El blog de tu bebe Todo y más sobre tu bebe
Los seres humanos somos sociables. Es decir, necesitamos relacionarnos con los demás para sentirnos bien y felices. Para fomentar que los niños sean capaces de relacionarse correctamente, las actividades socioemocionales son una parte muy importante de la educación infantil.
¿Qué incluye este tipo de aprendizaje? Son muchas las habilidades a tratar para que los niños sepan cómo mantener relaciones. Desde la comunicación, hasta aprender a compartir, a respetar y manejar sus emociones.
A través de esta guía, hacemos una recopilación de las mejores actividades socioemocionales que puedes poner en práctica en casa y en el aula. Muy usadas en el ámbito escolar, los papás también podemos hacer uso de ellas.
Si quieres que tus hijos tengan la mejor crianza socio-emocional, ponte manos a la obra y practica con ellos de la forma más sencilla y efectiva.
¡Haz clic en lo que interese!
¿Qué es el aprendizaje socioemocional?
El aprendizaje socioemocional, conocido también por las siglas SEL en inglés, es un proceso por el que pasamos las personas para aprender a desarrollar las habilidades sociales y emocionales. Gracias a la adquisición de estas habilidades, somos capaces de comprender y manejar las emociones, actuando de manera responsable con los demás.
Este término hace referencia a las competencias sociales y emocionales de cualquier persona. Con ellas se desarrolla el cuidado y respeto hacia los otros, estableciendo así relaciones positivas.
Aunque puedes llegar a pensarlo, los niños no nacen con habilidades sociales y emocionales. Estas se aprenden a lo largo de la vida. Es muy importante que los padres, madres, cuidadores y profesores les enseñen a establecer relaciones de calidad.
Las personas que han trabajado desde la infancia sus habilidades emocionales, y que han conseguido desarrollarlas correctamente, están mejor preparadas para superar los retos cotidianos, mirando por los demás, pero también por sí mismos.
Actividades socioemocionales para trabajar con los niños
Las habilidades socioemocionales engloban la comunicación, la cooperación, saber controlar las emociones, y entender a los otros. Trabajarlas es muy sencillo a través del juego, ya que los niños comprenden mejor en qué consiste con ejemplos básicos.
Vamos a ver algunas actividades socioemocionales que puedes utilizar en casa para desarrollar estas habilidades en los niños y niñas de cualquier edad:
Dibujar las emociones
A los niños les encanta dibujar, y a través de esta actividad, podrán incluso aprender a representar los gestos y situaciones características de cada emoción. Apto para todas las edades, te proponemos un juego muy sencillo.
Para los más pequeños, ponles un espejo delante y pídele que representen con su rostro los gestos de una emoción concreta. Empieza por los más fáciles como felicidad, tristeza, enfado o sorpresa. Después tendrán que dibujarlos sobre el papel.
Los niños más mayores pueden hacer dibujos más complejos sobre situaciones en las que han sentido esa emoción concreta. Por ejemplo, y día en el parque de atracción y la felicidad que sintieron, o cuando estuvieron enojados el día que discutieron con su mejor amigo.
Detective de las emociones
Otra forma de jugar para aprender habilidades socioemocionales es actuar como un detective. En este caso vamos a necesitar de cierto material, como pueden ser imágenes o fotografías sacadas de internet en las que se vean gestos o situaciones que representen emociones.
La tarea del niño o la niña será reconocer cómo se siente la persona, o cómo se sentiría él en la situación que se ve en la imagen. Es necesario analizar todos los detalles, ya que hay muchas posibles emociones en una misma foto.
Repite con diferentes imágenes, empezando por las más sencillas para después ir a algunas más complejas. Compara impresiones con todos los participantes, o si lo haces con un solo niño o niña, comenta qué es lo que ves tú como adulto.
Juego de roles
Otra de las actividades socioemocionales que vamos a practicar consiste en un juego de rol. El adulto será el encargado de describir a los pequeños participantes cuáles son las condiciones del personaje que tendrán que interpretar.
Imagina un escenario para trabajar las habilidades sociales y emocionales. Por ejemplo, una persona acaba de chocar su coche con la otra, y el resultado ha sido daños en ambos vehículos, pero también lesiones en una de esas personas.
¿Cómo podría actuar alguien en esa situación? Puede hacerlo enfadándose por lo que ha ocurrido, pero también siendo amable con el otro y preocupándose por su estado físico. Prueba con diferentes emociones para detallar por qué una es mejor que las otras.
Los zapatos de otro
En lugar de imitar a una persona imaginaria, vamos a meternos en el papel de alguien conocido. Si lo vas a hacer en casa, toma como referencia a los integrantes de la familia. En cambio, en el cole, tendremos en cuenta al resto de compañeros, y también al profesor, ¡por supuesto!
