La amigdalitis aguda es una de las infecciones más frecuentes en la infancia. Debido a que la garganta es una de las principales puertas de acceso de los gérmenes, y que en el caso de los niños el sistema inmune aún no está del todo desarrollado y puede tener una respuesta más exagerada, cuando un niño tiene las amigdalas inflamadas los padres podemos asustarnos mucho.
Si tú también estás preocupada porque tu bebé tiene amigdalitis aguda, y los síntomas son bastante escandalosos, no está de más conocer las causas de esta enfermedad y todo lo que necesitas saber para tratarla correctamente.
Te contamos qué es exactamente la amigdalitis, cómo se presenta en los bebés y niños según la edad, los síntomas que nos ayuda a detectarla, y la forma en que tiene de contagiarse esta molesta enfermedad. También los remedios más efectivos si se trata de una amigdalitis vírica, o el tratamiento adecuado si es una amigdalitis causada por una bacteria. ¡Toma nota!
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¿Qué es la amigdalitis aguda?
La amigdalitis es, como su propio nombre indica, la inflamación de las amígdalas, esos órganos que se encuentran en la entrada de la garganta, encargados de la protección del cuerpo frente a la entrada de diferentes gérmenes. De forma popular, la inflamación de las amígdalas también se llama anginas.
Las amígdalas son órganos que contienen gran cantidad de nódulos linfáticos, encargados de combatir las infecciones en el cuerpo. En los niños de corta edad aún no están del todo desarrolladas, y por eso es más frecuente que los niños tengan amigdalitis aguda, como una reacción exagerada cuando se detecta algún germen, acompañada de síntomas que llaman mucho la atención.
En los menores de 3 años es muy común que los padres se preocupen cuando detectan los síntomas de amigdalitis aguda. Las amígdalas y toda la garganta se ve altamente afectada, con una inflamación que puede ir acompañada de dolor, fiebre y otros síntomas característicos.
Causas de la amigdalitis aguda en niños
La amigdalitis en niños y adultos puede estar tener causas muy diferentes. Hay que tener en cuenta que las amígdalas de un niño no suelen tener la misma reacción ante los gérmenes que las de los adultos, cuando el sistema inmune ya se ha desarrollado y es capaz de controlar mejor la respuesta ante un microorganismo que detecta como peligroso.
Las principales causas de las anginas y los tipos de amigdalitis en niños son los siguientes:
Amigdalitis vírica
La amigdalitis vírica es la más común en los niños. Es una infección en las amígdalas que está causada por algún virus, como puede ser un adenovirus, virus de la gripe, virus de Epstein-Barr, virus del herpes o virus parainflueza entre otros.
Las anginas son contagiosas según el tipo de virus que las provoque, pudiendo incluso extenderse la infección en niños que están en contacto con personas infectadas.
Amigdalitis bacteriana
Aunque una amigdalitis bacteriana es más frecuente en adolescentes y adultos, algunos niños pequeños también pueden contraerlas. Suelen ser infección de anginas causadas por estreptococos, neumococos o staphylococos.
Amigdalitis crónica
La amigdalitis en niños también se puede volver un proceso crónico, presentándose una respuesta ante el más mínimo estímulo exterior sobre las amígdalas. Cuando tener anginas de forma crónica se vuelve un problema de salud para los niños, se suelen extirpar las amígdalas, para tratar el problema y que el niño no esté constantemente enfermo.
Síntomas de la amigdalitis aguda
Detectar a un niño con amigdalitis aguda es muy sencillo. Suelen presentar una serie de síntomas muy característicos, que varían en función del tipo de anginas que tengan, pero que por lo general se presentan con el mismo cuadro clínico.
- Anginas inflamadas, que se presentan con manchas blancas en la garganta por infección con pus
- Amígdalas enrojecidas e inflamadas
- Dolor de garganta, acentuado al tragar
- Afonía
- Inflamación de los ganglios del cuello
- Fiebre, aunque también se pueden presentar placas en la garganta sin fiebre
- Cansancio y fatiga
- Dolor de cabeza
Cuando detectes estos síntomas en un niño, es muy importante acudir al médico para hacer un correcto diagnóstico. El tratamiento de las anginas víricas no es el mismo que el que necesita un niño con infección bacteriana en la garganta, por lo que nunca se debe medicar a un niño sin una previa revisión médica.
Incluso si se trata de anginas sin fiebre, si notamos afonia en niños podría tratarse de un caso de amigdalitis cronica que precise igualmente de un tratamiento adecuado para que la salud del niño no empeore.
