El pezón de cada mujer puede tener un aspecto y características muy diferentes. Sin embargo, es común encontrar unas pequeñas protuberancias o granitos llamados tubérculos de Montgómery. ¿Te has fijado alguna vez en ellos?
Debido a algunos cambios hormonales, sobre todo en la adolescencia, durante el embarazo y la lactancia, estos pequeños corpúsculos aumentan de tamaño ya que tienen una función muy concreta. Si notas cualquier cambio, no te preocupes, es algo muy normal y puedes aprender a cuidarlos fácilmente.
También conocidas como glándulas areolares, los tubérculos de Montgómery corren el riesgo de aparecer inflamados durante la lactancia. Si empiezas a notar dolor o algún síntoma de infección, no dudes en actuar rápidamente.
Te contamos cuáles son las funciones de los corpúsculos de Montgomery, por qué causas se pueden inflamar estos granitos en la areola, y cómo tratarlos adecuadamente. Toma nota de todos los detalles.
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¿Qué son los tubérculos de Montgómery?
Los tubérculos de Montgomery, también conocidos como glándulas o granos en la areola, son unas pequeñas protuberancias que salen alrededor de los pezones. Se pueden ver en algunos hombres, pero son más comunes en las mujeres, sobre todo en determinada etapas de la vida.
Durante el embarazo es más fácil detectarlos. Si te fijas bien en la zona oscura del pezón, justo en la areola, verás unos diminutos bultitos con relieve.
La cantidad de tubérculos de Montgómery varía en cada persona, así como el tamaño y la forma de estos. Lo normal es que en cada mama se puedan ver entre 10 y 20 de estas glándulas de Montgomery que tienen una función muy concreta.
Funciones de los corpúsculos de Montgómery
Estas glándulas comienzan a desarrollarse en la pubertad, alcanzando su máxima madurez en la etapa adulta. La principal función de los tubérculos de Montgómery es la de lubricar el pezón durante el amamantamiento, así como mantener la zona libre de gérmenes.
Estas glándulas producen una secreción que evita la contaminación de la leche materna. Mantienen limpia y libre de gérmenes la zona del pezón, justo cuando sale leche y entra en contacto la boca del bebé para su amamantamiento.
Antes del embarazo las glándulas del pezón pueden ser denominadas de otra manera: tubérculos de Morgagni. Cuando se agrandan por cualquier motivo, pasan a ser glándulas de Montgomery debido al especialista que descubrió cuál era su función en el año 1837.
¿Cuándo se alteran estas glándulas en el pezón?
Como ya hemos avanzado, los tubérculos de Montgomery cambian de aspecto ante los cambios hormonales. Algunos de los momentos más importantes en la vida de una mujer son los siguientes:
- La pubertad
- El ciclo menstrual
- El embarazo
- La lactancia
En todos estos casos se producen cambios hormonales muy importantes, que tienen relación directa con las variaciones de cada glándula de Montgomery. Es habitual que cambien de forma, tamaño, color, o que incluso se inflamen ligeramente, siempre que no haya producción de pus en el pezón.
Es normal tener granitos en el pezón con los cambios hormonales, pero hay otras causas relacionadas que no conllevan alteraciones de las hormonas. Entre ellas destacan:
- Estrés
- Consumo de determinados fármacos
- Estimulación del pezón
- Prendas de vestir ajustadas que provocan roce
- Pérdida o aumento brusco de peso
- Cáncer de mama
Si notas algún grano en el pezón que no debería estar ahí, que produce la liberación de líquido, pus o sangre, o si notas la areola inflamada y dolor, no dudes en acudir rápidamente al médico.
Los bultitos en la areola del pezón nos ayudan a detectar de manera precoz algunos problemas de salud en la mujer y también en algunos varones.
Tubérculos de Montgómery en el embarazo
Uno de los primeros síntomas de embarazo son los cambios hormonales que se producen en el pecho, y más concretamente en el pezón. Desde el mismo momento en que se produce la gestación, las hormonas de la mujer comienzan a cambiar y a provocar determinadas adaptaciones en todo el organismo.
Incluso antes de que se produzca el retraso o pérdida del periodo, en las glándulas mamarias se perciben estos pequeños cambios. El pecho se nota más sensible, aumentan de volumen, los pezones se ven más grandes y empiezan a oscurecerse, y aparecen pequeños granitos.
