Se conoce como alimentación complementaria a los nuevos platos que se van introduciendo en la dieta del bebé en complementación a la leche, que aún sigue siendo su principal alimento, hasta que el niño llega a una edad en que su dieta es mucho más variada y la leche no es el alimento que toma en mayor cantidad.
Este tipo de alimentación del bebé suele comenzar entre los 4 y los 6 meses de edad, sin embargo, cada niño es un mundo, y no todos los bebés están preparados para hacerlo a la misma edad. También hay que tener en cuenta que mucha gente a nuestro alrededor nos va a dar recomendaciones que les funcionaron a ellos con sus hijos, y que incluso los pediatras y los nutricionistas se contradicen entre ellos.
Hay que dejar de lado todos los mitos que conocemos sobre la introducción de alimentos en el bebé a medida que crece, y confiar en nuestra intuición, dejarnos llevar por las necesidades que el propio niño va marcando, y siempre aconsejados por un buen experto para que la salud del bebé no corra peligro y se alimente bien.
Hoy vamos a ver algunos detalles que debemos tener en cuenta cuando comencemos con los alimentos complementarios para el bebé, y qué es lo que dicen los expertos en salud sobre estas recomendaciones, las cuáles serán diferentes si el niño se alimenta de lactancia materna o leche artificial. ¡Vamos allá!
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Cuándo empezar con la alimentación complementaria
Como su nombre indica, la alimentación complementaria es aquella que complementa a la leche, que seguirá siendo el alimento principal del bebé. Hay niños que no se alimentan de otra cosa que no sea leche hasta su primer año de vida, y otros que empiezan a necesitar otro tipo de alimentos a partir de los 4 meses de edad porque se quedan con hambre sólo con la leche.
Cada niño es un mundo, pero la alimentación en un bebé de 5 meses por lo general deberá empezar a diversificarse, añadiendo poco a poco el resto de grupos de alimentos, y siguiendo un orden que sea adecuado para los niños según el desarrollo de su sistema digestivo, que no estará completo hasta que no cumpla los 2 años de edad.
El objetivo de la alimentación complementaria según la OMS (Organización Mundial de la Salud), es que el niño a los 2 años coma casi de todo, pero cada niño es diferente, y cada uno irá al ritmo que vea preciso, sin que los padres tengamos que frenarle ni apresurarle.
También hay que tener en cuenta que las cantidades en la alimentación de un bebé deben estar adaptadas a los pequeños, sin que los padres pretendamos que los niños tomen un plato como el de los adultos, o que tomen una cantidad menor por temor a la obesidad infantil.
En qué orden introducir los alimentos
Frente a las muchas discrepancias que puede haber entre los pediatras, hay unas pautas más o menos establecidas que indican el orden de introducción de los diferentes alimentos en la alimentación en bebés. Para ello además se indica que la dieta en un bebé y el momento de introducción de los alimentos complementarios puede ser diferente según estén tomando leche materna o lactancia artificial:
Leche materna:
A partir de los 6-7 meses la alimentación con leche materna se hará primero, y luego se irán añadiendo papillas con diferentes ingredientes, que se añadirán a la alimentación del bebé con 2 semanas de margen cada uno:
- Verduras
- Carne de pollo, ternera, pavo, cordero y cerdo.
- Fruta como la manzana, plátano, naranja, ciruela y pera.
- Cereales sin gluten, que se pueden preparar con leche materna
- Yogur natural
- Cereales con gluten
- Pescado blanco
- Yema de huevo a los 11 meses
- Clara de huevo, miel y leche de vaca a los 12 meses (nunca antes)
- Legumbres y el resto de alimentos
- Marisco y pescado azul a los 2 años
- Frutos secos a los 4 años (nunca antes)
Lactancia artificial:
En este caso, la comida en un bebé de 5 meses se empezará a variar antes, comenzando primero por sustituir la leche de inicio por leche de continuación a partir de los 5-6 meses de edad del bebé. Después se empieza la introducción de alimentos en un bebé de 6 meses de esta forma, dejando un margen de una o dos semanas entre cada uno de ellos:
- Cereales sin gluten
- Frutas como la manzana, plátano, naranja, ciruela y pera
- Verdura
- Carne de pollo, ternera, pavo, cordero y cerdo
- Yogur natural
- Cereales con gluten
- Pescado blanco
- Yema y clara de huevo a los 11 meses
- Leche de vaca entera y restos de alimentos a los 12 meses
- Legumbres y el resto de alimentos
- Marisco y pescado azul a los 2 años
- Frutos secos a los 4 años (nunca antes)
Con todas estas pautas para ir diversificando la dieta en un bebé, tan sólo tenemos que pensar en platos sencillos para preparar cada día para los pequeños. La mejor forma para que se lo tomen en a partir de papillas y purés, pero poco a poco, ellos mismos pedirán a sus padres alimentos sólidos que puedan coger con sus manos y masticar gustosamente.
Ahora que tenemos un poco más clara cómo debe ser la alimentación del bebé en sus primeros años de vida, pon en práctica la alimentación complementaria para tu pequeño. Verás cómo es muy sencillo y tu bebé crece sano y fuerte sin que apenas te tengas que preocupar de su salud.