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Maniobra de Hamilton, ¿cuándo se debe realizar?

En muchas mujeres embarazadas, sobre todo cuando se va acercando el momento de dar a luz, se hace un tacto vaginal que ellas describen como algo más doloroso de lo habitual, y que casualmente puede provocar que en menos de 24 horas se pongan de parto. Esta especie de parto inducido se denomina maniobra de Hamilton, y no debe practicarse sin el consentimiento de la futura madre, así que es conveniente que todas sepamos cómo se hace la técnica de Hamilton, por si detectamos que el médico lo está haciendo sin que nos haya preguntado antes.

Lamentablemente, hay muchos casos en los que se ha practicado una inducción del parto de esta forma sin que el ginecólogo se lo pregunte a la madre para que ésta le dé su consentimiento. Los riesgos de la maniobra de Hamilton no tienen por qué presentarse, pero en ocasiones sí que se dan algunos de ellos, y es por esta razón por la que la madre tiene que tener presente qué puede ocurrir cuando se le está practicando la maniobra Hamilton.

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Si tú también quieres estar preparada para ese momento, es preferible que sepas en qué consiste esta técnica dónde se buscan las contracciones preparatorias, cuándo es beneficioso provocarlas, y qué riesgos pueden aparecer junto con este procedimiento. Vamos a ver cada uno de estos puntos para que tú también tengas la información que necesitas.

Maniobra de Hamilton; todo lo que tienes que saber

¿Qué es la maniobra de Hamilton?

La maniobra Hamilton es una técnica que se suele realizar en la mujer en el periodo final del embarazo para inducir el parto. Lo que se busca es despegar las membranas amnióticas, separando la membrana del útero con un movimiento circular del dedo.

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Se hace a través de una exploración, en la que el ginecólogo introduce el dedo en el cuello del útero, haciendo un giro para separar las membranas.

¿Para qué sirve la maniobra de Hamilton?

Al hacer este tipo de maniobra, no siempre se consigue el resultado que se busca: que la mujer se ponga de parto. Pero en mucho casos, sí que se produce una separación de las membranas que provoca la aparición de las primeras contracciones y los primeros síntomas de parto.

Al despegar las membranas, favorecemos que se produzcan prostaglandinas de forma natural, una hormona que hace que el cuello del útero madure y empiece con la dilatación previa al parto.

¿Cuándo se hace la maniobra de Hamilton?

La maniobra Hamilton se aconseja en el caso de las mujeres que ya han superado la semana 39 de embarazo y en las que aún no hay ningún síntoma de parto. También en embarazos de riesgo dónde sea necesario que se busque el parto cuanto antes por algún problema en la madre o el bebé.

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Sin embargo, la mujer debe estar informada en todo momento de lo que el médico está haciendo, sin que éste tenga derecho a ‘ayudarnos’ a que el parto empiece cuanto antes porque él lo considere necesario. Como madre, tienes que dar tu consentimiento, y puedes negarte a que el médico te lo practique si no lo ves necesario.

¿Cuanto tarda en hacer efecto la maniobra de Hamilton?

No siempre la maniobra de Hamilton tiene un efecto en todas las mujeres ni en todos los embarazos. Dependerá del sistema que haya seguido el ginecólogo, y también de la situación de cada embarazo, pero cuando resulta efectivo, por lo general los efectos pueden notarse antes de que hayan pasado 24 horas desde su aplicación.

Riesgos de la maniobra Hamilton

La madre debe ser consciente en todo momento de que el médico está aplicando esta maniobra porque también entraña riesgos para ella y para el bebé como veremos a continuación.

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  • Rotura prematura de las membranas. Si se produce la rotura de las bolsas y aún no se ha llegado a las contracciones de parto, será necesario un tratamiento urgente para que la madre dé a luz cuando antes, ya que al perder líquido amniótico, el bebé está en peligro mientras está aún dentro del útero.
  • Sangrado antes del parto. Al tratarse de un tratamiento externo invasivo, se pueden producir heridas que pongan en peligro la vida de la madre o del bebé, y en muchos casos se ha tenido que llegar a una cesárea de urgencia para sacar al bebé cuanto antes.
  • Contracciones incontroladas, que pueden producir sufrimiento fetal y hacer que el parto sea mucho más arriesgado por culpa de la maniobra de Hamilton que si se hubiera desencadenado de manera natural.
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Acerca de Pili Rodriguez

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética. Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Máster Universitario en Microbiología y Parasitología. El Blog de tu Bebé es una ventana digital para dar respuesta a dudas que tenemos los padres durante el embarazo, crianza de los niños, alimentación y otros temas. ¡Te ayudaré encantada!

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