A medida que van pasando los días y las semanas, las glándulas mamarias se vuelven más grandes y el pezón tiene mayor pigmentación. Los granos de Montgomery pueden presentar diferente aspecto en cada mujer, pero por lo general están más marcados. De pequeños granitos en el pezón pasamos a grandes tubérculos.
Al final del embarazo es común que aparezca una leve secreción al presionar el pezón, nunca acompañada de dolor. Si ves sangre en el pezón al apretar, o lo granitos en el pezón liberan pus, es signo de infección o de que algo no va bien.
Granos en el pezón durante la lactancia
En los últimos meses de embarazo ya se nota la liberación de la sustancia que es la encargada de lubricar el pezón durante la lactancia. Para evitar molestias al amamantar, y mantener la zona hidratada para que no se produzcan grietas, esta lubricación es muy importante tanto para la mamá como para el bebé lactante.
Los tubérculos de Montgómery en la lactancia producen una secreción sebácea y antibacteriana totalmente natural. No necesitas aplicar ningún desinfectante para limpiar la zona antes de darle de mamar a tu bebé, ni tampoco una hidratación extra. Tu propio cuerpo ya se encarga de todo.
Otra posible función de las secreciones que producen estas glándulas es desprender un olor que atrae a los bebés para ayudarles a localizar el pezón de la madre, como un estímulo olfativo. Aunque esto no se ha demostrado con exactitud.
La recomendación de los expertos es que a la hora de dar de mamar a un bebé, simplemente se lave o enjuague el pezón con agua y jabón en la ducha diaria, sin llegar a eliminar las secreciones naturales que produce el pecho para favorecer la lactancia del pequeño.
En muy pocos casos este tipo de lubricación y desinfección del pezón deja de ser efectivo. Si notas que tienes la zona del pezón muy seca, agrietada, o que te molesta al alimentar a tu bebé con leche materna, consúltalo con tu médico para hacer un correcto diagnóstico y encontrar la mejor solución.
Infección de los tubérculos de Montgómery
Si te fijas en como son los tubérculos de Montgomery, se trata de pequeñas glándulas que están conectadas al exterior por finos túbulos. Al igual que cualquier otra glándula, estas también pueden bloquearse, provocando una inflamación e infección de la zona.
Ante estos síntomas, o cualquier alteración fuera de lo normal, es aconsejable acudir al médico con urgencia. Si además aprecias un sangrado, picazón, erupciones o secreción de pus, no dudes en ir a un especialista para averiguar qué es lo que le pasa a tus pechos.
Los granos en el pezón podrían estar relacionados en algunos casos con cáncer de mama. Incluso en mujeres jóvenes no embarazada, que no estás dando el pecho, o que no han tenido ningún tipo de cambio hormonal, hay síntomas que deben tenerse en cuenta en todo momento.
En el caso de notar algún bulto en el pecho, hoyuelos en la superficie de la piel, cambios en la forma del pezón, secreciones de cualquier tipo, o inflamación de los ganglios del pecho o axilas, será necesario descartar que estas anomalías estén relacionadas con la aparición de tumores en las mamas.
Cuidado de las areolas en la lactancia
No te alarmes al leer sobre el cáncer de mama. Los cambios en los tubérculos de Montgómery no suelen estar relacionados con esta enfermedad. En la mayoría de los casos se debe a simples cambios hormonales.
Para que tus pezones estén siempre saludables, y poder hacer un buen mantenimiento sobre todo en la etapa de amamantamiento, es importante realizar algunos cuidados:
- Evita apretar los granitos de los pezones. Al romper la piel externa corren el riesgo de infectarse.
- Utiliza jabones neutros y suaves para lavar la zona como máximo una vez al día, durante la ducha.
- No uses productos astringentes como cremas para el tratamiento del acné o los granos. Recuerda que estos tubérculos tiene la función de producir secreciones para mantener saludable la piel del pezón.
- Cuando des el pecho, si notas el pezón seco, basta con utilizar la propia leche materna para untarla e hidratarlo de forma natural. ¡No hay mejor remedio!
Una vez que termine el periodo de lactancia del bebé, los tubérculos de Montgómery volverán a su estado inicial disminuyendo poco a poco su tamaño. Puede que algunos queden algo más marcados, pero es absolutamente normal y no debes preocuparte ni por tu salud, y ni mucho menos por motivo estético, porque forma parte del cuerpo femenino.
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Cómo siempre muy buena información para las embarazadas y las que queremos saber más.
Gracias,
Besos.
A. Moreno
Muchísimas gracias como siempre por tu apoyo. Un saludo 🙂