¿No tienes claro cómo hacer un buen uso de la leche materna para alimentar a tu bebé? ¿Se puede congelar y después descongelar la lecha materna para prologar su duración? ¿Cómo puedo calcular la fecha de caducidad de esta?
Estas son dudas frecuentes que pueden surgir entre muchas mamás que deciden dar el pecho a su bebé, pero en ocasiones tienen que guardar algunas reservas. Por suerte, la leche se puede congelar y conservar durante un tiempo prudencial, permitiendo así que la mamá pueda salir y dejar al bebé al cuidado de otras personas sin que le falte su ración de alimento.
A través de esta completa guía, te contamos todo lo que debes saber sobre la conservación de la leche materna. Cómo guardarla, congelarla, descongelarla, y cómo usarla de manera segura para que no haya ningún problema ni llegue a ponerse mala.
Toma nota de estos consejos y verás qué fácil es hacer uso de la leche más allá de dar el pecho al bebé en ese mismo momento, dándote mucha más libertad durante la etapa de lactancia.
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¿Cuál es el mejor método para conservar la leche materna?
Si has decidido dar el pecho a tu bebé, y no hay ningún inconveniente para decantarte por este método de alimentación, debes saber que la mejor alternativa es darle el pecho directamente, evitando así cualquier problema de contaminación cruzada.
Cuando la leche sale del pecho de la mamá, esta conserva intactos todos los nutrientes y es altamente segura. Además está a la temperatura idónea para que el bebé la tome.
No obstante, muchas mamás necesitan extraer leche para tener cierta cantidad en momentos puntuales. La leche materna refrigerada será siempre mejor que la congelada, manteniendo mejor los niveles de antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos, que con el tiempo se pueden perder.
Pero en el caso de que tengas que congelarla, tampoco pasa nada. Si sigues correctamente el proceso de conservación, congelación y descongelación, la leche mantendrá muy bien su perfil nutricional, siendo la perfecta fuente de alimentación que tu bebé necesita. ¿Cómo se logra esto?
Paso a paso para conservar leche materna congelada
Si bien la duda que nos atañe en esta ocasión es cómo descongelar la leche materna para que no pierda propiedades, el proceso de mantenimiento empieza mucho antes, desde la misma extracción. Por ello vamos a ver pequeñas pinceladas y consejos de todo lo que debes hacer.
Sigue paso por paso este proceso de almacenamiento y preparación de la leche materna para que dure más tiempo antes de consumirla:
Antes de extraer la leche
Elige un buen extractor de leche materna, que puede ser manual o eléctrico. Antes de manipularlo, lávate las manos con agua y jabón, evitando así contaminar cualquiera de las piezas del aparato.
Acto seguido, revisa que el extractor esté limpio, que todas las piezas estén en buen estado y que no haya restos de suciedad u hongos. Si fuera así, sería necesario lavarlo o cambiarlo.
¿Todo está correcto? Pues ha llegado el momento de extraer la leche. Hazlo en un lugar que esté limpio, libre de cualquier fuente de contaminación externa. Lo que deseamos es que la leche que se va a extraer del pecho, totalmente higienizada, mantenga su pureza hasta el momento en que el bebé vaya a tomarla.
Almacenamiento de la leche materna para congelar
¿Cómo conservar leche materna para congelar posteriormente? Es necesario utilizar bolsas o envases que sean aptos para uso alimentario, que estén limpios, estériles y toleren las temperaturas del congelador.
Lo más adecuado es recurrir a bolsas para almacenar leche materna especiales, o envases que sean compatibles con los mismos extractores. Algunos de ellos se ajustan perfectamente a la boquilla para que el riesgo de que la leche se contamine sea mínimo, limitando así el contacto con el exterior.
No vale escoger cualquier envase de uso alimentario, como pueden ser los típicos tuppers de cocina. Fíjate que no contengan bisfenol o BPA, ya que parte de los tóxicos podrían pasar a la leche durante el almacenamiento.
La leche recién extraída tiene una caducidad muy breve. Según el lugar donde se mantenga, tienes que controlar más o menos estos tiempos:
- Fuera del frigorífico a temperatura ambiente: máximo 4 horas.
