La obesidad infantil se está convirtiendo en un problema de salud cada vez más extendido en todo el mundo. No es normal que un niño tenga sobrepeso. Por naturaleza, el ser humano no debe tender a ganar más peso del que necesita, siempre que siga una dieta equilibrada y practique un mínimo de ejercicio.
Sin embargo, la alimentación de los niños en nuestro país es cada vez peor, y los pequeños se están volviendo más y más sedentarios. Todas estas malas prácticas, de las que los padres no nos damos cuentan, acaban pasándole factura a los pequeños, que no tienen un crecimiento adecuado en esta etapa de su vida tan decisiva.
La obesidad en niños es también un problema que les puede perseguir en el futuro. Estos problemas infantiles de salud les pueden acompañar por el resto de sus vidas, si no seguimos un tratamiento contra la obesidad infantil antes de que sea demasiado tarde.
La mejor solución para este problema, es evitar el sobrepeso infantil. No hay que esperar a que llegue el problema de obesidad infantil a nuestra propia casa para ponernos manos a la obra con las soluciones para la obesidad. Te contamos cómo evitar la obesidad en vuestra propia casa, con unos hábitos más saludables para toda la familia, y que son muy fáciles de llevar a cabo.
La prevención de la obesidad es el primer paso para que nuestros hijos estén sanos durante su infancia, y para toda su vida.
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¿Qué es la obesidad infantil?
La obesidad infantil es una enfermedad propiamente dicho, que afecta a los niños y adolescentes que tienen un peso muy por encima del peso normal que deberían tener según su edad y la altura que tienen.
La obesidad en la OMS (Organización Mundial de la Salud) está considerada como un grave problema de la sociedad actual. Es la desencadenante de muchos problemas de salud que pueden desembocar en la muerte de las personas afectadas, además de un tratamiento de por vida.
Entre los problemas del siglo XXI, la obesidad en niños y adolescentes es uno de los que más preocupa. Los niños con obesidad empiezan a acumular graves problemas de salud que afectan a su correcto desarrollo y crecimiento. Además, los niños obesos tienen mayor tendencia a ser adultos obesos, con unos problemas de salud incluso peores.
Según el estudio Aladino de 2015 (archivo PDF de 3,34 MB), los datos y cifras hablan de que en España, en edades comprendidas entre 6 a 9 años de edad, la prevalencia de sobrepeso es del 23,2% (22,4% en niños y 23,9% en niñas), y la prevalencia de obesidad es del 18,1% (20,4% en niños y 15,8% en niñas), utilizando los estándares de crecimiento facilitados por la OMS.
Tipos de obesidad infantil
Al igual que en los adultos, la obesidad infantil se puede dividir en varios tipo según el índice de masa corporal y los riesgos que suponga para la salud del niño:
- Peso normal. El niño tiene un peso normal, que no supone ningún riesgo para su salud.
- Sobrepeso. El niño tiene un peso ligeramente superior al recomendado según su estatura. Deberá seguir un control para perder el peso en exceso, y favorecer así su salud.
- Obesidad de grado 1. El niño presenta un grado de obesidad que necesita un tratamiento de dieta y ejercicio inmediatos. Existe una elevada posibilidad de que el pequeño tenga otros problemas de salud asociados a este exceso de peso, como hipertensión o colesterol elevado.
- Obesidad de grado 2. El pequeño presenta un grado de obesidad demasiado elevado que precisa una rápida intervención para controlar el peso y los problemas asociados a éstos. Es muy importante que se recurra a un tratamiento adecuado, ya que la vida del niño podría estar en riesgo.
Cómo prevenir la obesidad infantil
Evitar la obesidad infantil es nuestros hijos es más sencillo de lo que parece. La clave está en seguir unos hábitos de vida normales, que sean saludables para los niños. Pincha en la imagen para ver la infografía en buena calidad.
La actividad física, y seguir una dieta equilibrada con todos los alimentos que necesitan los niños para su correcto desarrollo, es más que suficiente. La clave está en evitar el sedentarismo y también los alimentos y bebidas que no son sanos ni recomendados para los niños.
A continuación os dejamos 2 documentales sobre obesidad en niños muy interesantes:
Es muy fácil recurrir a la información sobre la obesidad infantil que los padres necesitamos para poder seguir las mejores pautas para ellos. No vamos a necesitar llegar a un dieta para una obesidad en niños, si la prevenimos con estos sencillos consejos.
Medidas de prevención contra la obesidad
1. Beber agua
El agua es la base de la vida, y también debe ser la base de cualquier dieta saludable. Los niños necesitan beber mucha agua a lo largo del día, pero no siempre se acuerdan de ello.