¿Qué es la amigdalitis pultácea en niños?
Se conoce como anginas pultáceas a la presencia de placas blanquecinas en las amígdalas, con inflamación y enrojecimiento, que suele ir acompañado también de fiebre. Es muy común que el niño presente también mal aliento por la infección, así como dolor de garganta y molestias al tragar.
El microorganismo responsable de la amigdalitis pultácea infantil suele ser el estreptococo, aunque también puede estar ocasionada por la infección de cualquier otra bacteria similar.
Tratamiento de la amigdalitis aguda en niños
Cuando no se trata de una amigdalitis crónica, en cuyo caso el tratamiento en niños más utilizado es la cirugía para extirpar estos órganos que se presentan con anginas recurrentes, el pediatra recomendará el tratamiento más adecuado según el tipo de infección de anginas del que se trate.
El tratamiento de amigdalitis vírica en niños consistirá en cuidados para aliviar los síntomas que presente el pequeño, como el dolor de garganta y la fiebre. No existe ningún antivírico que se pueda recetar para tratar las anginas víricas, ya que los antibióticos no funcionan en este caso. Se suele recetar paracetamol e ibuprofeno para la fiebre y el dolor, además de remedios caseros muy efectivos para las amígdalas hinchadas.
En el caso de que el pediatra detecte una amigdalitis aguda bacteriana, que suele estar caracterizada por la aparición de fiebre, afonía infantil e inflamación de anginas con placas de pus blanquecinas o amarillentas, sí que se recetará un antibiótico adecuado para el niño.
Uno de los más comunes es la penicilina que se receta por vía oral durante una semana y hasta 10 días, pero si el niño presentan alergia o inmunidad a este medicamento, se recetará otro antibiótico alternativo. También se pueden recetar analgésicos para la angina bacteriana y antiinflamatorios para el dolor y la inflamación de la garganta.
Remedios caseros para la amigdalitis aguda
Junto con los medicamentos que recete el pediatra, hay algunos remedios caseros para la amigdalitis aguda que se pueden poner en práctica para ayudar el sistema inmune del niño a combatir la infección más rápidamente.
Humidificador
El uso de un humidificador de aire purifica el ambiente para que el niño no esté en contacto con más virus y bacterias que puedan agravar la enfermedad. Es un remedio muy útil para los niños que tienen anginas crónicas, para los que presentan una infección aguda, e incluso para los bebés y niños que tienen la amígdala inflamada por alergia.
Paños calientes
Para acelerar la recuperación de las amígdalas inflamadas sin dolor o con dolor de garganta, aplicar paños calientes en la zona puede activar el sistema inmune del niño.
Este método es genial para las anginas y fiebre, ya que el aumento de calor corporal acelera la curación, pero si solo localizamos en calor en la garganta, estamos concentrando toda la fuerza en esta zona para acabar lo antes posible con la infección.
Se pueden usar también bolsas de agua templada, o incluso un cojín eléctrico programado a una temperatura media que sea agradable para el niño mientras se recupera en cama, para que no le suba más la fiebre.
Gárgaras
Cuando se presentan placas en la garganta con fiebre, suele estar ocasionada por una infección de anginas bacteriana. Hacer gárgaras con agua con sal ayuda a limpiar la garganta del pus y los gérmenes que se acumulan durante la infección, sobre todo en la amigdalitis pultácea, evitando así el contagio de otras personas.
Si el niño es lo suficientemente grande como para hacer gárgaras él solito y escupir después el agua, anímale a que utilice este método para acabar con esas molestas placas blancas en la garganta.
Vitamina C
Sea cuál sea el motivo de la infección, la vitamina C es siempre un suplemento necesario para favorecer la actividad del sistema inmune del niño y que su propio cuerpo esté más fuerte para combatir la infección por sí mismo.
Lo más recomendable es tomar alimentos ricos en vitamina C, como las frutas, los zumos de cítricos y la verdura, cuando más natural mejor. Pero también se pueden dar suplementos alimenticios adecuados para la edad del niño, así como suplementos de otras vitaminas y minerales que potencien la actividad del sistema inmune.
Si tú también has notado que tu hijo tiene las amígdalas grandes, más de lo normal, y que presenta síntomas de amigdalitis aguda, ponte manos a la obra y ayúdale a recuperarse lo antes posible, porque ya sabes todo lo necesario para evitar y tratar esta molesta infección.