- En frigorífico a una temperatura de 4ºC: hasta 3 o 4 días.
- Leche sobrante que el bebé no se tomó: máximo 2 horas.
Recomendaciones para congelar leche materna
La congelación permite una conservación de leche materna más prolongada. Si quieres disponer de reservas suficientes, por si a caso necesitas algún día, o si vas a estar fuera un tiempo y otra persona tiene que alimentar al bebé, lo mejor es congelarla directamente.
Es importante que la leche se congele justo tras la extracción. Evita congelarla después de haber estado un tiempo refrigerada, ya que la garantía de salubridad no será del 100%.
Otro consejo a tener en cuenta para almacenar leche materna es utilizar pequeñas cantidades (porciones de unos 60 ml). No llenes las bolsas ni los envases por completo, haciendo raciones que sean más fáciles de manejar y consumir.
Anota siempre la fecha de extracción de la leche, y el nombre del bebé si va a usarse por ejemplo en la guardería o guardarse con leche de otras mamás. Coloca las bolsas en posición horizontal en el congelador en la parte trasera donde la temperatura es más constante, manteniéndola segura hasta el momento de descongelar.
Cómo descongelar la leche materna
La leche materna congelada debe sacarse del congelador 1 o 2 horas antes de consumirse. Nunca se debe volver a congelar si se ha descongelado, o incluso si no ha llegado a descongelarse del todo. En este caso habría que desecharla.
Si tienes varias bolsas o envases disponibles, elige la fecha de mayor antigüedad para ir consumiéndola lo antes posible. Puedes acelerar su descongelación poniéndola bajo el grifo con agua tibia corriente, o dejándola en el refrigerador durante el tiempo necesario. Nunca descongeles en microondas o con agua hirviendo, ya que podría perder propiedades.
La leche tiene que estar descongelada por completo antes de ponerla en el biberón. La mejor forma de calentarla es con un calienta-biberones o poniéndola al baño maría con una temperatura controlada de 40ºC máximo.
Al descongelar la leche materna, esta debe consumirse las siguientes 24 horas desde que se sacó del congelador. Una vez calentada, lo mejor es dársela al bebé como máximo hasta 2 horas tras el proceso de calentamiento. Si no la toma, desechar siempre.
Caducidad de la leche materna
Ya hemos visto como descongelar y como calentar leche materna descongelada tras su conservación en el freezer. Pero, ¿cuánto dura la leche materna en la nevera después de descongelada? Este es un punto muy importante.
Si la leche ha sido congelada y después descongelada, puede durar entre 1 y 2 horas fuera de la nevera, a temperatura ambiente de unos 25ºC máximo. Si hace más calor, la duración será menor.
Una vez descongelada, manteniéndola en la nevera aguanta 1 día como máximo. No es recomendable dejarla mucho tiempo. Y si se ha calentado, el tiempo de consumo deberá ser de no más de 2 horas.
Pero si mantienes la leche congelada en buenas condiciones, esta puede durar perfectamente entre 6 y 12 meses, conservando sus propiedades nutricionales prácticamente intactas.
No será exactamente como la leche que toma el bebé directamente del pecho, pero si sigues estos pasos para descongelar la leche materna, es una excelente opción de alimentación para tu peque en sus diferentes etapas de la lactancia.
Otros consejos de lactancia materna
La lactancia materna es un tema que te preocupa de cara a tu futura maternidad. ¡No te alarmes, nos pasa a todas! Dale respuesta a las preguntas más frecuentes sobre lactancia materna a través de estas otra publicaciones que encontrarás a través de El Blog de tu Bebé y que seguro serán de tu interés:
- Extracción de leche materna y conservación
- Las mejores bolsas para almacenar leche materna
- Cómo producir más leche materna; Trucos y consejos
- Vuelta al trabajo; ¿Cómo mantener la lactancia materna?
- Cómo cortar la leche materna; Mejores métodos
Sigue estos consejos para descongelar la lecha materna correctamente, y hacer buen uso de ella durante el periodo de lactancia de tu bebé, asegurando una alimentación completa. Sigue tu sentido común y verás como es más fácil de lo que imaginas. ¡Tu instinto maternal está ahí!