¿Estás buscando una alternativa cómoda para luchar contra el frío invernal durante tu embarazo? ¿Quieres saber si una manta eléctrica es buena elección para esto? ¿Es totalmente segura para una embarazada?
Con la bajada de las temperaturas, y debido a los cambios hormonales por los que pasan las mujeres gestantes, es muy habitual sentir el cuerpo mucho más frío en esta época del año. No te preocupes, no eres la única. Decenas de miles de mujeres embarazadas están pensando como tú en usar una manta eléctrica.
Otra excelente opción de uso para estos prácticos aparatos es la aplicación de calor local, por ejemplo para tratar dolores musculares o problemas de ciática muy típicos en el tercer trimestre de gestación.
Sin embargo, el exceso de calor en el cuerpo está contraindicado para el feto, y existen múltiples riesgos que debemos contemplar. Con esta completa guía te contamos si es seguro utilizar una manta o almohada térmica en el embarazo, y cuál es la opción más recomendable.
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¿Es malo usar una manta eléctrica durante el embarazo?
Una manta eléctrica es un dispositivo que se calienta, alcanzado cierta temperatura para ayudar a calefactar el cuerpo durante el invierno. Resulta muy práctico en esta época del año, ya que es incluso más efectivo que un radiador, recuperando una temperatura corporal más agradable en menos minutos.
No obstante, en muchos casos las mantas eléctricas están totalmente contraindicadas en el embarazo. Hay que tener mucho cuidado, ya que si se utilizan incorrectamente, podrían elevar demasiado la temperatura central de cuerpo, afectando al bebé.
Lo mismo ocurre con otros dispositivos como almohadillas, cojines o camas de agua térmicas que funcionan con energía eléctrica o baterías. Una temperatura muy alta, o su empleo durante un tiempo prolongado, es contraproducente para la embarazada.
El mayor riesgo estaría por ejemplo usándola para dormir. Quedarse dormida con la manta eléctrica funcionando no permite tener un control exacto de la temperatura y el tiempo. Por ello la manta eléctrica en el embarazo debe emplearse con precaución.
Riesgos potenciales de la manta o almohada térmica
Las mantas eléctricas se pueden utilizar programando una temperatura que no sea muy elevada. Es importante que la temperatura del cuerpo de la mujer embarazada no supere nunca los 38ºC, y que esta elevación no se mantenga más de 10 minutos.
El exceso de temperatura es malo para la mujer, pero sobre todo afecta al feto. Los riesgos para el bebé que se han detectado con respecto a las mantas y otros dispositivos térmicos son los siguientes:
- Ligero aumento del riesgo de defectos del tubo neural durante el desarrollo del bebé en el primer trimestre.
- Exposición del feto al campo electromagnético de baja frecuencia que emiten estos dispositivos.
- Relación de estas emisiones electromagnéticas con anomalías del tracto urinario y/o algunos tipos de tumores cerebrales.
- Aumento del riesgo de aborto espontáneo por un incremento de temperatura mantenido.
Por supuesto, estos peligros no tienen por qué darse siempre que se utilice una manta eléctrica. El nivel dependerá de la temperatura y tiempo de exposición, así como de otros factores ambientales y condiciones físicas de la gestante.
Sin embargo, siempre que se pueda evitar, es mejor no exponer al feto a un aumento de temperatura. Para ello, bastaría con hacer un correcto uso de las mantas térmicas y almohadillas eléctricas.
Precauciones de uso de las mantas térmicas
¿Cuáles son las recomendaciones de las autoridades sanitarias? Estas serán diferentes según cada caso, pero por lo general es importante considerar las siguientes cuestiones:
- Evita utilizar dispositivos térmicos eléctricos durante el primer trimestre para limitar el riesgo de aborto o de anomalías en el desarrollo del feto.
- Asegúrate de que la manta eléctrica es de calidad, con una emisión electromagnética lo más baja posible.
- Mantén la temperatura de uso por debajo de los 35ºC para evitar sobrecalentamientos.
- Programa el tiempo de uso, o asegúrate de apagarla antes de dormir. La manta eléctrica puede ser muy útil para calentar la cama antes de dormir, pero no durante muchas horas seguidas.
- Evita usar otras mantas o colchas sobre la manta eléctrica, permitiendo así que se disipe el exceso de calor.
- Si vas a usarla para calentar el cuerpo rápidamente, no la dejes más de 10 minutos a alta temperatura.
- Nunca la uses directamente pegada al cuerpo o sobre la piel. Mejor llevar algo de ropa puesta como extra de protección ante las quemaduras o descargas eléctricas.
- Evita usarla durante el último mes de embarazo, limitando así el riesgo de parto prematuro.
Si tienes cualquier duda, lo mejor es consultarlo de manera personal con tu médico. Consulta siempre el manual de uso de estos aparatos térmicos, y sigue las advertencias de seguridad generales.
