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Al igual que es muy común hacer a los bebés recién nacidos diferentes estudios como la prueba del talón para detectar cualquier problema de salud nada más nacer, una de las pruebas prenatales que más se están llevando a cabo en la actualidad es la translucencia nucal, con la que a partir de una ecografía se puede detectar una anomalía en el feto que podría indicar la presencia de síndrome de down en el bebé que está a punto de nacer.
Vamos a ver cómo se realiza exactamente esta prueba durante el embarazo, cómo se detecta un pliegue nucal normal en el feto, y qué problemas se pueden detectar en el futuro bebé cualquier de los riesgos de malformación que pueden ser desde leves hasta graves.
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Translucencia nucal; qué es y para qué sirve
La translucencia nucal es una prueba que se hace en el feto en la ecografía 12 semanas cuando la madre acude al médico a realizársela. Durante esta ecografía ya se puede hacer una medida del pliegue nucal, para así poder calcular el riesgo de que el niño pueda sufrir cualquier tipo de alteración cromosómica como un síndrome de down.
Esta prueba es parte de lo que denominamos cribado prenatal del primer trimestre, y es un screening habitual que hoy en día se suele realizar en todos los hospitales españoles. A partir de esta ecografía para el pliegue nucal, se pueden detectar valores de la translucencia nucal que nos indiquen si es necesario seguir realizando otras pruebas al feto, o si el desarrollo hasta el momento es normal y hay un bajo porcentaje de riesgo.
Con la prueba del pliegue nucal se consigue detectar más del 80% de los casos de bebés que vienen con algún tipo de riesgo de cromosomopatía, enfermedades como un síndrome de down, síndrome de edwards o síndrome de patau entre otras.
Cómo medir la translucencia nucal
El pliegue nucal a las 12 semanas de gestación se puede observar en el feto como un acúmulo de líquido en la parte de la nuca y parte posterior del cuello, justo bajo la piel, como podemos ver en la siguiente ecografía a modo de ejemplo. Este líquido significa que algo no va bien en el desarrollo del feto.
Se puede medir fácilmente mediante la ecografía, sobre todo entre las semanas 11 y 14 de embarazo, que es el plazo máximo que se debería dar para hacer esta prueba en la madre. Los ginecólogos suelen hacer las medidas de la translucencia nucal en la eco de la semana 12.
Para controlar los valores normales de la translucencia nucal, existen tablas de percentiles ya elaboradas y que se llevan usando mucho tiempo, para controlarlo según el tamaño del embrión, cuántas semanas de gestación lleva y el grosor de la bolsa de líquido que tiene el feto en la nuca.
Se denomina que el riesgo es alto cuando los valores obtenidos en la tabla según las medidas que se han tomado son menores a 1/250, y será un riesgo bajo cuando los valores son mayores a 1/250. Será el médico quién determine exactamente si los valores se encuentran dentro de la normalidad, y también quién comunicará los posibles efectos directamente a la futura madre.
De todas formas, estos valores no son del todo decisivos a la hora de determinar si el niño tendrá o no algún problema cromosómico. Será necesario llevar a cabo otras pruebas paralelas a la translucencia nucal, como la amniocentesis, para tener más información antes de que el niño nazca y los padres puedan estar preparados para ello.
