Este tipo de embarazo se conoce coloquialmente como ‘huevo huero’ o ‘huevo vacío’, y ya hablamos sobre él hace algún tiempo en el blog. Pero hoy queremos profundizar más en este tema, explicando qué es exactamente un embarazo anembrionario, por qué se produce, y cómo podemos detectarlo para saber desde un principio que el embarazo no llegará a término.
También veremos cuáles son los tratamientos más frecuentes que se realizan en los casos de embarazo sin embrión, y la tasa de probabilidades que existen de tener un nuevo embarazo después de haber sufrido un aborto espontáneo de este tipo.
Si tu médico te ha dicho que posiblemente estés pasando por estos tipos de embarazo, o si te preocupa este tema, sigue leyendo y conoce todos los detalles. Sabiendo que al menos el 50% de los abortos espontáneos son debidos a este problema, quizás te alivie saber que no eres la única, y que puede tener una solución muy sencilla.
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¿Qué es un embarazo anembrionario?
Un embarazo anembrionario es un tipo de embarazo que se puede detectar con las pertinentes pruebas médicas como el análisis de sangre, con el consiguiente cambio que se produce en el interior del útero, y la modificación de las hormonas femeninas, con saco vitelino en el que no se aprecia un embrión en su interior.
Durante los primeros días del proceso de embarazo, el espermatozoide ha fecundado el óvulo y se ha implantado en el útero, pero en un momento dado hay un desarrollo anormal, y solo se produce el saco embrionario donde se forma el feto, pero no el futuro feto.

Este embarazo es reconocido tras varias semanas como embarazo fallido por el propio cuerpo de la mujer, acabando en aborto natural con expulsión de los restos del interior del útero, y que en algunas veces ocurre incluso como aborto sin sangrado. Por esta razón, muchas mujeres pasan por él sin darse cuenta, incluso sin saber si quiera que habían estado embarazadas.
De todos los tipos de embarazo que acaban en aborto sin legrado espontáneo, es uno de los más frecuentes hoy en día. Y eso sin contar que hay una gran parte de la población femenina que pasa por ello sin ser consciente.
¿Por qué se produce un embarazo anembriónico?
Entre las principales causas de no embarazo, la más habitual es que hay un fallo en la especialización de las células que se están desarrollando para dar lugar al bebé. Cuando estas células se desarrollan, pero no llevan a cabo la especialización para la formación de tejidos del feto, se forma la bolsa gestacional, pero no el futuro bebé.
En este caso, se aprecia la bolsa vacía si se visualiza en una ecografía, y por eso se llama ‘huevo huero’. La bolsa gestacional crece durante un tiempo indeterminado, por la acción de la hormona HCG, hasta que el cuerpo acaba reconociendo el error y provocando el aborto.
Una de las características del embarazo sin embrión es que la presencia de esta hormona en la sangre es la responsable de que los test de embarazo salgan positivos, aunque el embrión no crece porque no se reconoce su existencia.
¿Cuándo se puede detectar el embarazo anembrionado?
Si el embarazo no se detiene por sí mismo a modo de embarazo espontáneo, la mujer seguirá con los síntomas de embarazo, y progresará en las fases de control necesarias en este proceso. Cuando llegue el momento de hacer las primeras ecografías, se podrá empezar a observar que el saco gestacional está vacío.
Pero… ¿cuando se detecta el embarazo anembrionario? Para estar seguros de que se trata de un embarazo con huevo huero, el doctor recomendará hacer una eco cada semana. De esta forma se detectará si el embrión se ha formado o no, y si hay latido cardiaco del feto. Alrededor de la cuarta semana y quinta semana, el saco vitelino ya es visible en la ecografía, pero entre la semana 7 y semana 12 ya se debe escuchar el latido del corazón del bebé.
Si en ninguna de estas ecografías se ha visto la presencia del embrión, el médico determinará si se lleva a cabo o no un aborto inducido si aún no se ha producido el aborto espontáneo de la paciente.
