Hoy en día, con la influencia de las redes sociales, hay modas que se están expandiendo muchísimo más rápido de un lado a otro del planeta, la mayoría de ellas haciendo referencia a la vida sana, la alimentación equilibrada y el ejercicio físico. Sin embargo, hay modas que parecen ser sanas a pesar de que no lo son para nada, como es el caso de la pregorexia, la última barbaridad que están cometiendo algunas mamás sin ser realmente consciente del peligro que entraña para el futuro bebé.
Se trata de una especie de anorexia en el embarazo, una enfermedad mental que afecta a la madre que no quiere engordar en esta etapa, al igual que les ha pasado a muchas mujeres en el mundo que lo han compartido en redes sociales.
El miedo a ganar demasiados kilos durante el embarazo, de tener un volumen desmesurado en la tripa, y a no poder recuperar la figura tras el parto tan rápidamente como les gustaría, lleva a muchas mujeres a cometer prácticas muy peligrosas para la salud del feto e incluso de ellas mismas.
Quizás te suene el término de pregorexia en el embarazo, o quizás aún ni hayas oído hablar de esta palabra que se han inventado hace poco para denominar a un problema que cada vez se encuentra en más mujeres embarazadas. Vamos a ver en qué consiste exactamente, sus consecuencias, y el tratamiento para las mujeres que se vean afectadas.
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Pregorexia en el embarazo
¿Qué es la pregorexia?
Más concretamente, se conoce como pregorexia al desorden alimenticio que sufren muchas mujeres durante el embarazo, causado por el miedo a engordar en una etapa en la que este es completamente inevitable.
Estos tipos de desórdenes son parecidos a la anorexia o a la bulimia, siendo incluso mucho más grave para el cuerpo de la mujer, ya que cuando se une anorexia y embarazo, o bulimia y embarazo, son dos las personas que sufren: la madre y el feto.
En este tipo de anorexia en el embarazo, la madre deja de comer correctamente, se alimenta mal y en pocas cantidades, y también puede llegar a prácticas muy peligrosas como practicar ejercicio físico intenso, o incluso utilizar sustancias para perder peso que sean altamente tóxicas para su cuerpo y para el bebé.
En España aún no se habla demasiado sobre esta enfermedad, ya que el término es muy novedoso en nuestro país, pero sí que se lleva utilizando desde hace más tiempo en otros países de América, dónde las modas alimenticias que se siguen en Estados Unidos llegan mucho antes y ya se han contabilizados varios casos de pregorexia:
Causas de la pregorexia
La principal causa de la pregorexia es un miedo irracional a engordar, que afecta de forma psicológica a la mujer, causando una enfermedad de por vida que puede ser muy complicada de tratar si el caso es grave.
La pregorexia en el mundo suele estar acompañada de un comportamiento obsesivo que lleva a la mujer a cuidar su salud y su línea, incluso antes de quedarse embarazada. Suelen ser mujeres que siguen dietas para controlar el peso, o que incluso ya padecían algún desorden alimenticio previo. También mujeres que están acostumbradas a practicar mucho ejercicio, y que al ver los cambios en su cuerpo que causa el embarazo, se sienten mal porque no quieres perder la figura que tanto les ha costado lograr.
Una mujer que ha sido activa físicamente antes de quedar embarazada, podrá seguir practicando ejercicio siempre que no sea peligroso para su embarazo y que la intensidad sea acorde, no para perder peso, sino para mantener la salud.
Consecuencias de la pregorexia
Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser muy graves para la salud de la madre, pero sobre todo para el desarrollo del feto:
- Desnutrición, anemia y falta de calcio en los huesos
- Baja producción de leche materna
- Alteraciones hormonales serias
- Pérdida del cabello en exceso
- Piel muy seca, apagada y deshidratada
- Malformaciones físicas en el feto
- Alteraciones neurológicas en el bebé
- Retraso en el crecimiento
- Problemas cardiacos y digestivos
- Muerte fetal y aborto
Estas alteraciones son incluso más peligrosas en los casos de pregorexia en adolescentes, que cada vez se están viendo más. Las chicas jóvenes que ven cambios físicos tan bruscos, tienden a sufrir este problema psicológico, y las alteraciones son mucho peores ya que ellas mismas al ser adolescentes, todavía se encuentran en una etapa de desarrollo muy importante, no solo el feto
Síntomas para detectarla
Una persona que sufre este tipo de anorexia, seguramente no reconocerá sus propios síntomas ni pensará que está haciendo algo mal o peligroso para la salud de su bebé. Son las personas que están a su alrededor las que tienen que detectarlo para aplicar un tratamiento lo antes posible.
Entre las muchas características de la pregorexia podemos detectar síntomas como:
- Comer menos cantidad de alimentos
- Rechazo de su propio cuerpo y de su embarazo
- Práctica de ejercicio físico intenso
- Obsesión con el peso
- Bajo peso en el embarazo que no corresponde con su estado
Ante estos síntomas, debemos acudir rápidamente a un profesional de la salud experimentado en trastornos alimenticios, así como a un médico que determine el estado de salud del feto y de la madre para evitar que siga habiendo déficits.
Prevención y tratamiento de la pregorexia
Tanto la prevención como el tratamiento de este trastorno psicológico debe tratarse siempre en la mujer con la atención de profesionales que le ayuden a aceptar su problema y a lidiar con la enfermedad.
No es algo fácil, ya que una enfermedad de este tipo no se suele superar, pero sí se puede sobrellevar de una mejor manera para que la salud se vea afectada lo menos posible. Para ello, si una mujer que quiere ser madre, tiene una preocupación previa por el aumento de peso, deberá hablar con un psicólogo para que le ayude a entender la importancia de ganar peso durante el embarazo, y que una vez pasada esta etapa, el peso inicial se puede recuperar más fácilmente de lo que parece.
Cuando la mujer ya lo padece estando embarazada, es muy importante que primero se siga un tratamiento nutricional contra la pregorexia para cubrir las necesidades nutricionales de la madre y el feto, y después se haga un tratamiento psicológico y psiquiátrico para tratar esta enfermedad tan grave.