Desde que éramos pequeños hemos pensado que meternos en el agua justo después de comer suponía un gran riesgo de sufrir un corte de digestión. Este pensamiento ha pasado de generación en generación, pero no solo ocurre por bañarse en el agua del mar o la piscina. Hay otras muchas causas asociadas.
Tener un corte de digestión puede ser peligroso, ya que está acompañado de diferentes síntomas altamente molestos. Si no se trata a tiempo, se produce lo que se conoce como síncope por hidrocución, acompañado de nauseas, mareos e incluso pérdida de conocimiento.
¿Qué podemos hacer cuando un niño sufre un corte de digestión? Los pequeños son los que mayor probabilidades tienen de padecerlo, y por ello hay que saber actuar rápido, aplicando los primeros auxilios más adecuados.
Descubre en qué consisten los cortes de digestión, cómo evitarlos, y de qué manera proceder cuando afecta a un bebé o niño de corta edad. ¡Toma nota!
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¿Qué es un corte de digestión?
El término ‘corte de digestión’ se utiliza popularmente cuando se produce la parada súbita del proceso de digestión después de comer. En medicina se conoce como hidrocución, y significa exactamente lo mismo.
Como bien sabemos, la digestión es el proceso a través del cual nuestro organismo obtiene los nutrientes de los alimentos que se han ingerido. En este proceso, el flujo de sangre se concentra principalmente en el aparato digestivo, mientras que el resto del cuerpo recibe menos sangre.
Por este motivo es por lo que justo después de comer nos sentimos más cansados, o el cuerpo se enfría. La gran mayoría de la sangre está recogiendo los nutrientes del estómago y el intestino, mientras que llega menos sangre al cerebro y otros órganos que no están directamente relacionados con el sistema digestivo.
Si durante el proceso de digestión el cuerpo entra en contacto brusco con bajas temperaturas, la sangre se ve obligada a repartirse rápidamente para mantener la temperatura corporal. La digestión se para repentinamente, desequilibrándose por completo el organismo.
¿Por qué se produce un corte de digestión?
La digestión es un proceso muy importante para el cuerpo humano. Del consumo de los alimentos obtiene los nutrientes y la energía que necesita para vivir y funcionar a diario. Por ello el sistema digestivo se moviliza por completo justo después de comer.
En el proceso de digestión, los órganos que pertenecen al sistema digestivo como el estómago, el intestino delgado, intestino grueso, páncreas e hígado entre otros, funcionan a pleno rendimiento y necesitan un gran aporte de sangre.
Mientras tanto, al resto del cuerpo llega menos sangre, pero si de pronto se ve obligado a contrarrestar la pérdida de calor en otras partes del cuerpo, la digestión se corta.
Esto ocurre al meterse en agua fría después de comer, pero también hay otras causas. La parada de la digestión puede darse por la práctica de ejercicio físico, sudar mucho, o exponerse a altas temperaturas mientras se está dando la digestión.
Causas del corte de digestión
En definitiva, las causas de un corte de digestión se podrían resumir en las siguientes.
- Introducirse en agua muy fría, a temperatura menor de 27ºC.
- Cambio brusco de temperatura cuando el cuerpo está muy caliente, por exposición al sol, tras hacer ejercicio o haber sudado mucho.
- Digestión pesada después de comer en exceso.
- Enfermedades de corazón o relacionadas con el sistema nervioso.
- Consumo de alcohol o de ciertas medicinas (en el caso de los adultos).
Cuanta más diferencia de temperatura haya entre el agua y la temperatura corporal, mayor riesgo de síndrome de hidrocución habrá. Esto es sobre todo peligroso en los niños, cuyo regulador de la temperatura corporal aún no está desarrollado del todo.
Síntomas de un corte de digestión
Si bien los adultos entendemos que no debemos hacer un gran esfuerzo después de comer para que la digestión no nos siente mal, los niños no tienen la misma experiencia ni comprensión que nosotros.
Ellos son los grandes perjudicados, y los que más sufren de cortes de digestión. Y precisamente el mayor riesgo no es que la digestión se interrumpa, si no que otros órganos se vean afectados, como por ejemplo el cerebro.
Ante cualquier señal de hidrocución en niños, hay que actuar rápidamente. Presta atención a los siguientes síntomas en los pequeños:
- Retortijones y dolor estomacal.
- Nauseas.
- Mareos.
- Visión borrosa.
- Palidez.
- Bajada de la tensión arterial.
- Escalofríos y sudor frío.
- Pitidos en los oídos (acúfenos).
- Pérdida del conocimiento.