Síntomas del embarazo anembrionario
Los síntomas de este embarazo son los síntomas de quedarse embarazada normales. Son los síntomas que produce el cambio hormonal en la mujer, tales como nauseas, malestar, y molestias en el pecho. Para saber cuales son los síntomas del embarazo, echa un vistazo en este artículo del blog dónde te los explicamos con detalles.
En el caso de un embarazo huevo huero, los síntomas de embarazo se alivian alrededor de las 6 semanas de embarazo, porque el nivel de hormonas empieza a decaer bruscamente.
Si se produce un aborto espontáneo, sin que ni si quiera la mujer se dé cuenta de ello, los síntomas asociados y las señales más obvias serán dolor en la zona de la pelvis y sangrado vaginal que puede ser más o menos intenso.
Como puedes ver, los síntomas no son muy diferentes a los que podríamos notar con un embarazo normal, por lo que es muy complicado detectar un embarazo sin embrión sin hacer hecho la correspondiente ecografía de 12 semanas y haber confirmado que el saco vitelino está vacío.
¿Cómo saber si estás teniendo un aborto?
El cuerpo de la mujer es sabio, y por lo general podrás saber si estás sufriendo un aborto, porque los síntomas son ligeramente diferentes a lo que se suele notar cuando viene la menstruación.
Estos síntomas consisten en unos calambres en la zona del abdomen bajo, ligeramente más fuertes que los de tu menstruación normal. El sangrado también es más abundante, y va acompañado de la expulsión de restos del interior del útero en una cantidad mucho mayor que los de una regla normal.

Por muy irregulares que sean tus reglas, seguro que puedes detectar por ti misma si se trata o no de un aborto. Pero si tienes dudas o complicaciones, o si los síntomas son demasiado fuertes, acude rápidamente a tu médico para minimizar los riesgos.
Tratamiento del embarazo anembrionario
El el caso del embarazo anembriónico, la posibilidad de tener un bebé es nula. Si no se produce un aborto de forma natural, será necesario un aborto programado con legrado uterino. Si es tu caso, no intentes evitar el aborto espontáneo, ya que si quieres ser madre, tendrás que intentar volver a quedarte embarazada, porque este embarazo no te llevará a nada.
Después de que el médico se haya asegurado y haya hecho un diagnóstico por ecografía reconociendo que el saco vitelino está vacío, se hará un legrado para eliminar los restos del interior del útero. Hacer este legrado es muy importante, ya que las células que no se han eliminado por sí solas, pueden degenerarse en el interior del útero, y acabar por ser muy tóxicas.
Déjate aconsejar por tu médico, porque él sabrá cuál es la mejor opción para tu caso, pensando siempre en tu salud y en la posibilidad de volver a quedare embarazada si lo deseas en el futuro. Después de un legrado puede quedar embarazada sin problema, ¡sin duda!
Casos de embarazos anembrionados
¿Puedo sufrir un embarazo anembrionario más de una vez?
Una pregunta que suele rondar mucho las ideas de las mujeres que han pasado por este tipo de embarazo es: ¿puedo quedar embarazada después de un aborto?. También sienten la preocupación de si volverán a pasar por lo mismo, y si las probabilidades de sufrir de embarazo sin embrión son mayores en su caso por haberlo tenido ya.
Que una mujer haya pasado por un embarazo anembrionario, no quieres decir que ya no haya riesgo de que pase por lo mismo dos veces seguidas, o incluso una tercera vez, pero las posibilidades son menores. Las posibilidades de embarazo después de un aborto (o de fecundación in vitro FIV) son prácticamente las mismas que si no ha sufrido ningún aborto con anterioridad.
Siempre que la evolución del aborto haya sido normal, y no haya habido problemas en el caso de haber tenido que inducir el aborto, la mujer podrás quedarse embarazada en un futuro no muy lejano. A este nacimiento se le llamaría bebé arco iris, que son los bebés que llegan después de un aborto o después de haber tenido un bebé nacido sin vida.
Pero si vuelve a tener embarazo anembrionario una y otra vez, sin llegar a quedarse embarazada, sí que habría que hacer un estudio para comprobar que no hay ningún problema genético que impida la reproducción normal de la pareja.