Las salchichas son uno de los derivados cárnicos más consumidos en todo el mundo. Con una composición rica en proteínas, aminoácidos esenciales, vitaminas y hierro, podría parecer un alimento muy bueno para la gestante. Sin embargo, a la hora de comer salchichas en el embarazo hay algunas limitaciones a considerar.
En el mercado existen múltiples tipos de salchichas compuestas por la mezcla de ingredientes variados. Algunos están procesados y son totalmente inocuos, pero en el caso de las salchichas crudas su consumo puede no ser tan seguro como creemos.
¿Qué tipo de salchichas se pueden comer en el embarazo? ¿Cuál es la mejor forma de prepararlas? ¿Qué riesgos hay al tomar salchichas en el embarazo? ¿Existe una cantidad máxima a consumir?
Si tú también eres una amante de este alimento, y no quieres dejar de tomar salchichas en el embarazo, respondemos a las dudas más frecuentes. Una embarazada puede comer salchichas siempre y cuando siga las recomendaciones de los expertos.
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¿Se pueden comer salchichas en el embarazo?
La respuesta es sí, se puede comer salchichas en el embarazo. Lo importante es asegurarse de que es un alimento previamente tratado y que no esté en mal estado.
Las salchichas preparadas con carne cruda y otros ingredientes pueden ser un transmisor de múltiples bacterias y parásitos, que si bien no son peligrosos para la madre, sí que afectarían de manera negativa al bebé en la gestación. Es por esto que, al igual que otros derivados cárnicos, hay ciertas recomendaciones.
Un producto de paquete, que ha sido cocido, o que se cocina completamente antes de consumir, es muy seguro. En el caso de una salchicha o embutido crudo, otra alternativa sería que estuviera previamente congelado.
Como el jamón en el embarazo, se puede comer salchicha cruda sin riesgo de contraer algún tipo de infección si se trata previamente la carne. Ya sea mantenerla a una baja temperatura o cocinarla a más de 65ºC, mata cualquier microorganismo patógeno que pueda contener.
Tipos de salchichas
Por lo general, las salchichas están hecha con carne de cerdo o de ave molida, mezclada con grasa y diferentes especias, para después embutirlas en una tripa. Se trata de un producto cárnico que se vende crudo para cocinar, o también curado o ahumado.
Hay muchos tipos de salchichas según la forma de elaboración. Para cada una de ellas hay que saber de qué manera tomarlas en el embarazo, evitando así todos los riesgos para el feto.
Salchichas industriales
Aunque reciben el nombre de salchicha, lo cierto es que este tipo de producto no cumple exactamente la forma de elaboración tradicional. Nos referimos a las típicas salchichas industriales de Oscar Mayer y otras marcas, que ya vienen tratadas y empaquetadas, sin riesgo alguno para la salud.
Salchichas frescas o tripas
Las clásicas salchichas frescas tipo bratwurst, de procedencia alemana, son tripas rellenas de carne. Pueden ser de cerdo, de ternera o res, o de pollo-pavo. La recomendación en el embarazo es congelarlas previamente, y antes de consumirlas, hacerlas fritas o a la plancha asegurándose e que el interior queda totalmente cocinado.
Salchichas cocidas o ahumadas
Aunque vengan tratadas para tomarlas sin cocinar, las salchichas cocidas o ahumadas no son seguras para el embarazo. La recomendación es evitarlas, y solo en ocasiones especiales, tomarlas como el jamón serrano, congelándolas durante al menos 24 horas para evitar infecciones graves para el feto, como la toxoplasmosis.
Embutidos curados
Los embutidos secos están hechos con carne fresca que ha sido curada con el tiempo. Para su curación y evitar que se estropeen, se añade una gran cantidad de sal y nitrito de sodio. Aunque las propiedades de la carne cambian, en realidad el proceso no acaba con todos los microorganismos, por lo que no son seguros para tomar en el embarazo.
¿Qué embutidos no se pueden comer en el embarazo?
