Meterse el dedo en la nariz es un acto muy habitual entre los niños. Al hacer esto, los peques se sacan los mocos sin querer, y, ¿qué es lo que pueden hacer con ellos? Por supuesto: llevarse la mano a la boca y comerse los mocos como un acto reflejo.
Aunque a los adultos nos parezca desagradable, la gran mayoría de los niños tienen por costumbre hurgarse la nariz desde temprana edad, y todos los hemos hecho en algún momento de la vida. ¿Pasa algo cuando se comen los mocos los niños? ¿Es bueno o malo? Hoy responderemos a estas interesantes cuestiones.
Conocido como ‘mucofagia’, el hecho de comerse los mocos es común entre los bebés, niños pequeños, algunos adolescentes, e incluso se mantiene como hábito en la edad adulta. Si quieres quitar la manía de tocarse la nariz a tus hijos, por el bien de su salud, descubre cómo dejar de comerse los mocos de manera efectiva.
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¿Por qué los niños comen mocos?
Los mocos son la secreción que producen la membranas nasales como protección. Se trata de un líquido pegajoso y transparente, compuesto por minerales, electrolitos y proteínas que le dan una alta viscosidad.
La función de los mocos es la de retener los posibles gérmenes que acceden al interior del organismo a través de las fosas nasales. Atrapan las bacterias y virus, así como la suciedad ambiental, algo muy importante en los niños pequeños que aún no tienen el sistema inmunitario completamente desarrollado.
La imagen de los niños comiendo mocos es algo muy habitual que hemos visto toda la vida. Hoy en día no se sabe por qué los pequeños hacen esto, pero se cree que es un acto reflejo que ayuda a calmar la ansiedad en determinados momentos.
Si bien los mocos en su composición natural no tiene ninguna sustancia que sea mala para la salud, la masa que sale de la nariz viene acompañada de toda la suciedad que ha entrado por las fosas nasales. De ahí la coloración verde más oscura, que retiene gran cantidad de partículas y gérmenes.
¿Hasta qué edad los niños se comen los mocos?
Como ya hemos visto, comerse los mocos es un hábito que se puede mantener hasta la edad adulta. Sí que es cierto que cuando somos más mayores nos volvemos más consciente de que no es algo que esté socialmente bien visto, pero a veces se hace cuando nadie mira.
En el caso de los niños, que aún están aprendiendo lo que está bien o mal, se comen los mocos sin ningún tapujo. Esto puede ocurrir desde que son bien pequeñitos, cuando producen una gran cantidad de mocos que caen desde la nariz hasta la boca y directamente se los comen, o cuando ya tienen total control de sus deditos.
A partir del año de edad, el bebé ya es consciente de lo que hace con las manos. La mayoría de los niños lo hacen por mera curiosidad. Empiezan a hurgarse la nariz porque les pica, se sacan algún moco suelto, y por instinto se lo meten en la boca.
Cuando los niños van creciendo y siguen repitiendo este acto, puede ser porque lo hayan adquirido como hábito y les resulte una manera muy práctica de calmar la ansiedad.
No podemos decirte hasta qué edad suele comer mocos un niño, pero sí darte algunas pautas para ayudarle a controlarlo.
¿Es bueno comerse los mocos?
Hay quien afirma que la mucofagia es buena para los niños porque les ayuda a desarrollar su sistema inmune. Al introducir en su organismo los virus y bacterias que han sido capturados por la mucosidad de la nariz, el sistema inmune del pequeño se activa creando anticuerpos específicos.
El moco contiene multitud de proteínas que inactivan los gérmenes atrapados en las fosas nasales. Estos estarían debilitados antes de llegar a la boca del niño, así que el riesgo es menor.
Aunque en la actualidad es un acto que no está bien visto, y hay quien lo ve con cierto asco, el hecho de comerse los mocos es un proceso natural que se ha realizado toda la vida, y que ha sido heredado de los simios, nuestros parientes más cercanos.
No obstante, aún no existe ninguna evidencia científica que respalde el hecho de que sea bueno que los niños se coman los mocos. Esto ya dependerá del criterio de cada padre.
