Una de las mayores preocupaciones que solemos tener los padres primerizos justo después del nacimiento, es cómo bañar a un bebé correctamente sin que llore. Mientras que hay bebés que se relajan durante la hora del baño y la disfrutan, hay otros que lo pasan muy mal y no para de llorar, dificultando esta labor.
Cuando un bebé llora durante el baño, los padres pensamos que estamos haciendo algo mal. En realidad, el niño no llora porque esté sufriendo, pero sí que hay ciertos tips que nos pueden ayudar a bañarle sin que llore ni un solo segundo.
Si tú también tienes dudas sobre el primer baño del bebé, y quieres saber cómo bañar a un bebé sin que llore, toma nota de todos estos consejos. Te explicamos cómo bañar a un recién nacido, cuál es el momento del primer baño, y el cuidado que debes tener con su parte más delicada: el cordón umbilical antes de que se caiga.
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Cuándo dar el primer baño al bebé recién nacido
Nada más nacer, el bebé viene al mundo con una capa sobre su piel que lo protege del medio que lo rodea. Por esta razón, los enfermeros después del parto solo le darán con un pañito para retirar los restos de sangre y suciedad.
Después de esta primera limpieza, son los padres lo que deciden en qué momento dan el baño del bebé por primera vez. Hay quienes lo hacen nada más llegar a casa, y padres que esperan mucho más para ello. Los expertos admiten que lo más adecuado es darle primer baño al bebé cuando se le haya caído el cordón umbilical, entre el día 10 y 15 después del nacimiento. Es entonces cuando la capa protectora de la piel se ha eliminado por completo.
Como podrás comprobar, el bebé recién nacido no huele mal si le limpiamos bien el culete después de cada cambio de pañal, así que no es necesario bañarle todos los días ni con frecuencia, como pasa con los adultos.
En los primeros meses del bebé, se puede bañar de dos a tres veces por semana, y es más que suficiente para mantener una higiene adecuada. Si decides bañarle a diario, tampoco es malo para el bebé, puedes hacerlo sin problema. El baño a diario es muy útil para ayudar al bebé a dormir si consigue calmarse después de la toma, o cuando decidimos bañar a un bebé por la noche.
Pero hay casos en los que el niño se mueve mucho, llora, y al final conseguimos el efecto totalmente contrario. El bebé en lugar de relajarse se excita mucho más, y es cuando tenemos que tener en cuenta los trucos para bañarle sin que llore.
Cómo bañar a un bebé recién nacido
Es muy importante que desde el primer baño de un bebé recién nacido, sigamos una rutina para no olvidarnos de ningún paso importante:
- Empieza adecuando la temperatura de la estancia para que el bebé esté cómodo. La temperatura del agua también debe ser templada, de unos 35 a 37ºC para que el bebé esté cálido pero sin quemarse.
- La bañera infantil debe ser adecuada para el bebé, y deberá estar colocada en un sitio cómodo para poder manejar al bebé sin riesgo.
- Antes de poner al bebé en la bañera, limpia la zona del pañal con una toallita para eliminar la suciedad más grosera. Limpia su carita y orejas con un algodón humedecido en agua tibia.
- Coge al bebé con el brazo derecho, poniendo su cabecita sobre la parte más cercana al codo, y sujetando su culito con la mano. Esta es la mejor forma para introducirlo en la bañera controlando la postura del bebé en todo momento.
- Humedece su cuerpo y su cabecita, y lávalo con un champú y gel para recién nacido, usando una cantidad muy pequeña.
- Empieza lavándole la cabecita, para pasar después por los hombros, las axilas, el culete y las piernecitas por este orden. La cabeza tiene que estar en todo momento fuera del agua, para que no le caiga agua en la carita. Mientras tanto, no dejes de hablarle y cantarle, para mantenerlo distraído.
- Enjuaga bien la cabecita y el cuerpo de arriba a abajo.
- Sácalo de la bañera y envuélvelo rápidamente con una toalla calentita. Sécalo bien, sin olvidarte de los pliegues de sus extremidades.
- No tardes en volver a vestirlo para que no pierda calor y esté siempre bien arropadito.
