La introducción de nuevos alimentos en la dieta de un bebé puede ser complicada para algunos padres. Los bebés también tienen sus propias preferencias en cuanto a sabores y texturas, y las verduras son uno de los alimentos más problemáticos. ¿Qué puedo hacer cuando mi bebé no come verduras porque no le gustan?
Los alimentos vegetales son la base de una alimentación sana y equilibrada. Hay muchos tipos de verduras que aportan gran cantidas de vitaminas, minerales y fibra, básicas en la dieta del bebé. Cuanto antes empiece a educar el paladar, más fácil será que tome sus verduras a medida que crece.
Sin embargo, un bebé que comienza a partir de los 6 meses con la alimentación complementaria a la leche materna, no tiene educado todavía el sentido del gusto. Por lo tanto no puede saber si un alimento le gusta más o menos.
¿Cómo actuar en el caso de que un bebé muestre rechazo por las verduras? Hay algunos trucos que puedes poner en práctica que a mí me funcionan cuando mi bebé no come verduras.
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¿Por qué mi bebé no come verduras?
Son muchas las razones por las que un bebé puede rechazar una verdura en concreto o todas las hortalizas en general. No siempre tiene que ver con el sabor que presentan estos alimentos, a veces los padres somos responsables de que los bebés rechacen las comidas sin que nos demos cuenta.
Las razones más habituales por las que un bebé suele rechazar las verduras son las siguientes:
- Los padres no las comen, y ellos se dan cuenta. Debemos predicar con el ejemplo, sobre todo en los bebés que aprenden por imitación de lo que hacen los adultos o sus hermanos mayores.
- La textura les resulta poco agradable. Los bebés tienen el sentido del tacto muy desarrollado en el interior de su boca, y hay algunas verduras que tienen una textura que les resulta extraña. Para evitarlo, cambiar la presentación del mismo plato puede ser una buena solución.
- El sabor o el olor no les agrada. Es cierto que hay verduras que no tienen el mejor sabor u olor del mundo, y cada bebé tiene sus propias preferencias que forman parte de su personalidad.
- Aún es demasiado pequeño para tomar ciertas verduras. Las verduras se introducen en la alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad. Cuando lo hacemos con demasiada antelación, o si el bebé aún no ha madurado lo suficiente y no está preparado para digerirlas bien, es normal que las rechacen como parte de su instinto primario.
Además de estos motivos, hay otros muchos por los que un bebé no come verduras. Pero hay tantos tipos de verduras y hortalizas, que si una se le resiste, siempre podemos recurrir a un plan B para cubrir sus necesidades nutricionales a través de una dieta variada.
Mi bebé no come verduras; ¿qué hago?
Desde el principio, debemos acostumbrar a un niño a que tome una dieta variada, y entre los alimentos principales que se deben tomar a diario se encuentran las verduras.
Cuando un bebé no come verduras, comienza la preocupación de los padres. En muchas ocasiones no sabemos cómo afrontar esta negación por parte del pequeño.
El único arma que tenemos los padres en estos casos es la paciencia. Cuando el bebé se niegue a tomar cierta verdura, sólo podemos esperar a que se le pase, y volver a intentarlo una y otra vez hasta que lo acepte.
Otra opción sería sustituir cierta verdura por otra que tenga las mismas características, y que sí sea aceptada por el pequeño. Nunca debemos obligar al niño a tomar una verdura que no le guste, ya que de esta forma sólo conseguiremos que su aversión sea más grande.
Cómo introducir las verduras en la dieta del bebé
A partir de los 6 meses de edad, el bebé empieza a introducir en su alimentación complementaria las frutas y las verduras. Comenzando por aquellas que no tienen una gran cantidad de fibra, lo más práctico es hacer las primeras papillas con hortalizas como la patata, zanahoria y calabacín.
Poco a poco se pueden ir añadiendo algunas verduras y hortalizas de fácil digestión para el bebé. Estas se incluyen dentro de las papillas, o a modo de verduras cocinas si decides seguir la técnica del Baby Led Weaning.
La introducción de nuevos alimentos en la dieta del bebé debe hacerse de manera progresiva. De esta forma es posible detectar cualquier tipo de alergia, descartando alimentos que no son aconsejables para el bebé.