Acostumbra a tus hijos a que tomen la cantidad de agua necesaria, evitando cualquier otro tipo de bebida que no es nada saludable para ellos. Al tomar agua, también sacian su apetito, y no tenderán a picotear tanto entre horas.
¿Sabías que muchas veces cuando creemos que tenemos hambre, es que en realidad estamos sedientos? Para evitarlo, es mejor tener a mano una botella de agua, y estar siempre bebiendo, incluso antes de que lleguemos a sentir sed.
2. Dieta saludable
La dieta saludable para un niño es la base de su desarrollo. Los pequeños necesitan cubrir sus necesidades de nutrientes durante esta etapa de sus vidas tan decisiva, y para ello tienen que tomar todo tipo de alimentos.
Cuanto más variada sea su dieta, mucho mejor. Deben tomar carnes, pescados, huevos, legumbres, frutas, verduras y grasas saludables. Mejor evitar los alimentos procesados que son ricos en grasas y azúcares, y decantarse por alimentos los más naturales posibles.
3. Evitar dietas para perder peso
Un niño jamás debe seguir una dieta para perder peso como los adultos. Este tipo de dietas limita la cantidad de nutrientes, y los niños que están en pleno crecimiento no pueden verse limitados en nada.
La clave para perder el peso que necesita un niño obeso, es empezar a comer bien. Solo con eliminar los alimentos que no son saludables para él, y seguir una dieta equilibrada normal, el peso que les sobra se perderá en muy tiempo, sin tener que restringir la cantidad de comida que toman cada día.
4. Ejercicio físico
Los niños deben ser activos. Son niños y necesitan jugar fuera, correr, saltar, y moverse por todas partes.
No debes que tus hijos pasen mucho tiempo sentados jugando a la consola o con el ordenador. Incítales a que se mueven cada día, haciendo ejercicio todos juntos en familia para que vuestra salud y vuestro estado de ánimo mejore muchísimo.
5. Desayuno sano
Hay muchos niños que van cada día al colegio sin desayunar. Ese es el mayor error que cometen todos los pequeños de nuestro país.
El desayuno es la comida más importante del día, y también la que hace que nuestro metabolismo se active desde primera hora. Tomando el desayuno, el hambre se controlará mucho mejor todo el día, y el metabolismo estará más equilibrado durante el resto de comidas.
6. Tomar fibra
La mejor fibra, y la más natural, no se encuentra en el pan o en las galletas, sino en la misma fruta y verdura. Los niños también deben tomarla, porque es la base para que el sistema digestivo funcione como un reloj.
La fibra no solo nos sacia. La función principal es servir de alimento a las bacterias que están en nuestro intestino, y que nos protegen de las enfermedades en todo momento. ¡Hay que alimentarlas con fibra natural y fresca!
7. Masticar correctamente
Enseñando a los niños a masticar correctamente, les estamos educando para que tengan una mejor alimentación durante el resto de su vida.
Comer más despacio hace que a nuestro metabolismo le dé tiempo de activarse. Así tomamos menos comida, porque nos saciamos antes, y estamos haciendo la digestión incluso antes de terminar de comer. No te pierdas este post sobre buenos modales en la mesa.
8. Hacer la compra juntos
Los niños que participan en la compra y la elaboración de los platos junto a sus padres, son más propensos a comer mejor y mucho más variado.
Hacerles partícipe de esta parte tan importante de la alimentación, logra que los niños sepan en todo momento qué están comiendo, cómo se prepara, qué beneficios tiene, y que luego acepten comer de todo. Es una buena forma de conseguir que tomen verduras, y esos platos que más les cuesta. Si lo han hecho ellos mismos, seguro que al menos se animan a probarlos para ver cómo les ha salido la receta.
9. Compartir la mesa en familia
Otro de los problemas de la sociedad actual es que los padres no comparten la hora de la comida con los niños. Este hecho es muy importante para que los pequeños coman bien, porque comer acompañados es mucho más satisfactorio.
Saca tiempo de dónde haga falta para hacer las comidas siempre con tus hijos. No los dejes solos a la hora de comer, porque la comida será mucho menos apetecible si no tienen a nadie con quién compartirla cada día.
10. Predicar con el ejemplo
Por supuesto, para evitar la obesidad infantil, los padres también tienen que ser un ejemplo para sus hijos. Si tú comes bien, lo más seguro es que tus hijos te imiten y acaben comiendo bien.
Practica la buena alimentación y el ejercicio físico en familia. No es solo bueno para promover la salud física, sino también la salud mental de todos los miembros de la familia.
Para más información sobre este tema, no dudes en consultar libros recomendados sobre obesidad infantil, los cuáles contienen muchas claves para prevenirla y tratarla en niños de todas las edades. Ponerle solución cuanto antes es lo mejor para que la salud de tus hijos no se vea afectada por este problema de la sociedad actual.