Aunque no es frecuente en niños, y suele ocurrir solo en casos aislados, las personas que sufren de un corte de digestión extremos pueden llegar incluso a parada cardiorespiratoria.
Si además la persona que lo sufre se encuentra en el agua, y llega a desmayarse, el riesgo de ahogo es muy elevado. De ahí que nuestras madres siempre nos hayan repetido que hay que esperar a hacer la digestión para darnos un baño fresquito en verano.
Corte de digestión por ejercicio físico
Hacer la digestión y la práctica de ejercicio físico al mismo tiempo no son compatibles. Forzar los músculos puede causar que el aparato digestivo se quede sin sangre, y se produzca un corte de la digestión.
Tanto en niños como en adultos, no es recomendable comer copiosamente justo después de hacer ejercicio intenso, o practicar ejercicio sin haber hecho la digestión. El organismo necesita regular ambos procesos por separado, y no está preparado para proporcionar un correcto aporte de sangre a todos los tejidos al mismo tiempo.
¿Qué ocurre cuando se produce un corte de digestión por la práctica de ejercicio? Estos son los síntomas más frecuentes:
- Reflujo gastro-esofágico: el contenido del estómago durante la digestión sube por el esófago hacia la boca.
- Diarrea: debido al aumento de la motilidad intestinal que afecta al intestino delgado y grueso.
- Sangrado: sobre todo cuando se realiza deporte a altas temperaturas justo después de comer, provocando daños en la mucosa digestiva. (Muy poco frecuente en niños.)
¿Se pueden prevenir los cortes de digestión?
La mejor forma de prevenir un corte de digestión en niños es explicarles por qué se produce, y dónde radica la importancia de cuidarse justo después de comer. Esta explicación que hemos visto sobre qué es el corte de digestión para niños es muy sencilla. Expónsela a tus hijos para que ellos también puedan comprenderla.
Aunque hay quien pueda llegar a pensar de que se trata de una falsa creencia, es muy importante guardar un tiempo de espera después de comer antes de meterse en el agua. Sobre todo si ha sido una comida muy copiosa, o si hace una temperatura exterior muy elevada.
Si el agua está muy fría, lo mejor es esperar entre 2 y 3 horas para hacer bien la digestión. Pero si la comida ha sido ligera, por ejemplo después de merendar, con 30 minutos es más que suficiente para evitar un corte de digestión.
Acompaña siempre a los niños en el agua cuando se bañen después de comer. Es recomendable que se metan en el agua poco a poco, adaptando su cuerpo a la temperatura, así como evitar que naden intensamente o que estén mucho tiempo directamente expuestos al sol.
Cuando los niños han sudado mucho, han estado haciendo ejercicio, o si se han expuesto al sol directo, ten cuidado a la hora de sumergirse en agua fría. Tampoco es recomendable que tomen bebidas muy frías cuando han estado a altas temperaturas y tienen la piel muy caliente, ya que los síntomas de hidrocución pueden darse por otras muchas causas.
¿Qué hacer ante un corte de digestión en niños?
Si el corte de digestión no es grave, el niño se recuperará en cuestión de unos minutos. Vigila siempre a los niños cuando hagan todo tipo de actividades después de comer, sobre todo si se dan un baño o van a hacer ejercicio fuera de casa.
Sigue estos pasos si notas que tu hijo está sufriendo un corte de digestión y empieza a sentirse mal:
- Saca al niño rápidamente del agua o haz que deje de practicar ejercicio físico.
- Túmbalo sobre una superficie plana, elevando ligeramente sus piernas.
- Comprueba que tiene las vías respiratorias despejadas y que está respirando normalmente.
- Si siente nauseas y tiene ganas de vomitar, coloca su torso y cabeza ligeramente de lado.
- Tápale para evitar la pérdida de calor corporal.
- Si aparecen síntomas de vómitos o diarrea, rehidrata al niño con suero o directamente con agua o zumo.
- Cuando los síntomas no mejoran tras unos minutos, acude rápidamente a urgencias.
- Una vez estabilizado, déjalo descansar al menos dos horas, controlando en todo momento sus constantes vitales.
Que un niño sufra un corte de digestión no es demasiado probable. Pero nunca está de más estar preparado ante cualquier problema.
Resulta muy útil tener nociones de primeros auxilios y de reanimación cardiopulmonar, no solo para controlar un corte de digestión, si no también para otros muchos problemas que se pueden dar en los peques y en los adultos.
Muy buena información, para ahorrarnos sustos, sobre todo en verano.
Gracias,
A. Moreno