Peligros de hurgarse la nariz y comerse los mocos
En el bando contrario está quien piensa que además de asqueroso, comerse los mocos es muy peligroso. ¿Qué pasa si te comes los mocos que acabas de sacar de la nariz? Vamos a ver cuáles son los riesgos de la mucofagia para los niños.
Heridas
Uno de los grandes problemas de comerse los mocos es el hecho de hurgarse la nariz. Meter el dedo en las fosas nasales para retirar los mocos secos está relacionado con irritaciones y sangrado, que conlleva un gran riesgo para la salud de los pequeños.
Cuando los niños tienen las uñas largas, el tocarse la nariz por dentro es muy peligroso. La mucosa nasal está compuesta por una capa de piel muy fina, y recibe una gran irrigación sanguínea.
La más mínima herida podría desencadenar un sangrado muy alertante, que si además no se cura, podría infectarse con el paso del tiempo.
Infecciones
Otro de los riesgos, que no está del todo demostrado, es adquirir algún tipo de infección por comerse los mocos. Ya sabemos que la función de los mocos gelatinosos es la de atrapar sustancias tóxicas y gérmenes. Los mocos en niños evitan que estas entren por la nariz, pero al comerse lo mocos están introduciéndose por la boca.
Es malo comerse los mocos por la gran cantidad de suciedad que contienen. Los mocos grandes y verdes son los peores, ya que están repletos de toxinas que nadie querría tener en su boca ni en su estómago.
También cabe destacar que llevarse las manos sucias a la boca es un foco de infección importante. Ya no solo por el hecho de contener mocos, si no también por haber tocado otros objetos y superficies sucios.
¿Qué hacer para que los niños no se coman los mocos?
La mucofagia en niños es un hábito muy tratado en psicología infantil. A ningún padre nos gusta ver a nuestro niño con mocos, metiéndose el dedo y comiéndose el moco seco que se han sacado.
A nosotros nos ha pasado con nuestra peque. Y aunque no le hemos dado mucha importancia, sí que hemos puesto algunos tips en marcha para evitar que mi hija se coma los mocos:
- No le des importancia si lo hace solo a veces. Cuando el niño tiende a tragarse los mocos porque está muy resfriado, pero no suele hurgarse la nariz, mejor no llamarle la atención.
- Si lo hace delante de otras personas, no le regañes ni lo dejes en evidencia. Simplemente hazle una señal disimulada para que se dé cuenta y pare, sin que los demás lo vean.
- Anímale cuando haya progresos poco a poco, como por ejemplo limpiarse los mocos con un pañuelo o rascarse con delicadeza la nariz si le pica.
- Ayúdale con gotas nasales para eliminar los mocos secos que le molestan. Así no tendrá la necesidad de meterse el dedo en la nariz.
- Puede resultar muy útil colocar una tirita o una venda en el dedo que utiliza para sacarse los mocos. De esta forma se acordará cuando lo haga inconscientemente.
- Si se toca la nariz por nerviosismo, intenta mantenerlo distraído con otras cosas, como por ejemplo sujetando una pelota antiestrés en las manos.
- Predica con el ejemplo. No te saques los mocos delante de tus hijos ni te toques la nariz. Si estás resfriado, hazlo con un pañuelo sonándote con cuidado.
Y sobre todo, ten mucha paciencia con tu peque, porque al final dejará de hacerlo cuando se haga mayor.
Como hemos recalcado, comerse los mocos es muy habitual en los niños, pero menos común en los adolescentes y adultos. Llegará el momento en que tu peque sea capaz de controlar este hábito, cuidado su salud y evitando hacerse heridas por hurgarse la nariz de manera compulsiva.
Más información sobre los mocos en niños
Si tus pequeños tienen muchos mocos, no te pierdas esta práctica información que tenemos en El Blog de tu Bebé para tratar problemas de mucosidades:
- Mocos amarillos en bebés y niños, Causas y tratamiento
- Mocos en el oído en niños; Remedios naturales y tratamiento
Y tú, ¿has tenido alguna experiencia con este hábito de los niños de comerse los mocos? ¡Esperamos tus comentarios y opiniones!
Es interesante saberlo, porque muchos peques lo hacen de forma instintiva.
Gracias.
A Moreno