A lo largo del ciclo menstrual de la mujer pueden aparecer diferentes secreciones vaginales. Estas varían de color y espesor, y siempre que no tengan un olor desagradable son absolutamente normales. Pero, ¿qué pasa cuando aparece la leucorrea en el embarazo?
Por todas es bien sabido que el cambio hormonal que se produce en el embarazo limita las secreciones de la vagina así como el propio periodo menstrual. No obstante, las secreciones no cesan del todo, si no que cambian de aspecto.
Se conoce como leucorrea en el embarazo al flujo vaginal normal que aparece en esta etapa. Como una medida de protección de la vagina en este momento tan delicado, también puede variar en cada persona.
¿Cómo es un flujo normal en el embarazo? ¿Hay síntomas que nos pueden alertar de alguna infección o problema de salud? Te contamos todo lo que debes saber sobre la secreción vaginal en la embarazada.
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¿Qué es la leucorrea en el embarazo?
Leucorrea es el término médico que denomina el flujo vaginal normal generado durante el embarazo. Este presenta un color blanquecino o ligeramente amarillento. Mientras que en los primeros meses es más discreta, la leucorrea se hace más evidente alrededor de la semana 19 de embarazo.
La principal función de este flujo es mantener la vagina protegida y libre de bacterias que puedan pasar al interior del útero, donde se está formando el bebé. Durante su salida, el flujo arrastra la posible suciedad y microorganismos, gracias a su textura pegajosa.
A lo largo del embarazo, la consistencia y el color del flujo puede cambiar. Hay veces que incluso podía contener una pequeña cantidad de sangre o un color ligeramente más oscuro. Hasta la expulsión del moco cervical cuando la mujer se pone de parto, todos los fluidos son denominados leucorrea en el embarazo.
Aunque sea normal expulsar esta sustancia, es necesario prestar atención en todo momento a sus características. Hay algunos detalles que nos indican algún problema de salud, y es entonces cuando habría que actuar rápidamente.
Secreción vaginal blanca normal
El flujo que se segrega en el embarazo tiene color lechoso, de textura fina y con cierto olor, pero no desagradable. Su expulsión no debe ir acompañada de dolor, picazón ni de aromas fuertes.
Lo normal es expulsar la cantidad de flujo correspondiente a una cucharadita de café al día. Gracias a la leucorrea el pH de la vagina se mantiene estable, previniendo infecciones provocadas por microorganismos patógenos en una etapa en la que el sistema inmune de la futura mamá está comprometido.
La leucorrea en el embarazo está relacionada con cambios hormonales. El estrógeno es la hormona encargada de aumentar la cantidad de secreción, que se mantiene más o menos estable a lo largo de todo el embarazo.
Es normal que la ropa interior de la embarazada se humedezca a veces, por lo que hay quien prefiere utilizar salvaslips o paños de algodón para evitarlo. Lo que no se debe usar nunca son tampones o la copa menstrual, ya que es beneficioso que el flujo sea espulsado.
Leucorrea anormal
Aunque deberían seguirse a lo largo de toda la vida de la mujer, en el momento del embarazo es recomendable seguir una serie de medidas higiénicas importantes para el cuidado de la salud vaginal.
Utiliza ropa interior de algodón transpirable, mantener la zona seca y limpia a diario, no usar jabones, productos perfumados, duchas vaginales ni toallitas de limpieza, son solo algunas de las indicaciones para evitar las infecciones vaginales tan frecuentes durante el embarazo.
Pero a veces, incluso tomando todas las precauciones posibles, una embarazada puede coger una infección vaginal sin darse cuenta. Es entonces cuando se produce la liberación de un flujo totalmente diferente al que se considera saludable.
Una leucorrea anormal presenta una serie de características que nos ayudan a diferenciarla fácilmente las patologías infecciosas:
- Aumento de la secreción
- Picazón o ardor
- Olor desagradable a pescado
- Aumento de la viscosidad
- Cambios en la coloración
En el momento de ir al baño, y sobre todo al cambiarte de ropa interior, fíjate siempre en los posibles restos que pueda haber en las braguitas. Según las características de la leucorrea podrás saber si es anormal o no:
Cantidad de flujo
Un aumento anormal de la cantidad de flujo durante el embarazo es síntoma de una posible infección. Sobre todo si el flujo es más liquido, o si este se vuelve altamente viscoso y cambia su consistencia y olor, es importante acudir al médico.
Alrededor de la semana 37, la aparición repentina de un flujo gelatinoso con restos de sangre puede ser una señal de parto. Este flujo procede claramente del tapón mucoso, que empieza a expulsarse antes de romper aguas y que la mujer se ponga de parto.
Color y olor
Un color blanco con olor penetrante, es síntoma de candidiasis o infección por hongos. Si en cambio el color es amarillo, verdoso o gris, y el olor es muy fuerte, la infección podría ser bacteriana o algún tipo de enfermedad de transmisión sexual.
Si las infecciones en el embarazo no se controlan ni tratan correctamente, suponen un gran riesgo para el bebé. Están relacionadas con la muerte fetal, partos prematuros, daños cerebrales o bajo del bebé peso al nacer.
Pérdidas de sangre en el embarazo
Las pérdidas de sangre suelen asustar mucho a las embarazadas. Aunque la sangre es altamente llamativa en el flujo vaginal, es más frecuente de lo que puedes imaginar.
Durante el primer trimestre es habitual encontrar pequeñas manchas marrones en la ropa íntima. Estas se conocen como pérdidas o sangrado de implantación. También pueden deberse a la rotura de algún capilar sanguíneo en el útero, que cerrará rápidamente.
Cuando las pérdidas de sangre son de un color rojo vivo, sobre todo en la primera fase de gestación, sí que son preocupantes. Estas podrían ser señal de aborto espontáneo natural, un desprendimiento de placenta o embarazo ectópico.
Si se dan más adelante, en el segundo o tercer trimestre, estarían relacionadas con un parto prematuro.
En todos los casos, es importante hacer una revisión médica en el caso de que haya alguna pequeña fuga de sangre una vez que el óvulo fecundado se haya implantado correctamente. Más allá del sangrado de implantación, como ya vimos en este post del blog, otros sangrados en el embarazo no deberían ser normales.
¿Cuándo acudir al médico?
La gran mayoría de problemas vaginales en el embarazo se detectan fácilmente durante las revisiones ginecológicas. Es por esto que resulta tan importante no saltarse ninguna sesión para tener un buen control de todo el proceso.
Sin embargo, si notas síntomas como el cambio de coloración, consistencia, mal olor, picor o escozor en la vulva, y otras molestias, no dudes en pedir cita con tu médico para hacer una revisión de emergencia.
Aunque la leucorrea en embarazo es absolutamente normal, nunca hay que bajar la guardia. Es importante prestar atención a todos los detalles para actuar rápidamente en caso necesario.
No olvides que la leucorrea en el embarazo es parte de la protección que desarrolla el cuerpo de la mujer para mantener a salvo al bebé que crece en el interior del útero. Pero si existe cualquier tipo de infección, deberá ser diagnosticada y tratada por el médico para evitar que pueda afectar al feto en cualquier etapa de la gestación.
Muy buena información para un buen control del embarazo y tranquilidad de las futuras mamás!
Gracias,
Besos,
A. Moreno
Gracias a ti por tu comentario.
Que tengas un excelente comienzo de semana 🙂