertir esta práctica en vuestra rutina diaria en la que todos ganareis.
Si quieres adentrarte más en la crianza respetuosa, no te pierdas este excelente vídeo del psicólogo Alberto Soler:
Muy buen artículo y cada vez más necesario, porque ahora muchos peques crecen un poco perdidos…
Gracias por tu comentario.
Buen comienzo de semana 🙂