Durante la etapa de crecimiento y desarrollo, los mareos en niños puede convertirse en una sensación bastante frecuente. La mayoría de causas de este mareo infantil no suelen entrañar ningún problema de salud, ya que está derivado de la falta de riego sanguíneo hacia el cerebro.
Pero hay ocasiones en las que la sensación de aturdimiento es un efecto secundario de alguna afección más importante, la cuál debemos tratar lo antes posible. Hoy vamos a ver en qué consisten los mareos en los niños, cómo les afecta a los peques y cuáles son los motivos que pueden producirlos.
Si a tu hijo o hija le duele la cabeza y se marea, es necesario encontrar la causa principal para tratarla de la mejor manera posible. Descubre cómo detectar los síntomas de mareos en niño, y qué hacer cuando un niño se encuentra mal para que se recupere más rápidamente.
También te contamos cuándo acudir al médico por problemas de mareos, y cómo ponerle solución de una manera sencilla y eficaz. ¡Toma nota!
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¿Qué son los mareos en niños?
Los mareos en niños, también conocidos como vértigos, son un trastorno del equilibrio que se caracterizan por una sensación muy desagradable de movimiento que no se puede controlar. Se producen cuando el niño tiene la certeza de que su cuerpo se tambalea de manera incontrolada, o que todo a su alrededor da vueltas sin poder detenerlo.
El niño se siente aturdido y débil, sin llegar a entender el porque de los mareos, que no cesan hasta que no consigue tumbarse o apoyarse en una superficie para ganar estabilidad.
No existe mucha diferencia entre los mareos que sufrimos los adultos y los niños, con la única salvedad de que las causas de mareos en niños pequeños pueden producirse por motivos diferentes, lo que supone un tratamiento adaptado a ellos.
¿Qué provoca el mareo infantil?
El primer aspecto a tener en cuenta a la hora de tratar el mareo en niños es la causa. Si queremos saber como tratar el mareo, primero es necesario saber el motivo que lo produce, y estos pueden ser muy variados.
Los niños que se encuentran todavía en pleno desarrollo, y también durante la pubertad, pueden no tener al 100% los mecanismos que les ayudan a mantener el equilibrio y evitar la sensación de mareo. Estos mecanismos pueden ser 3:
La vista
A través de la vista conseguimos conocer el entorno que nos rodea y qué posición ocupamos. Cuando la vista falla, no se pueden calcular bien las distancias, provocando una sensación de aturdimiento muy desagradable.
El oído
En el oído se encuentra el sentido del equilibrio, el cuál nos permite conocer la posición de nuestro cuerpo incluso con los ojos cerrados. Cuando este sentido falla en algún aspecto, el equilibro se puede ver gravemente afectado.
El tacto
Gracias al tacto y la presión que notamos en nuestro cuerpo, podemos conocer también qué posición estamos adoptando en el espacio. Es un aspecto complementario para la vista y el sentido del equilibrio del oído, para poder coordinar los movimientos del cuerpo.
Causas del mareo infantil
¿A qué se deben los mareos en niños entonces? Las causas de mareos en los peques pueden ser muy diferentes, pero por lo general suelen producirse mareos repentinos cuando no llega suficiente sangre al cerebro por los siguientes motivos:
- Ponerse de pie bruscamente
- Falta de aire al hacer ejercicio físico
- Mareos y calor por exposición excesiva al sol
- Deshidratación y tensión baja
- Falta de energía por no comer
- Mareo por movimiento; como por ejemplo subir a una atracción o hacer un viaje en coche
- Fiebre y/o enfermedad viral
- Otitis, con acumulación de moco e inflamación del oído
- Mareos por la vista
Si se trata de pequeños mareos, no hay nada de lo que nos debamos preocupar. Muy pocos mareos infantiles son señal de que el niño tiene algún problema grave que afecta a su sentido de equilibrio, como puede ser la toma de algún medicamento o una infección del oído más importante.
Síntomas de mareos en niños
Los mareos en niños ya son un síntoma en sí de que se ha producido algún fallo en el mantenimiento del equilibrio de los peques. Sin embargo, no suele ser un síntoma aislado, si no que va acompañado de otras manifestaciones muy comunes cuando se produce mareo:
- Aturdimiento
- Sensación de falta de estabilidad
- Visión borrosa (puede ser también por la migraña infantil)
- Pérdida del equilibrio que puede desembocar en una caída
- Confusión mental
- Dolor de cabeza
- Nauseas
- Palidez
- Sudoración
- Vómitos
- Fiebre
¿Qué hago si mi hijo se marea?
Cuando un niño se marea, es necesario actuar rápidamente para evitar que llegue a caerse al suelo o golpearse fuertemente. Es tan fácil como tumbar al pequeño en posición totalmente horizontal, elevando ligeramente las piernas.
Si no es posible que el niño se pueda tumbar, otra posición muy conveniente es sentarlo con la cabeza entre las rodillas. Sujeta al niño en todo momento para que no se desplace hacia el lado y pueda caerse.
En caso de que el niño tenga mareos frecuentes, y no siempre haya cerca un adulto que pueda ayudarle, enséñale a adoptar esta postura para evitar el riesgo.
Muchos peques sienten un mareo leve al agacharse, por la noche al acostarse, mareos por la mañana al levantarse de la cama o la silla rápidamente, e incluso cuando viajan en coche, los cuáles pueden aprender a controlar fácilmente si saben cómo hacerlo.
¿Cuándo acudir al pediatra?
Si un niño tiene mareos frecuentes al levantarse, sufre de pequeños mareos repentinos que no se logran aliviar, o si el mareo en niños va acompañado de otros síntomas graves, es necesario acudir al pediatra para hacer un diagnóstico y averiguar cuál es el problema que los produce.
Los signos de alarma de los mareos infantiles a los que estar atentos son los siguientes:
- Mareos permanentes que no se alivian
- Mareos repentinos y dolor de cabeza fuerte
- Vómitos que acompañan a la sensación de aturdimiento
- Fiebre y malestar general
- Dolor de oído constante
- Pitido en el oído
- Vértigos que persisten después de más de 2 horas de reposo
- Imposibilidad de mantenerse en pie o de caminar
- Pérdida de conocimiento
Si tu hijo esta tomando medicamentos que pudieran estar relacionados con los mareos y vértigos en niños, consulta con el médico la posibilidad de cambiar el tratamiento.
Comprueba también que la vista de tu hijo funciona correctamente, o si necesita llevar gafas para ver mejor. Los mareos por problemas de vista son frecuentes en niños a partir de 7 años y en la adolescencia.
Los nervios y mareos son también dos síntomas muy comunes que van de la mano. La ansiedad provoca mareos en niños, como un síntoma secundario de un problema mayor que se puede tratar con intervención de un psicólogo infantil.
Ante cualquier duda de por qué se producen los mareos en niños, acude siempre al médico para determinar cuál es la causa principal y cómo prevenirlos y tratarlos de la mejor manera para los pequeños. Y tú, ¿has tenido alguna experiencia con un niño mareado?