Bolsa de agua caliente como alternativa
Uno nunca conoce el peligro de las mantas eléctricas hasta que no comprueba toda la información que aparece en el libro de instrucciones. No hay que olvidar que estos aparatos están conectados a la corriente eléctrica, y que por supuesto, pueden sobre-calentarse a incluso incendiarse por un mal funcionamiento.
Si no quieres poner en riesgo, hay otras opciones que se han usado toda la vida y que tienen más o menos la misma función. Una de las más recomendable es la clásica bolsa de agua caliente.
Sí, como lo lees, la bolsa caliente que han usado nuestras madres, abuelas, y que seguramente tú también has tenido de pequeña. Es tan sencillo como llenarla con agua hirviendo, meterla debajo de la manta o edredón, y en pocos minutos notarás el calor.
Las bolsas de semillas que se calientan en el microondas son otra opción muy segura. Lo bueno que tienen ambas es que el calor se va disipando poco a poco, y una vez que has perdido la sensación de frío en el cuerpo, podrás descansar cómoda y tranquila.
Uso de las almohadillas eléctricas para tratar el dolor
La esterilla de calor, también conocidas como cojines, almohadillas, o pequeñas mantas calefactables, no solo son útiles en el embarazo para combatir el frío del invierno. Como ya habíamos avanzado, vienen muy bien para aliviar el dolor. También es importante usarlas con cabeza.
Las almohadillas eléctricas no deben emplearse para tratar una lesión grave. En estos casos lo que habría que hacer es acudir al médico de urgencia. Para poder aplicar el tratamiento correcto hay que hacer un diagnóstico previo.
Pero si lo que quieres es complementar el tratamiento fisioterapéutico, o si tienes una contractura o un dolor muscular leve, no hay inconveniente para usarlas embarazada.
La almohadilla eléctrica debe colocarse en el sitio exacto que necesita aplicación de calor. Por ejemplo en la zona cervical, lumbar, en la cadera para tratar la ciática, o incluso en piernas o brazos. Vamos a ver cómo sacarle el máximo partido si para ti la manta eléctrica para la espalda se ha convertido en tu mejor compañera en el embarazo.
¿Cómo usar correctamente la manta eléctrica?
Sigue estas indicaciones para usar la manta eléctrica en el embarazo si quieres aliviar momentáneamente alguna molestia muscular o dolor localizado:
- Elige una temperatura máxima entre 34 y 36ºC.
- Coloca la manta o almohadilla totalmente abierta y extendida.
- Comprueba que el cable y el mando quedan por fuera, dejándolos a la vista de manera segura.
- Mantén la manta alejada de la humedad para evitar cortocircuitos.
- Nunca coloques la almohadilla directamente sobre la piel desnuda.
- No te olvides de desconectarla y desenchufarla al terminar de usarla.
- Si vas a usarla por la noche y hay riesgo de que te quedes dormida, programa el apagado automático.
Con estos tips obtendrás muy buenos resultados para sentirte recuperada en pocos minutos. De todas formas, si el dolor es muy intenso o si este no desaparece por completo, lo mejor es ir al médico para que te ofrezca un tratamiento alternativo.
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¿Cuánto tiempo máximo se puede usar la manta térmica?
Aunque nos pueda parecer altamente atractivo dormir toda la noche calentito con la manta eléctrica, estos aparatos no están diseñados para tal fin. Con tal de evitar cualquier riesgo, lo ideal es usar las mantas, cojines y esterillas calefactables no más de 10 minutos seguidos.
Con este tiempo de aplicación, y manteniendo una temperatura similar a la del cuerpo, de unos 35 o 36ºC, es más que suficiente para entrar en calor o tratar una contractura muscular. Si fuera necesario, se puede volver a conectar haciendo varias aplicaciones, dejando al menos 1 o 2 horas de margen.
Otras contraindicaciones de la manta o almohadilla eléctrica
Como ya hemos visto, la manta eléctrica está contraindicada en el embarazo si no se hace un uso seguro de esta. Como medida de precaución, los especialistas indican que es mejor usar bolsas de agua caliente, o directamente limitar el tiempo y temperatura.
Pero no hay que olvidar que hay otros casos en los que la aplicación de calor local tampoco es beneficiosa. Si tienes problemas coronarios o padeces de un mal retorno venoso, no se deben usar aparatos de calor como este, ya que promueven la vasodilatación.
No es bueno usarlas si tienes apendicitis, si hay una inflamación aguda, en casos de fracturas, contusiones, torceduras o esguinces (en cuyo caso hay que aplicar frío y no calor), o si padeces de algún problema de coagulación sanguínea.
Por mucho que te tiente entrar en calor rápidamente envolviéndote en una manta eléctrica a alta temperatura, puede ser altamente peligroso para ti. Así que no lo hagas. Y por supuesto, si tienes dudas, pregunta directamente a tu médico cuál es la mejor alternativa para ti, estés o no embarazada.
Muy buena información, ahora que viene el frío!
Gracias,
Besos!
A. Moreno