Durante toda su infancia, los niños están expuestos a diferentes agentes patógenos que atacan de manera indiscriminada su sistema inmune aún en pleno desarrollo. Los peques son más propensos a sufrir de enfermedades víricas, mucho más que los mayores, como es el caso del herpes labial en niños, bastante frecuente a edades tempranas.
También conocido como calentura, el herpes oral suele ir acompañado en los niños de una serie de síntomas que permiten diferenciarlo de otras enfermedades infantiles. ¿Crees que tu hijo podría estar pasando por un herpes? Descubre todo lo que debes saber sobre esta infección en los peques, y en qué situaciones acudir rápidamente al médico.
Te contamos cómo se contagia el herpes labial en niños, las causas de su primera aparición en los peques, cómo actuar y cuáles son las complicaciones más comunes. El mejor tratamiento para la calentura labial, y cómo evitar el contagio y la reaparición una vez que tu peque ha pasado por su primera fiebre en el labio. ¡Toma nota!
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¿Qué es el herpes oral?
Al igual que en los adultos, el herpes labial en niños está causado por un virus que se reproduce en los nervios faciales, en la piel y mucosas de las boca. Es un virus que se contagia con mucha facilidad, por eso es muy frecuente que si lo tiene un adulto que se encuentre con un niño, el niño también se infecte en sus primeros meses de vida.
No tiene por qué ser peligroso para el niño, pero si un poco molesto. La herida duele y el niño puede presentar otros síntomas paralelos, por lo que se hace necesario tratarlo de forma adecuada para la edad del pequeño.
Conocidos también como calenturas, esta infección vírica se presenta en forma de pequeñas ampollas de color rojizo en el interior de la boca, labio, nariz y rostro, que pueden doler. Suelen durar unas 2 semanas, llenándose de líquido antes de secarse y formarse una costra que acaba por desaparecer.
En cada persona el desarrollo del herpes labial puede ser muy diferente. Los síntomas puedes ser variados, aunque por lo general acaba por desaparecer en unos días, sin apenas dejar marca visible, sobre todo en los niños.
Causas del herpes labial infantil
El herpes labial en niños y adultos está ocasionado por el mismo virus. Existen dos tipos de virus que lo producen; el virus del Herpes simplex tipo 1 (VHS-1), y el virus del Herpes simplex tipo 2 (VHS-2), aunque la gran mayoría están ocasionados por el VHS-1.
Este virus es altamente contagioso, pasándose de una persona a otro a través del simple contacto. Cuando el sistema inmune del niño no es lo suficientemente fuerte como para vencer al virus, este microorganismo oportunista comienzan a multiplicarse y mostrar los síntomas característicos.
Si una persona tiene el virus en su organismo, este permanece ‘latente’ hasta que encuentra la oportunidad de volver a manifestarse. Hay determinadas circunstancias en las que el virus se reactiva, como son:
- Infecciones por otras enfermedades
- Fiebre
- Exposición al sol
- Calor o frío excesivo
- Estrés
- Mala alimentación
- Causas hormonales (en el periodo de la adolescencia)
¿Cómo se contagia el herpes labial en niños?
La transmisión del virus del herpes labial en niños es idéntica a la que se produce en los adultos. Los niños pueden transmitir el virus a los adultos, y viceversa, a través del mero contacto entre un infectado y una persona sana.
Este virus se encuentra en las gotas de saliva, y puede transmitirse a través de un beso, contacto directo con la boca de un niño enfermo, e incluso con las manos que han estado en contacto con la saliva del infectado.
Es muy común que los niños en la guardería y el colegio que están en contacto con un niño infectado también adquieran el virus. Compartir cubiertos, vasos, e incluso juguetes que los niños se suelen llevar a la boca, puede transmitir el virus fácilmente.
Síntomas de herpes oral en niños
Con el contagio, el niño presenta una primera enfermedad denominada gingivoestomatitis herpética, que pasará en pocos días. Pero el virus del herpes labial en niños se mantiene latente en los nervios faciales, y puede volver a reproducirse dando un brote de lo que denominamos concretamente herpes labial, sobre todo cuando las defensas bajan.
Durante la gingivoestomatitis, aparece fiebre y yagas en el interior de la boca, que pueden ser bastante dolorosas en el niño. Su tratamiento sólo puede ser un mantenimiento adecuado de las heridas del niño hasta que se curen por sí mismas.
En ocasiones las heridas pueden ser tan dolorosas que dificulten la alimentación del niño, en este caso es conveniente acudir al médico para una rehidratación por vía intravenosa, aunque raras veces es necesario recurrir a esta medida tan extrema.
En una segunda reinfección, se tratará propiamente de herpes labial, también conocido como ‘calentura’, que es cuando aparece una pequeña yaga en la boca, labio o nariz.
No suele extenderse más que una pequeña lesión cuando se trata de una recaída, ya que rápidamente el sistema inmune se volverá a reactivar y actuar contra el virus, tardando de 3 a 7 días en eliminarlo por completo.