Recuerda que el paladar del niño aún no está familiarizado con los sabores. Evita añadir sal o azúcar a las papillas y purés, para que tu bebé pueda saborear correctamente los alimentos, y tener una mejor aceptación de estos.
Trucos para que los niños coman verduras
¿Y qué pasa si mi bebé no comer verduras a pesar de haber seguido al pie de la letra los pasos para su introducción? Esto ocurre en más ocasiones de la que nos gustaría. Por este motivo hay trucos a los que los padres tenemos que recurrir para conseguir que el bebé siga una dieta completa.
Vamos a ver algunos de los consejos y trucos para que el bebé coma verduras que puedes probar con tu peque.
Prueba con diferentes verduras
El rechazo hacia determinados tipos de sabores es algo genético. Hay algunos alimentos que no te gustan o que te cuesta mucho comer, y eso también le puede pasar a tu bebé.
Si se le ha atravesado alguna verdura porque no le gusta su sabor o su textura, no desesperes. Solo tienes que probar con otra que sea similar, cuyo sabor sea más de su agrado.
La suerte es que hay decenas de tipos de verduras diferentes, y todas ellas están llenas de nutrientes para cubrir sus necesidades.
Varía la textura
Cambiar la textura de la papilla, mezclarla con otros ingredientes y sabores, darla en trozos pequeños que pueda coger con sus propias manos para hacerlo más divertido… son pequeños trucos que pueden ayudarnos a que el bebé cambien de opinión y acabe tomándose la verdura.
Si vas a empezar a darle papillas a tu bebé, una forma de introducir nuevos sabores es mezclarla con la leche materna o su leche de fórmula. Para que el bebé se familiarice con el sabor más natural de la verdura, dale trozos pequeños y practica el Baby Led Weaning que tanto se ha puesto de moda entre los papás.
Presenta las verduras separadas
Cuando el bebé ve la forma, el color y nota la textura real y el sabor de la verdura, puede tener una mayor aceptación de esta. No la mezcles ni la hagas en forma de puré. Ponla en un plato separada por colores para que pueda experimentar por su cuenta.
Comienza siempre ofreciendo cantidades pequeñas de cada alimento. El bebé comerá hasta saciarse, y si le apetece más, te lo pedirá él mismo. De esta forma puedes comprobar qué verduras y otros alimentos son sus favoritos, para seguir una dieta más apetecible para él.
Disimula las verduras
Si a tu bebé le gusta la pasta, el arroz o algunas preparaciones en concreto, pero las verduras se le resisten, siempre puedes disimularlas en sus platos favoritos.
Cortarlas en pequeños daditos, en tiras, hacer una salsa, ponerlas dentro de la tortilla, en forma de hamburguesa, o como ingrediente de la pizza, convierte las verduras más sosas en platos súper apetecibles. Descubre las mejores recetas con verduras para niños.
Predica con el ejemplo
Pon en marcha tu imaginación haciendo diferentes platos con verduras para que tu bebé quiera tomarlas. Sin embargo, no hay mejor truco cuando un bebé no come verduras que predicar con el ejemplo.
A esta corta edad, el bebé aprende por imitación de lo que ve a su alrededor. Si sus padres disfrutan comiendo verduras, a él también le apetecerá tomarlas.
Prepara siempre la misma comida para ti y para tu bebé, y convierte la hora del almuerzo y la cena en un momento familiar para comer sano disfrutando de los sabores de las verduras. No te pierdas algunos trucos para dar de comer a un bebé.
Alimentos alternativos a las verduras
De todas formas, cuando un bebé no come verduras, pero sí se toma bien la papilla de frutas, la preocupación de los padres debe ser menor.
El aporte de vitaminas, minerales y fibra de la fruta puede sustituir sin problema al de las verduras, y tan sólo tendremos que seguir gastando mucha paciencia en introducir poco a poco otros platos de verduras hasta que al final sean aceptados por el pequeño.
Si tu bebé no come verduras, ten paciencia y sigue buscando aquellos alimentos que le gusten. El aporte de nutrientes puede venir a través de muchas vías distintas. Mientras el niño esté bien alimentado y crezca sano, no hay que obsesionarse por que se tome toda la verdura.