¿En qué consiste el método Pikler en niños?

¿Has oído hablar de la nueva pedagogía alternativa que se está volviendo popular entre los papás? Nos referimos sin duda al método Pikler, o teoría del movimiento libre, una manera de permitir a los peques que aprendan a su manera y a su ritmo, fomentando un entorno enriquecedor.

¿En qué consiste este método de enseñanza y qué beneficios tiene sobre otras técnicas tradicionales? En realidad no es tan novedosa como puedes llegar a creer, ya que se creó en los años 40, y vuelve a estar en tendencia años después por sus múltiples ventajas.

Hace algún tiempo la pedagogía Pikler se estableció como un método revolucionario para educar a los bebés y niños pequeños, ganándose el reconocimiento a nivel mundial. A partir de ella se han elaborado otros métodos de enseñanza, pero este sigue siendo la base.

A través de esta completa guía para papás, mamás y educadores, vamos a ver en qué consiste el método Pikler, sus características, y cómo llevarlo a cabo tanto en casa como en el aula, con diversas técnicas, material y actividades adecuadas. ¡Toma nota!

¿Qué es el método Pikler?

El método o metodología Pikler es un tipo de pedagogía que fomenta la crianza de los niños de una manera alternativa y totalmente libre. Permite que los más pequeños desarrollen su autonomía durante el proceso de aprendizaje, para que tenga mayor seguridad en sí mismo y sea más independiente.

Su creadora, Emmi Pikler trabajó en los años 40 en la’ Casa Cuna’ de Budapest, que hoy en día se conoce como Instituo Pikler. Este era un orfanato en el que muchos niños tenían carencias afectivas en aquella época, y su educadora buscó la mejor solución para evitarlas.

Pikler acuñó el término de ‘síndrome de hospitalismo’, como un tipo de afección física, emocional y mental que se producía en este tipo de instituciones. Más allá de cuidar la salud física y el crecimiento de los niños, fue una las primeras en considerar de vital importancia el acompañamiento y apego de los menores para un completo desarrollo afectivo.

El método Pikler se ha ido desarrollando con el paso del tiempo y con la práctica, hasta el tipo de técnica que se utiliza hoy en día. Esta técnica que combina la autonomía de los niños con el apego afectivo se puede adaptar a todas las situaciones, tanto en casa, como en el aula y en todo tipo de instituciones infantiles.

Principios del método

Para comprender mejor de qué trata el método Pikler, es importante conocer cuáles son sus fundamentos. La crianza y el cuidado de los niños tiene como pilar estos principios que funcionan en todas las situaciones y en todo tipo de bebés e infantes:

Movimiento libre

Proporcionar a los niños un espacio adecuado para que ellos mismos se muevan libremente, a su antojo y a su propio ritmo. Con el movimiento libre, pero acompañados siempre por uno o varios adultos, los niños pueden explorar y desarrollar sus actividades motoras e intelectuales al completo.

Cuidado respetuoso

Cada bebé, niño o niña tiene sus propias necesidades. Es importantes analizar y detectarlas para adaptar su educación y desarrollo con el cuidado respetuoso. ¿Cómo se consigue esto? Con la observación y la comunicación abierta, desde edades tempranas hasta la adolescencia.

Vínculos afectivos y entorno estable

Los cuidadores tienen que proporcionar estabilidad, protección y vínculos sólidos a los niños, para que sientan que están en el entorno adecuado y disfruten de su libertad. Solo así centrarán toda su atención a lo que de verdad importan, que es su aprendizaje y desarrollo.

Tiempo de juego

El juego es la forma que tienen los niños de aprender, de relacionarse con el entorno, y practicar diversas habilidades. Dándoles tiempo de juego para explorar a su antojo cada día, estamos favoreciendo un desarrollo pleno de los pequeños.

Rutinas

Del mismo modo, los pequeños necesitan una rutina que les dirija cada día sus actividades. Esta rutina tiene que ser predecible y adaptada a la situación, para que así la reconozcan y puedan desarrollar su autonomía con el tiempo, proporcionándoles autocontrol y confianza en sí mismos.