Los síntomas más comunes en la mayoría de pacientes afectados son los siguientes:
- Leve hormigueo en la zona
- Calentura o ardor en el labio
- Piel rojiza que se empieza a inflamar
- Aparición de una ampolla con vesícula que se va llenando de líquido a medida que la infección avanza
- Extensión de las ampollas a modo de racimo
- Formación de costra
- Sangrado cuando la costra se abre
Qué hacer ante un herpes labial en niños
Al igual que otras muchas infecciones causadas por un virus, no existe ningún tratamiento totalmente efectivo para acabar con el VHS. Los antibiótico no son adecuados para tratar esta infección, y en ningún caso debemos medicar al niño sin seguir las indicaciones del pediatra.
El herpes suele desaparecer por si solo en cuestión de días. Tan solo es necesario evitar la propagación, y mantener la herida del rostro limpia para que no empeore. Existen medicamentos que pueden acelerar la cicatrización, pero no para tratar al virus en sí.
Lo mejor que podemos hacer los padres es aliviar las molestias en el niño. Sigue estos consejos de los profesionales:
- Evita que tu peque se toque la herida y se rasque
- El niño de debe compartir toallas ni objetos con otros miembros de la familia para evitar la diseminación del virus, sobre todo si hay hermanos más pequeños
- Si es posible, es mejor que el peque se quede en casa, evitando ir al cole o a la guardería
- Mantén la herida limpia y aplica frío en la zona para evitar las molestias como el hormigueo o la quemazón
Cuándo acudir al médico
El herpes labial en niños suele curar sin ninguna complicación. Sin embargo, pueden darse algunas complicaciones, como puede ser la sobreinfectación en la herida, a causa de la acción de bacterias oportunistas que infectan la herida abierta.
Si es la primera vez que tu hijo tiene una infección por herpes labial, considera hacer una consulta al pediatra para controlarlo. Un profesional médico es la mejor persona que te puede ayudar a tratar la infección en casa, dándote los consejos necesarios para actuar correctamente.
En caso de que el niño presente fiebre alta, ampollas con erupciones, e incluso si hay lesiones cerca de los ojos, es necesario ir al médico de urgencia. También cuando las lesiones no empiezan a secarse a los 7-10 días, sobre todo si la piel continúa roja e inflamada, o si el niño ha sufrido más de una reinfección en las últimas semanas.
Herpes labial en menores de 6 meses
El herpes en la nariz y labios no es muy frecuente en niños lactantes. Sin embargo, los niños de alrededor de 1 año de edad no están del todo exentos de contraer este virus. En el caso de los bebés menores de 6 meses, el contagio por VHS puede ser muy grave, considerado incluso mortal en esta etapa en la que su sistema inmune es aún inmaduro.
Los bebés pueden contagiarse debido a una infección intrauterina, o por el contacto con otra persona infectada cercana a su círculo habitual. El virus podría propagarse rápidamente y afectar a órganos vitales, por lo que es muy importante limitar el contacto del bebé en sus primeros meses de vida.
Tratamiento para herpes labial
Hasta el momento, no existe ningún tratamiento médico que sea realmente efectivo contra el virus del herpes labial. Puede tratarse aplicando alcohol 70º sobre la costra que se forma en el labio, una crema antiviral específica igual que la que usamos los adultos (sólo efectiva los primeros días de la infección).
O bien, simplemente dejar actuar al sistema inmune para que elimine al virus, y dedicarse a tratar la costra del labio con vaselina para que no se abra y sangre.
El aciclovir tópico en pomada puede disminuir el riesgo de contagio, pero no tiene una efectividad contra el virus totalmente demostrada. Es una crema que se aplica sobre las lesiones del rostro, evitando que se extiendan o que puedan sangrar, más efectiva en las primeras etapas de la infección.
De la misma forma, puedes aplicar vaselina sobre la herida, protegiéndola frente a otra infección, y evitando que se abran y lleguen a sangrar.
Junto con un tratamiento para aliviar el resto de síntomas que presente el niño, como paracetamol, ibuprofeno o anestésicos locales, la única forma de pasar esta enfermedad es tener paciencia, y esperar a que el sistema inmune haga su trabajo, controlando el virus.
Prevención del herpes oral
La prevención del herpes labial en niños debe hacerse evitando que el pequeño entre en contacto con otra persona que está padeciendo la infección. El herpes es contagioso mientras la persona que lo tiene padece fiebre, y es mejor que el niño no esté en contacto con ella para no contagiarse.
El herpes labial en niños no es una enfermedad grave, por lo que no debemos preocuparnos en exceso. Pero si nos quedamos más tranquilos, podemos acudir al médico para que se haga un diagnóstico exacto del niño, y consultar el tratamiento que debemos seguir. Eso sí, siempre con tranquilidad para no asustar al pequeño.