Como ya hemos visto, no son recomendables los embutidos crudos que no hayan pasado previamente por un proceso de cocción. Tampoco son seguras las salchichas ahumadas, embutidos secos curados o semi curados como el jamón, el salchichón, chorizo, fuet, butifarra o morcilla fresca entre otros.
Las salchichas y embutidos se pueden consumir siempre que sean cocinados a una temperatura mínima de 65ºC para acabar con las bacterias patógenas y algunos parásitos.
También se pueden congelar durante un par de días, para consumir de manera habitual. Aunque su sabor cambia ligeramente, es una opción más segura.
De todas formas, la recomendación general cuando no se conoce la procedencia de las salchichas o embutidos es evitarlas en el embarazo. Son solo 9 meses de espera durante la gestación, en los que prima la seguridad del bebé y la salud de la madre.
Riesgos de las salchichas en el embarazo
Según el tipo de salchicha en el embarazo, los riesgos pueden ser muy diferentes:
Contenido en grasa y sal
Por un lado nos encontramos ante un alimento con un alto contenido en grasa, en calorías y también en sal. Su consumo abusivo se asocia a un incremento del peso en la embarazada mucho mayor al adecuado.
Debido a su contenido en sal, es un alimento que aumenta la presión arterial, y esto no es saludable para la madre ni para el bebé en esta etapa tan delicada. El contenido en sodio de las salchichas varía entre los 100 mg hasta los 2 g por unidad.
Listeria y toxoplasmosis
Algunas de las intoxicaciones más frecuentes que producen las salchichas crudas o poco hechas son la listeria y la toxoplasmosis. Estas no son peligrosas para la salud de la madre, pero sí afectan negativamente al feto.
Ambas están relacionadas con abortos espontáneos durante el primer trimestre de gestación, malformaciones en el bebé o partos prematuros. La toxoplasmosis además podría producir daño cerebral o ceguera en el bebé, además de problemas de desarrollo en el recién nacido.
Nitratos en las salchichas y embarazo
Por último cabe destacar el contenido en nitrato de los embutidos curados y algunas salchichas. Estos se añaden como nitrato potásico o nitrito sódico para la conservación de los embutidos crudos.
No se conoce exactamente qué tipo de efecto podrían tener en la mujer embarazada y el bebé. Pero las autoridades sanitarias recomiendan evitarlos en el embarazo, o al menos hacer un consumo responsable con niveles bajos de estas sustancias.
¿Cómo consumir las salchichas en el embarazo?
Comer salchichas embarazada es posible cuando se hace de manera segura y responsable. Elige bien el producto que tomarás, y asegúrate de que está bien cocinada.
Las salchichas son una buena fuente de proteínas y aminoácidos esenciales. Contienen gran cantidad de hierro, y también vitamina B12.
Si las vas a tomar fuera de casa, pídele al cocinero que las haga correctamente para que no queden crudas por dentro. Evita las salchichas crudas ahumadas o curadas, y si vas a tomarlas, congélalas primero.
Es preferible tomar salchichas en el embarazo que sean lo más bajas en sal, grasa y que no contengan nitratos. Busca salchichas de pavo o pollo, y cocínalas a la plancha o en barbacoa para que queden jugosas pero no crudas.
Riesgos de comer salchichas caducadas
Cuando no quieres arriesgar tu salud ni la de tu bebé en el embarazo, lo mejor es evitar los alimentos caducados o pasados de fecha. Incluso si se trata de una fecha de consumo preferente, evita tomarlos para recudir el riesgo de toxoinfección.
No olvides que los alimentos cárnicos que se han pasado de fecha tienen un mayor riesgo de contagiar enfermedades. Por muchos que los cocines, algunas bacterias y hongos son resistentes a las temperaturas, y podrían provocarte una intoxicación alimentaria.
Sobre todo las salchichas frescas hechas con carne picada, nunca se deben consumir tras la fecha de caducidad. Si se te han pasado, deséchalas rápidamente y no te la juegues.
Comer salchichas en el embarazo puede ser todo un placer, pero también convertirse en un hábito nada saludable. Nunca es bueno abusar de ningún alimento, y menos si es tan calórico y rico en grasas como estos embutidos. No te pierdas tampoco:
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