La vuelta al trabajo puede ser un momento bastante duro para muchas mujeres que acaban de ser mamás. Hay quién piensa que reincorporarse a la rutina laboral es totalmente incompatible con mantener la lactancia materna.
¡Pero las mujeres estamos hechas para poder con todo! Tan solo hay que encontrar el equilibrio perfecto entre lactancia y trabajo con un poco de organización.
Mantener la lactancia trabajando es una opción que cada vez utilizan más madres. La OMS recomienda prolongar la lactancia materna al menos hasta los 6 meses de vida del bebé.
Y si fuera posible, alargarlo hasta los 2 años. No hay mejor alimento para el bebé que el que produce el propio cuerpo de la madre.
Seguramente te haya costado mucho el proceso de darle el pecho a tu bebé y ahora que vuelves a trabajar no quieras abandonarlo. No te preocupes, tienes muchas opciones para mantener la lactancia tras tu vuelta al trabajo.
Descubre a través de esta completa guía sobre lactancia y reincorporación laboral cuáles son los mejores tips para seguir dando leche materna al bebé cuando no puedes estar 24 horas al día con él.
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¿Cómo afrontar la vuelta al trabajo tras la baja por maternidad?
La reincorporación al trabajo después de la baja por maternidad es un proceso muy complicado para muchas mujeres. Implica tomar muchas decisiones complicadas, separarse del bebé siendo aún muy pequeñito, y sobre todo organizarse para poder llegar a todo.
Una baja por maternidad en España suele tener una duración de tan solo 16 semanas, algo menos de 4 meses. Sin embargo, lo recomendable es que el bebé tome pecho como mínimo hasta los 6 meses, que es cuando comienza con la alimentación complementaria.
¿Cómo es posible salvar este escalón de más de 2 meses en los que la madre estará trabajando lejos de su bebé? Existen muchas opciones a las que recurren las mamás para mantener la lactancia cuando termina su periodo de baja laboral.
No existe la fórmula perfecta para sobrellevar trabajo y lactancia materna al mismo tiempo, así que en cada núcleo familia es necesario encontrar la mejor solución. Eso sí, lo que mejor funciona es organizarse con tiempo. Desde la llegada del bebé, comienza a prepararte para que la vuelta al trabajo sea lo más fácil posible tanto para el peque como para ti.
¿Es posible conciliar trabajo y lactancia materna?
¡Por supuesto que sí! Miles de madres se enfrentan cada día a la tesitura de volver al trabajo y de seguir amamantando a sus hijos. En muy pocos casos, si una mujer quiere seguir dándole el pecho a su bebé, se ve en la obligación de dejarlo al volver al puesto de trabajo.
Si quieres, puedes. Según la situación en la que te encuentres, ya sea teletrabajando, yendo cada día a la oficina, e incluso haciendo viajes de trabajo constantes, cada madre puede tener su propia organización.
Lo ideal sería seguir dándole el pecho al bebé de manera habitual. Esto es posible si trabajas en casa o si la persona que cuida a tu bebé puede llevártelo al trabajo en el momento en que le toque la toma, o acercarte tú a casa aprovechando los descansos cuando vives cerca de la oficina.
Pero si no puedes darle el pecho directamente, el sacaleches se convertirá en tu mejor herramienta. Puedes dejar a tu bebé la cantidad de leche materna suficiente para alimentarse en esos momentos en los que estarás fuera, favoreciendo la producción de leche y que tu bebé se siga alimentando con ella incluso cuando te has incorporado al trabajo.
¿Qué es la lactancia materna diferida?
Cuando la lactancia materna directa no es posible, muchas madres recurren a la lactancia diferida. Esta consiste en alimentar al bebé con leche materna extrayéndola del pecho para después dársela al pequeño con un biberón o cualquier otro sistema según sus preferencias.
Hay madres que prefieren extraer la leche en casa dejando suficiente cantidad para las horas que pasará fuera de casa.
No obstante, la subida de la leche no tiene un horario fijo ni se puede controlar de manera consciente. Lo más probable es que si recurres a este sistema, también veas conveniente sacarte leche en el trabajo, almacenándola para alimentar a tu bebé.
En este caso, lo más recomendable es estar siempre equipada con un sacaleches eléctrico, que es más rápido y cómodo, así como con envases adecuados para almacenar la leche sin que se contamine.
Encuentra en tu trabajo un lugar en el que te sientas cómoda, con una toma de corriente para enchufar el sacaleches, y ten siempre a mano una pequeña neverita portátil con placas de hielo para conservar la leche hasta el momento de llegar a casa.
Gracias a esto, te resultará más cómodo mantener la lactancia en estas primeras semanas que son las más complicadas.
Sacaleches para mantener la lactancia trabajando
El sacaleches no es solo un accesorio para poder sacar la leche materna tras la reincorporación al trabajo. Este práctico aparato fomenta la producción de leche en la madre, alargando así el periodo de lactancia materna cuando se desea seguir alimentando al bebé de esta forma.
Este se puede usar tanto en casa como fuera de esta. Gracias a los nuevos modelos de sacaleches mucho más compactos, cómodos y silenciosos, cada vez más mamás se animan a mantener la lactancia materna lo máximo posible incluso cuando vuelven a su puesto laboral.