Ambiente enriquecedor

El método pikleriano también fomenta un ambiente de juego enriquecedor, con juguetes, materiales y objetos que estimulen el aprendizaje de los niños. Y no precisamente con juguetes muy avanzados. Basta con los más simples, con piezas polivalentes, para que los niños tengan un mayor desarrollo de la imaginación.

Por ejemplo, el método Montessori podría estar relacionado en este aspecto con el método Pikler.

Adaptar el hogar o el aula al método Pikler

La metodología Pikler es muy fácil de instaurar y poner en práctica en cualquier lugar. Emmi Pikler nos dio las claves para adaptarla al ámbito hospitalario infantil, siendo incluso más factible para adaptar al aula o incluso en casa.

Si tú quieres empezar a utilizarla con tus peques, estas son algunas pautas que puedes seguir:

• Cubrir el suelo con alfombras de juego o colchonetas que sean cómodas y seguras para el movimiento de los niños.
• Colocar cajas o escaleras para que los niños puedan subir fácilmente a la cama, sillones o cualquier otro lugar en altura que necesiten, con total autonomía.
• Evita colocar en el espacio de juego muebles que sean peligrosos o que limiten el movimiento de los peques.
• Escoge juegos aptos para su edad, con la mayor posibilidad de usos, y que puedan evolucionar al mismo tiempo que los peques crecen.

Los juguetes de madera como las tablas curvas, toboganes, parques de escalada, arcos escalera, carritos, o cochecitos para niños, son excepcionales para este tipo de pedagogía. También hay juguetes más pequeños o sencillos, como las pelotas, ideales para usar de manera segura desde bebés hasta más mayores.

¿Qué beneficios tiene el método Pikler?

Seguro que ya tendrás una idea más o menos clara de cuáles son las ventajas educativas que ofrece el método Pikler por encima de otras metodologías. Con su enfoque centrado en el juego autodirigido, el respeto, el cariño, acompañamiento y la autonomía, estos son algunas de las principales ventajas a tener en cuenta:

• Favorece la autonomía y la independencia, ya que el niño aprende de sus propios errores y experiencias, sin que los adultos intercedan.
• Fomenta las relaciones saludables entre los educadores y los niños, promoviendo las relaciones afectuosas.
• Mejora la comunicación entre los cuidadores y los peques, de manera que puedan expresar sus emociones de forma segura, y pedir ayuda si lo necesitan.
• Proporciona un desarrollo motor más sólido, ya que los peques se mueven libremente en el entorno, con todo tipo de juegos y actividades.
• Conocimiento de los límites físicos, gracias a la exploración personal que hacen los niños en el entorno seguro y controlado.
• Potencia la creatividad y la resolución de problemas, que son cualidades esenciales no solo en la infancia, si no también para la vida de adulto.
• Aumento de la autoestima y de la confianza, con la posibilidad de explorar por sí mismos cuáles son sus cualidades más destacables.

Los adultos son meros observadores cuando se aplica el método Pikler en la educación infantil, pero al mismo tiempo son responsables de su seguridad y enriquecimiento ambiental. Es imprescindible respetar sus decisiones, sin intervenir ni si quiera hacer sugerencias, para que el aprendizaje sea completo.

Solo de esta forma encontramos el balance perfecto entre protección, cariño y autonomía que los niños precisan en una etapa clave de su desarrollo. Cualquier niño o niña, en todos los ámbitos educativos, pueden aprovecharse de las ventajas que el método Pikler ofrece por encima de otras metodologías, o en conjunto con ellas si fueran compatibles.

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Ahora que ya sabes qué es el método Pikler y cómo ponerlo en práctica, no dudes en incorporarlo en la educación de tus peques. Aprovecha sus beneficios y utilízalo a tu favor, y sobre todo, para un aprendizaje más natural y adaptado a los niños.