¿Te has dado cuenta de que tu peque hace cosas extrañas por la noche? Posiblemente sea un niño sonámbulo, en cuyo caso es necesario tener una serie de precauciones para evitar situaciones de peligro.
El sonambulismo infantil es un trastorno bastante frecuente en los niños y las niñas. Aunque a medida que se van haciendo mayores este va desapareciendo en muchos casos, la infancia puede ser una etapa en la que se produzcan diferentes episodios en los que realizan todo tipo de actividades mientras están dormidos.
No tienes por qué asustarte si tu pequeño se levanta dormido, si te habla, o si camina solo por la casa. Es algo normal y totalmente inofensivo. El problema puede aparecer cuando intenta hacer actividades más arriesgadas, como manipular ciertos objetos, o incluso salir de casa.
¿Crees que tu hijo tiene sonambulismo? Te ayudamos a detectar los síntomas característicos, cuáles son los peligros potenciales, y averiguar de qué manera actuar. Sigue estás recomendaciones para tratar a un niño sonámbulo de la manera más adecuada.
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¿Qué es el sonambulismo?
Se conoce como sonambulismo al trastorno que ocurre cuando una persona habla, camina o realiza cualquier otra actividad mientras está aún dormida. Lo hace desde el estado de inconsciencia, aunque realmente parece que está despierta.
Es más frecuente que un niño sea sonámbulo antes que un adulto. Esto tiene una explicación científica. Y es que el sonambulismo se suele producir durante la etapa de sueño profundo, más o menos en mitad de la noche, siendo los niños de corta edad los que tienen una fase de sueño profundo mucho mayor e intensa.
A medida que crecen, los niños tienen cada vez menos minutos de sueño profundo. Por ello los adultos son menos propensos a caminar mientras duermen.
No obstante, ser sonámbulo se hereda. Si bien una persona lo ha sido de joven, sus hijos tendrán mayores probabilidades de seguir sus pasos. Del mismo modo se relaciona también con el estrés, la ansiedad, el cansancio extremo, e incluso estadios de fiebre.
Hay padres que a veces confunden los terrores nocturnos con el sonambulismo. Sin embargo, no es lo mismo. Puedes saber más sobre este tema concreto en esta completa guía que tenemos en El Blog de tu Bebé:
¿Cómo saber si mi hijo es sonámbulo?
El sonambulismo en niños suele empezar a una edad aproximada de entre 4 y 6 años. En esta etapa, los pequeños muestran los primeros síntomas, que aunque aún son leves, ayudan a los padres a detectar el problema.
Por supuesto, hay muchos tipos de sonambulismo. Cada uno cursa de una manera diferente, y no todas las noches tiene por qué darse igual. Entre los síntomas más característicos podemos destacar:
- El niño se sienta en la cama con los ojos abiertos, y parece que está despierto aunque en realidad sigue dormido.
- Se levanta y camina por su habitación o por toda la casa.
- Puede realizar actividades complejas como mover muebles, quitarse la ropa o incluso ir al baño.
- En todo momento tiene una expresión ausente, tenga o no los ojos abiertos.
- Habla cosas sin sentido, que se pueden entender o no.
- Al despertarse está confuso y desorientado.
- Puede mostrarse agresivo cuando alguien lo despierta.
La duración de estos episodios puede ser de tan solo unos minutos, o incluso durar hasta media hora. En la mayoría de los casos, la media es de unos 10 minutos como máximo antes de volver a un estado de total descanso.
Si no les molesta, el niño sonámbulo volverá a dormirse profundamente quedándose muy quieto, aunque no es habitual que vuelva a la cama si se ha levando de ella. A veces los padres encuentran al niño en otro lugar de su dormitorio, dentro de la casa, o lo más peligroso: fuera de ella.
Riesgos para un niño sonámbulo
Tener episodios de sonambulismo de manera ocasional no debe entrañar ninguna preocupación. No obstante, los padres de niños que se levantan dormidos con frecuencia durante varios días seguidos, deben tener en cuenta si el peque podría estar sometido a determinados factores de estrés.
Ante todo, es necesario garantizar que un niño sonámbulo esté seguro por las noches. Levantarse de la cama y caminar dormido puede tener varios tipos de riesgos, como golpearse, caerse por las escaleras, salir fuera de casa, o manipular objetos peligrosos como cuchillos o encendedores.
Existe también la creencia de que despertar a una persona sonámbula puede ser peligroso. Nada más lejos de la realidad. Sería como despertar a una persona que está durmiendo en su cama. En determinadas ocasiones es necesario hacerlo, aunque si se prefiere, directamente podría llevarse a la persona de vuelta a su cama sin necesidad de despertarle.
Si te encuentras a tu hijo en pleno episodio de sonambulismo, sobre todo no le grites, ni le asustes o despiertes de manera sobresaltado. Simplemente ten cuidado de que no se tropiece ni se haga daño, llevándolo a un lugar seguro donde pueda acostarse para seguir durmiendo.
Cómo tratar el sonambulismo infantil
A día de hoy, no hay ningún tratamiento específico para un niño sonámbulo. Al estar relacionado principalmente con situaciones de estrés o un descanso insuficiente, lo mejor es asegurar que el pequeño duerma correctamente por la noche, evitando así en la medida de lo posible los caminares nocturnos.
Los expertos recomiendan a los padres seguir una serie de medidas para conseguir que las personas sonámbulas no se levanten por la noche:
- Regula los hábitos de sueño, estableciendo un horario fijo a lo largo de la semana.
- Si fuera necesario, el niño podría dormir una siesta a media tarde para conseguir un descanso pleno.
- Mantén una cierta actividad física y mental a lo largo del día ayuda a dormir mejor por la noche.
- Evita las cenas copiosas, los alimentos ricos en azúcares, y bebidas con cafeína.
- Sigue una rutina de calma para irse a la cama, logrando que el pequeño se relaje y duerma mejor.
- Asegúrate de que las puertas de toda la casa están cerradas con llaves o cerrojo, y que las ventanas están bloqueadas.
- Puedes utilizar vallas de seguridad y retenedores infantiles en ciertas zonas de la casa, como las escaleras o la propia cama del niño.
- Si tu hijo se ha levando de la cama sonámbulo, simplemente guíalo de vuelta para evitarle el shock al despertar.
Si el sonambulismo es persistente y se repite de manera reiterada durante varias semanas, o incluso meses, es aconsejable acudir al médico para valorar el estado del niño. Nunca hay que automedicar al niño, pero si el doctor lo aconseja, sería posible aliviar el nivel del estrés del niño durante la noche, recurriendo a algunos medicamentos relajantes específicos.
Tener en la familia un niño sonámbulo no es motivo de preocupación. Es más frecuente de lo que puedas imaginar. La parte positiva es que es un estado pasajero, y que acabará por resolverse por sí mismo en muy poco tiempo. Solo necesitas tener precaución hasta que ocurra.
Vaya interesante, los míos si que hablan en alguna ocasión en sueños.
Gran post.
Besos!
A. Moreno