Cuidados del cordón umbilical del recién nacido
Antes de que se caiga el cordón umbilical del bebé, es muy importante que no se moje la zona de la tripita. Mantener seco el ombligo del bebé es muy importante para que cicatrice bien y no se produzcan infecciones en la herida. Se puede bañar al bebé siempre que no se produzca la inmersión completa.
El mejor truco sobre cómo bañar a un recién nacido, es llenar solo el fondo de la bañera, e ir lavando al recién nacido por partes sin tocar la tripa. Las zonas más importantes de lavar son los genitales del bebé, que deberán dejarse para el final.
Otra forma igualmente válida de bañar al bebé el hacer un lavado con un paño húmedo dejando al bebé sobre el cambiador. Así hay menor riesgo de que el cordón umbilical se moje.
Después de cada baño, y al menos una vez al día, hay que hacer la cura de la herida del cordón umbilical del bebé hasta que se seque por completo y se caiga por sí mismo. La cura se hace limpiando con cuidado los alrededores del ombligo, y aplicando un antiséptico sobre la herida para mantenerla protegida en todo momento.
¿Por qué los bebés lloran durante el baño?
Hay algunos bebés que durante la hora del baño lloran desconsoladamente, y los padres no sabemos qué es lo que realmente les pasa.
Cuando un bebé se baña por primera vez, el cambio de ambiente le hace sentir inseguro. Notarse sin ropa y sin protección, dentro del agua de la bañera, es algo que muchos bebés no toleran, y por eso lloran tanto. Puedes ir acostumbrándoles desde muy pequeños a través de la hidroterapia para bebés en ciudades como Madrid.
Otros bebés no soportan la temperatura del agua, y necesitan que la pongamos más fría o más cálida para ellos. Pero la única forma de ir encontrando el mejor ambiente para bañar al bebé, es ir probando diferentes formas hasta que deje de llorar.
Los bebés que empiezan llorando en sus primeros baños, se van habituando paso a paso hasta que dejan de llorar. Hay algunos que en poco tiempo pasan de llorar a disfrutar muchísimo de la hora del baño, pero hay que tener paciencia hasta que llegue ese momento. Mientras tanto, podemos poner en práctica algunos trucos que nos ayudan a saber cómo bañar a un bebé sin que llore.
Cómo bañar a un bebé sin que llore
Bañera recomendada para bañar a un bebé
Es muy importante que para que el bebé se sienta cómodo y seguro durante su hora del baño, escojamos una bañera adecuada a su tamaño a sus características. La bañera deberá colocarse en una superficie alta y estable que permita a los padres manejar fácilmente al bebé mientras lo bañamos, con una postura cómoda que no nos canse el brazo.
Antes de cada baño, prepara todo lo que necesites para poder acortar el tiempo del baño lo máximo posible. Si lo tienes todo a mano, podrás darle el baño a tu bebé en menos tiempo, sin dejarse ni una sola zona de su cuerpecito sin limpiar y enjuagar bien.
Prepara los productos, la toalla, y la ropita para tenerlo todo a mano y hacerlo rápido y eficaz. El bebé si se enterará, y apenas le dará tiempo a quejarse. Recuerda limpiar la bañera después de cada uso.
Temperatura del agua para bañar a un bebé
Si el bebé llora durante el baño, no lo hagas después de comer o antes de irse a dormir por la noche. Es mejor darle el baño por la mañana, y así tendrás más tiempo y energía para calmarle si se pone a llorar.
Otro de los trucos que nos ayuda a saber cómo bañar a un bebé sin que llore, es controlar la temperatura del baño. Prueba a poner el agua entre 35 y 37ºC, pero si el bebé llora, ponla un poco más cálida en invierno, o más fresquita en verano, y prueba si se siente más cómodo con ese cambio.
Ten un poco de paciencia, y en poco tiempo sabrás cómo bañar a un bebé de la forma más adecuada, sin llantos, y haciéndole disfrutar de ese momento tan gratificante como es el baño diario para todo el mundo. ¡Verás cómo no es nada complicado!