¿No sabes qué tipo de sacaleches es el mejor para ti? Descubre a través de nuestras completas guías sobre sacaleches eléctricos y manuales cuáles son las ventajas de cada uno, y los modelos más recomendados:
- ¿Cuál es el mejor sacaleches eléctrico barato? ¡Guía de compra!
- Los 4 mejores sacaleches manuales; Guía de compra
Plantéate cuál es el mejor método para mantener la lactancia materna, según tu horario de trabajo, las tomas que hace tu pequeño, el mejor sistema para extraer la leche, y la flexibilidad de la persona que cuidará al pequeño en tu ausencia.
Guardar leche materna para emergencias
Lo ideal para tener hacer la transición mucho más fácil para ti y tu bebé, es que empieces a sacarte leche algunos días antes de tu reincorporación al trabajo. De esta forma podrás empezar a establecer una rutina y unas pautas de alimentación, comenzando a conservar un poco de leche como reserva.
Tener un pequeño banco de leche para emergencias te puede salvar de más de un apuro. Para esos días en los que el bebé come más, o cuando tienes que hacer algunas horas extra en el trabajo, el cuidador podrá recurrir a la leche almacenada de más.
Puede que al principio no sepas cuánta leche debes dejar guardada. Por ello, lo recomendable es guardar de más, almacenándola en envases individuales pequeños de unos 50 a 100 cc.
La leche se mantendrá refrigerada hasta 2 días en un recipiente de vidrio o una bolsita de plástico especial, y hasta 3-4 meses en el congelador en recipientes bien cerrados.
Otra opción también sería recurrir a la lactancia mixta en el caso de que el bebé acepte la inclusión de la leche de fórmula, combinándola con la leche materna para complementar su alimentación.
¿Cómo conservar la leche materna?
Para asegurar la salubridad de la leche materna, el primer paso es utilizar un sacaleches y un envase para guardarla que estén totalmente limpios y libres de gérmenes. Solo de esta forma es posible hacer una extracción segura, evitando que la leche se contamine y se pueda usar para alimentar el bebé.
Existen varios tipos de recipientes de almacenaje para la correcta conservación de leche materna. Estos pueden tener forma de botes de plástico o vidrio, o como unas bolsas de conservación resistentes de un solo uso.
En todo caso, es imprescindible mantener limpios y esterilizados estos botes, marcándolos con la fecha de extracción en el mismo momento de llenarlos.
La leche materna se conserva en perfectas condiciones entre 4 y 8 horas a temperatura ambiente siempre que no hay mucho calor. Pero si no se va a consumir rápidamente, lo recomendable es directamente meterla en la nevera, o congelarla a una temperatura de la menos -18ºC.
¿Cómo sacar leche materna en el trabajo?
La extracción de la leche en el trabajo puede hacerse con un sacaleches manual o eléctrico, o si la madre tiene experiencia, hacerlo de forma totalmente manual.
Busca un lugar tranquilo dónde puedas dedicar unos minutos a esta actividad, aprovechando tus descansos en el trabajo.
- Comienza lavándote bien las manos con agua y jabón antes de manipular el sacaleches o de tocar el pecho.
- Prepara el sacaleches y el envase para almacenar la leche materna.
- En una postura cómoda y sentada, aplica un suave masaje en el pecho para promover la subida de la leche.
- A continuación, coloca el sacaleches cubriendo el pezón, y ponlo en marcha.
- Extrae la leche de un pecho, para después repetirlo en el otro. El proceso suele durar entre 10 y 20 minutos por cada pecho.
- Cuando no quede más leche en el pecho, o hayas obtenido la cantidad suficiente, apaga el aparato.
- Retira el envase de la leche con cuidado, cerrándolo y guardándolo en una nevera.
- Si vas a utilizar la leche para alimentar a tu bebé, consérvala a una temperatura constante, asegurando que el envase está cerrado y marcado con la fecha de extracción.
Consejos para introducir el biberón
Muchas mamás se enfrentan a diferentes problemas con la alimentación de su bebé debido a su incorporación al trabajo. Uno de los más comunes es que el pequeño rechace el biberón, incluso cuando este contiene la leche materna que ha estado tomando desde su nacimiento.
Es muy normal que después de haber estado acostumbrados a mamar directamente del pezón de su madre, no encuentre nada cómoda la tetina del biberón.
Si estás pasando por esa dura fase en la que tu bebé rechaza el biberón, sigue estos consejos que te vendrán muy bien para seguir disfrutando de la lactancia materna diferida o de la introducción de la leche de fórmula:
- Empieza cuanto antes a acostumbrar a tu bebé al biberón, algunas semanas antes de tu incorporación al trabajo.
- Busca una tetina que se adapte a las preferencias de tu bebé. Tienes muchos tipos entre los que elegir.
- A la hora de darle el biberón, encuentra una postura cómoda para tu bebé.
- Calienta el biberón a la temperatura más idónea, similar a la que sale la leche materna.
- Disfruta del momento de darle el biberón a tu bebé con calma. Si estás nerviosa o tienes prisa, él también se estresará.
- Ten mucha paciencia y sigue insistiendo. Los cambios cuestan, pero al final todos los adaptamos a ellos.
Si tienes intención de mantener la lactancia trabajando, cuanto antes incluyas estos tips a tu rutina, más fácil será para tu bebé y para ti. Ante todo, no desesperes y disfruta de esta preciosa etapa, bridándole a tu bebé el mejor alimento y estrechando vínculos como solo estos momentos madre e hijo pueden ofrecer.