El embarazo es un proceso hermoso pero complejo al mismo tiempo. A veces incluso se puede complicar, como es el caso de la fiebre en el embarazo. Cuando no es posible tratar los síntomas con medicación, ¿qué es lo que podemos hacer?
Como bien sabrás, hay algunos medicamentos que están contraindicados en el embarazo. Con el fin de proteger la salud del feto y no incidir de manera negativa en su desarrollo, es responsabilidad de la futura mamá y de sus doctores hacer un buen uso de los tratamientos farmacológicos.
Lo normal para tratar la fiebre alta es tomar paracetamol o derivados que ayudan a controlar la temperatura corporal. ¿Qué otras alternativas hay para la fiebre en una embarazada?
Descubre cuáles son las recomendaciones cuando hay fiebre y embarazo, cuándo ir al médico, y qué debes hacer. Si estás embarazada y con fiebre has de cuidar más de tu salud para proteger la del bebé que tienes en tu interior.
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¿Por qué es peligrosa la fiebre en el embarazo?
Durante la gestación, la temperatura normal de la mujer suele ser algo más elevada de lo habitual. Debido a los cambios hormonales, esta sube entre 0,5 y 1 ºC aproximadamente, pero no es habitual que se eleve demasiado.
La fiebre en el embarazo es un síntoma de alerta. Una temperatura inferior a 38ºC se denomina febrícula, y no entraña ningún riesgo para la madre o el bebé. Es necesario tratarla para paliar las molestias asociadas.
Sin embargo, cuando la fiebre es de 39 o 40ºC, y además se mantiene durante más de 24 horas, podría ser peligroso para el futuro bebé. Este aumento de temperatura, sobre todo en el primer trimestre, y quizás en el segundo trimestre, está relacionado con el riesgo de cardiopatía o alteraciones en el tubo neuronal.
La fiebre persistente podría provocar aborto espontáneo, y en el tercer trimestre, un parto prematuro antes de la fecha prevista. Por ello hay que prestar atención a síntomas como el aumento de temperatura, escalofríos, dolor de cabeza y dolor muscular entre otros.
Aumento de la temperatura en el embarazo
La fiebre en el embarazo es un motivo de preocupación para muchas mujeres que pasan por esta etapa. El mayor temor no es por ellas mismas, si no por que le pueda afectar al feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación.
La sensación de fiebre es un mecanismo de defensa que tiene el organismo para defenderse contra la infección por virus, bacterias y otros organismos patógenos. Cuando las defensas bajan en el embarazo, aumenta la probabilidad de padecer fiebre por gripe, resfriado, un leve catarro, e incluso alguna infección gastrointestinal.
Las enfermedades en el embarazo son más comunes ya que las defensas inmunitarias son menores. Ponerse mala es más fácil, y esto conlleva tener fiebre, o al menos un aumento de la temperatura.
Si bien la temperatura de una embarazada es algo más alta, no hay que dejar de preocuparse por ella cuando se tiene gripe y fiebre en el embarazo. La infección que tiene la madre podría pasar al feto, con graves consecuencias en su desarrollo.
Causas de la fiebre en la gestación
La fiebre en la embarazada puede darse por los mismos motivos que para cualquier otra persona. Es un síntoma frecuente en enfermedades víricas como el catarro, el resfriado o la gripe. Esta última es la más peligrosa, y por ello se suele poner la vacuna para la gripe en la embarazada.
Otros motivos son las infecciones renales o de orina, bastante frecuentes en la mujer gestante. Al bajarse las defensas, es habitual que pase por infecciones gástricas o intestinales, ya que el organismo no está preparado para enfrentarse a los virus y bacterias.
Una causa de fiebre algo más alarmante sería la rotura de la bolsa amniótica. Este proceso es conocido como corioamnionitis, que es la infección que se produce cuando la mujer rompe aguas sin saberlo, y se pierde la protección natural.
Si la bolsa amniótica lleva un tiempo rota y pasa inadvertido, la placenta se puede infectar. Además de la fiebre, la infección cursa con flujo abundante y de mal olor, además de contracciones uterinas.
Síntomas de fiebre en la embarazada
La fiebre ya es un síntoma en sí, que indica la existencia de una infección en el organismo de la futura mamá. Pero además de la sensación de fiebre hay otros síntomas que nos dan la voz de alarma cuando hay que actuar con rapidez.
Entre las señales de alerta más habituales destacan:
- Fiebre mayor de 39ºC
- Diarrea
- Vómitos
- Dolor de cabeza intenso
- Dolor en el abdomen
- Escozor o dolor al orinar
- Pérdida de líquido amniótico
- Hemorragia vaginal
- Contracciones
Con tan solo una fiebre de 39ºC en adelante ya sería necesario acudir rápidamente al médico. Pero si además se notan estos síntomas, es muy importante ir de urgencia para tratar el problema lo antes posible.
Cómo tratar la temperatura alta en el embarazo
Cuando una mujer embarazada tiene fiebre, lo primero que hay que hacer es acudir a la consulta del médico. La fiebre es una respuesta a un proceso infeccioso, por lo que es importante hacer un diagnóstico para saber cómo abordar el problema.
Una vez que se haya determinado la raíz de la infección, el médico indicará cuál es el tratamiento más adecuado. Hay que seguir las recomendaciones del doctor al pie de la letra para acabar con la enfermedad.
En cuanto a la fiebre en el embarazo, si esta es moderada o leve, seguramente no se recomiende ningún medicamento. Pero para algunos casos es posible tomar paracetamol.
Este medicamento no es peligroso para el bebé, y es el menos dañino para el hígado de la madre. Si vas a tomar paracetamol para la fiebre en el embarazo, que sea siempre bajo prescripción médica. Nunca te automediques.
Remedios naturales para bajar la fiebre
Existen múltiples métodos alternativos a los medicamentos para bajar la fiebre, aptos para la mujer embarazada. Algunos ejemplos que te pueden ser de gran ayuda son estos:
- Beber mucha agua, ya que por el calor aumenta la sudoración y hay riesgo de deshidratación.
- Tomar alimentos ricos en vitamina C como frutas o infusiones. También ayuda mucho tomar caldos de verdura tibios.
- Retirar el exceso de ropa para bajar la temperatura corporal. Es importante evitar sudar por taparse demasiado.
- Tomar una ducha de agua tibia, a un temperatura ligeramente inferior a la temperatura corporal. Por ejemplo, si se tiene 38 o 39 ºC, el agua deberá estar a unos 37ºC.
- Descansar y hacer reposo absoluto.
En la mayoría de los casos, los síntomas de fiebre interna revierten en poco tiempo tras el comienzo. Es normal que la temperatura suba al anochecer y que baje por la mañana después de una larga noche de reposo.
Para bajar la fiebre en adultos hay que tener paciencia y tomárselo con calma. Más aún si se trata de un aumento de la temperatura corporal en embarazadas, que deben cuidar de su salud y de la de su bebé al mismo tiempo.
Tratamiento de la fiebre en niños
El tratamiento de la fiebre en niños no es el mismo que para los adultos. ¿Cuáles son los mejores remedios para los más pequeños de la casa? No te pierdas estas completas guías que encontrarás en El Blog de tu Bebé:
Aunque es bastante molesta, la fiebre en el embarazo se puede tratar fácilmente. No dudes en acudir a tu médico si te encuentras en una situación límite. Lo importante es mantener tu salud y la de tu futuro bebé.
Buenas,
interesantes consejos para un embarazo de 10, la fiebre siempre es un indicador de alerta de que sucede algo en nuestro cuerpo!
Besos y felices fiestas!
A. Moreno