Para hacerlo más verídico, pide al niño o la niña que se quite los zapatos y se ponga los de la persona que tiene que imitar. Por ejemplo, los zapatos de mamá. El juego consiste en imaginar cómo es esa persona y representarla con gestos, palabras y acciones.
¿Cómo se siente esa persona? ¿Qué cosas buena tiene? ¿Hay algún detalle negativo a destacar? ¿Cuáles son sus gestos habituales? ¿Cómo es su forma de hablar? Repite con diferentes zapatos para que el peque pueda ponerse en diferentes posiciones y entender cómo se sienten los demás.
Teatro de marionetas
Crea tu propio teatro de emociones en casa usando marionetas o haciéndolas de forma casera. Los niños pueden interactuar entre ellos o con el educador para representar situaciones en las que entren en juego los sentimientos y emociones.
Escoge una emoción a representar, y crea una situación en la que los personajes se vean inmersos. Por ejemplo, escogeremos la tristeza, de manera que el peque interprete con sus marionetas un cuento en el que uno de los personajes está triste y los demás le ayudan.
Haz una lista con todas las emociones y ve probándolas todas. Algunos ejemplos son: alegría, enfado, miedo, tristeza, sorpresa, interés, asco, asombro, aburrimiento, terror, nostalgia, romance, dolor o confusión. ¿Cuáles se te ocurren a ti?
Receta de la felicidad
Vamos con una de nuestras actividades socioemocionales favoritas: hacer una receta de la felicidad. Por supuesto, para cada persona la felicidad tiene unos ingredientes diferentes. Además, en cada etapa, estos ingredientes pueden variar.
¿Cómo hacemos la receta? El niño tendrá que pensar en los ingredientes que quiere poner. Por ejemplo: familia, amigos, escuela, juegos, viajes e ir al parque. A continuación hay que poner la cantidad de cada uno de estos ingredientes según la importancia de cada uno. Las medidas pueden ser en gramos o en cucharadas.
Es muy importante pensar cuáles son las cosas que nos hacen más felices, las que nos hacen sentir bien. Una vez terminada la receta, se comparte con los demás niños, para aprender que las preferencias pueden ser muy dispares.
Rincón de la calma
Los niños no saben como gestionar sus propias emociones. Tienen que aprenderlo poco a poco. Por ello, resulta de gran ayuda crear un pequeño rincón en casa donde retirarse a descansar y meditar esos pensamientos que no pueden controlar.
Crea un pequeño espacio donde el niño o la niña pueda relajarse. Mejor si es en su habitación, donde pueda tener intimidad y estar a solas. Pon alfombras, cojines y puffs, además de juguetes y libros que le puedan mantener distraído.
Pero no siempre hay que distraer la mente. Este rincón se puede usar para reflexionar. Aprender a relajarse cuando está alterado, y pensar en frío sobre lo que siente, para que las emociones no le dominen, si no que sea el peque quien pueda controlarlas a ellas.
Técnica de la tortuga
Por último queremos ofrecerte una alternativa para lidiar con esas emociones de enfado que son tan molestas. La técnica de la tortuga se puede utilizar en cualquier momento, incluso cuando estás lejos de casa y no puedes retirarte a tu rincón de la calma.
Cuando el niño o la niña está enojado, tiene que imaginarse que es una tortuga que se esconde en su caparazón, haciéndose una bolita muy apretadita. Esta postura es perfecta para relajarse y pensar, evitando que aflore una rabieta.
Si quieres saber más sobre la técnica de la tortuga, en El Blog de tu Bebé tenemos una completa guía donde te explicamos todos sus beneficios y cómo ponerla en práctica paso a paso. ¡Echa un vistazo!
Más recomendaciones para trabajar las emociones
Además de estas actividades, en el blog hemos compartido muchos más consejos que usamos en casa y que nos van fenomenal para trabajar las emociones y las relaciones con los demás. Estos posts te serán de gran ayuda:
- 12 Actividades para trabajar las emociones en niños
- Técnica del semáforo para niños; ¡Controlarán sus emociones!
- Cómo fomentar las habilidades sociales en los niños
- Ayuda a tus hijos a reconocer las malas influencias
- Cómo hacer que tu hijo te cuente sus cosas
Como puedes ver, son muchas las actividades socioemocionales que puedes utilizar para enseñar a tus pequeñas las habilidades más básicas. Escoged vuestras favoritas y aprended juntos al mismo tiempo que os divertís. ¡Verás cómo funcionan!
